Alejandro Lerner: "No ser oficialista no quiere decir que sos golpista"
Con la misma contundencia que tienen las letras de sus canciones, Alejandro Lerner analizó la coyuntura argentina, signada por la cuarentena, la crisis económica y la grieta que parte al país en dos. "Nos tenemos que dar cuenta de que pensar distinto no es ser enemigo o anti, sino simplemente pensar distinto. No ser oficialista no quiere decir que sos golpista", dijo el músico en diálogo con José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION, durante el encuentro "Negocios del futuro" que el medio organizó el último miércoles.
"Cuanto más usás la palabra grieta, más se profundiza", añadió, y usó la metáfora de un barco para ejemplificar: "Es como un barco en donde unos reman para un lado y otros para el otro, el barco no va a avanzar".
Y se refirió a cuestiones concretas como el dólar y la pobreza. "Seguimos viendo lo que pasa con el dólar con sorpresa, seguimos hablando de la desocupación con sorpresa y seguimos hablando del índice de pobreza como si no nos hubiese pasado nunca. Nos viene pasando hace 70 años", describió Lerner.
El músico se refirió también al rol del arte durante la pandemia y durante el encierro que generó la cuarentena. "Como toda expresión de la cultura, está tratando de rediseñarse ante esta nueva realidad. Su función es documentar y ser narrador de lo que está pasando", explicó el compositor. "Si el artista no utiliza este encierro para liberar la expresión es porque está distraído", aseguró.
En este último tiempo, siguió componiendo y lanzando su música. "Hay canciones que tienen un destino a quedarse como documento", dijo el artista, que durante este tiempo armó conciertos en vivo y streamings desde sus redes sociales, y hasta trabajó en una radio en donde entrevistó a grandes figuras. De hecho, con un claro mensaje de esperanza, Lerner lanzó el tema "Un día", y anunció fecha de su streaming concert, que será el 20 de noviembre (las entradas están a la venta a través de livepassplay.com).
-¿Cómo está el arte en este contexto?
-El arte, como toda expresión de la cultura, está tratando de rediseñarse ante esta nueva realidad. Una de las funciones que tiene el arte es documentar, es un narrador de lo que le está pasando a parte del entretenimiento y a la generación de trabajo. Es documentar desde el punto de vista del artista cómo vivimos esta nueva realidad, esta situación tan extrema que vive la humanidad de una forma igualada. Hoy es lo mismo Rusia, China, Corea, la Argentina y Cuba. No es una cuestión de políticas o de ideologías, sí quizás la forma que uno reaccione ante esta situación. El verdadero artista, si no está utilizando este encierro para liberar la expresión, es porque está distraído.
-¿Cómo lleva la tecnología para lograr la empatía con el otro?
-Los primeros meses del encierro fueron como heroicos, uno tenía un ánimo heroico para hacer cosas. Me encerraba en mi estudio hasta las cuatro de la mañana para escribir y componer. Con el tiempo, te empezás a enfrentar con un montón de limitaciones. No hay laburo, no le estás dando trabajo a nadie, tu entrada de dinero se congeló, hay todo un circuito de gente que se alimenta de tu proyecto que está parada. Tus hijos empiezan a sentir que no se ven con sus amigos, que no van al colegio, que se tienen que adecuar al colegio en una pantalla. Eso me llevó a desarrollar tecnológicamente cosas que yo no tenía incorporado. El Zoom o el streaming es una herramienta tan común. Hoy decir que voy a hacer un streaming o un zoom con mi familia o con el periodismo... es una herramienta doméstica.
-¿Cómo vivió presentarse a través del streaming?
-Los primeros meses empecé a hacer streaming de manera gratuita para la gente que me sigue y para lo que tienen ganas de escuchar. En un momento se juntaron 100.000 y 200.000 personas. Eso me llevó a que me inviten a hacer un programa de radio, que lo hice durante dos meses en CNN que fue una experiencia maravillosa. Nunca tuve mi programa de radio, donde me convertí en entrevistador. Entrevisté un día a Julio Bocca, otro día a la presidente de Marvel en Estados Unidos, gente de la cultura, gente del deporte, colegas míos de la música. Traté de que todos los impedimentos no sean un impedimentos de creatividad, de comunicación y crecimiento. A pesar de las limitaciones, a pesar de todo lo que no se puede hacer yo tengo que tratar de descubrir qué es lo que sí se puede hacer.
-¿Cómo surgió el nuevo proyecto de relanzar una canción con cantantes de todo el mundo?
-Fue una invitación de uno de mis colaboradores, me acercaron la propuesta de hacer "Cambiar el mundo" que es un tema que es un clásico, fue el himno de toda la cadena de Disney de toda hispanoamérica. Tiene versiones en español, en inglés. Tuvo varias reversiones de esa canción. Se les ocurrió hacer la canción con chicors de todo el mundo y que cada uno la cante en su idioma. Y así lo hicimos, y hoy está ese documento. "Cambiar el mundo" cantado en más de 11 países, como Israel, Palestina, Estados Unidos, Rusia, Corea, Argentina, Italia, Alemania. Fue uno de los primeros indicios de que la cuarentena no nos puede aislar. Podemos aislarnos para cuidar al otro, a nosotros y a los nuestros, pero podemos mantener la comunicación.
-¿Cómo creé que va a ser recordada esta época?
-Yo creo que hay canciones que tienen un destino de quedarse como documento. Como pudo haber sido "Todo a pulmón" o "La isla de la buena memoria". Tuve la oportunidad de ir a Malvinas y grabar una canción ahí, una canción que se llama "Aquellos otros". Es muy importante que el artista documente, como documentan el periodismo y los medios. Es una situación única a nivel mundial. Es un paradigma que va a cambiar la cultura de nuestras relaciones, de la tecnología, de la comunicación, de la ciencia, de la medicina. Y te diría hasta de los gobiernos, porque en esta situación tan extrema es donde hay que pelar. El resultado que cada uno va a tener para pelar, para poner en la mesa: capacidad, compromiso, sensibilidad, responsabilidad, respeto. Todas esas palabras que nosotros las tenemos un poquito lavadas en nuestra cultura se van a poner en juego con el manejo y la administración de esta situación.
-¿Cómo está viviendo este contexto en la Argentina?
-Cuando todos mis compañeros militaban, yo escuchaba a Spinetta, a Charly García y a los Beatles. Estaba en otra. Sí tenía una sensibilidad que estaba más ligada a la izquierda de la ideología, pero más allá de todo lo que viví como joven, viví la dictadura, aplaudí el regreso de la democracia, y venimos sufriendo las distintas etapas. Hay un denominador en común: o lo arreglamos entre todos o no lo arreglamos. Si gente de un nivel económico ha mantenido los niveles de inflación y de pobreza y otros han hecho lo mismo, y el resultado de las distintas visiones ideológicas generan el mismo resultado, quiere decir que el problema somos todos nosotros. Si no ponemos tu visión con la visión del otro, y si no la integramos con respeto no vamos a salir. Seguimos viendo lo que pasa con el dólar con sorpresa, seguimos hablando de la desocupación con sorpresa, seguimos hablando del índice de pobreza como si no nos hubiese pasado nunca. Nos viene pasando hace 70 años.
-¿Qué le genera la palabra grieta?
-Cuanto más usas la palabra grieta, más se profundiza. Y eso es lo que pasa con la energía. Si todos nosotros acordamos que las cosas van a ir mal, nos va a ir mal. Si todos acordamos que hay un enemigo, si sale la gente a la plaza a decir que el otro es el enemigo y después salen los otros y dicen que los demás son el enemigo, esa visión va a seguir profundizando grieta y separación. Es como un barco en donde unos reman para un lado y otros para el otro, el barco no va a avanzar. Algún día tenemos que acordar que podés ser peronista o no peronista, que ser no peronista no es ser antiperonista, ser no oficialista no quiere decir que sos golpista. Estamos los que no somos anti nada, somos argentinos que queremos ser argentinos y que queremos que el país salga adelante porque tenemos hijos. Porque tenemos lo que nos dieron nuestros padres, tenemos agradecimiento. Yo creo que así como dijimos estas palabras, si seguimos hablando de lo que está mal, el universo nos va a traer mal.
-¿Cómo cree que se sale de esta trampa?
-Si algún día tenemos un líder que agarra lo que está bien y lo que está mal y lo trata de unir, o trata de unir una visión de la realidad con la otra, con respeto y no con antagonismo, quizás haya un destino para la Argentina. Nos tenemos que dar cuenta de que pensar distinto no es ser enemigo de o anti, sino simplemente pensar distinto. Hay que afinar las intenciones. No me importa desde dónde las observás si las intenciones son solidarias, generosas, sensibles y con respeto a la ley. Nosotros no estamos mostrando que hay respeto a la ley, estamos mostrando que la ley tiene miles de interpretaciones y eso, hablando en criollo, es una cagada. Porque la ley tiene que ser la ley.
-¿Cuándo se lanza su nuevo streaming?
-Es el primer show comercial que hago por streaming, tengo la suerte de que sea un streaming mundial. Me da la posibilidad de juntarme con mis compañeros de trabajo, para generar trabajo otra vez. Eso para mi es fundamental y por supuesto la comunicación con la gente. Va a ser el 20 de noviembre. Estamos preparado algo super sensible, va a pasar por distintas etapas de mis canciones. Lo más lindo es que vamos a poder tener un feedback en vivo con la gente.
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