Quemados. Cinco sutiles señales de peligro de burnout
El aumento de la impaciencia y los actos impulsivos son algunos de los signos a los que hay que prestar atención
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Estar cansado todo el tiempo. Tener problemas para dormir. Sentirse al límite. Todos estos son signos comunes de que se puede estar a punto de agotarse. El agotamiento en el lugar de trabajo se ha convertido en un fenómeno creciente desde la pandemia, dice Christopher Valerian, director médico de Uprise Health, una compañía de servicios digitales de salud mental.
“Las encuestas dan cuenta de que entre 50 y 70% de los encuestados muestran algunos signos de agotamiento durante la pandemia”, dice. “Si bien estas estadísticas varían según la industria y la función laboral, todas coinciden en que estos datos aumentan desde los niveles previos a la pandemia”.
Estos síntomas principales son fáciles de detectar. Pero hay señales más sutiles que indican que una persona puede estar en camino al agotamiento. Si se los detecta a tiempo, se pueden tomar medidas para minimizar el impacto. A continuación cinco signos a tener en cuenta.
1. Se multiplican las expectativas negativas
“Una cosa es ser crítico de uno mismo en una situación desafiante, pero cuando esos pensamientos se convierten en algo recurrente es posible que se esté al borde un agotamiento”, explica la psicóloga clínica Samantha Gambino.
“Una persona se siente ineficiente y comienza a perder la confianza en si mismo y en su capacidad para hacer su trabajo”, dice. “Es difícil completar tareas que son parte de su función. La productividad cae y no se siente que sea algo que se pueda revertir. Todo esto lleva a sentirte mal con uno mismo”.
Hay que estar atentos al aumento del síndrome del impostor, agrega Dana Udall, PhD, directora clínica de Headspace Health, una plataforma digital de salud mental y bienestar. “Los empleados pueden preguntarse: ‘¿Soy capaz de realizar este trabajo?’”, dice. “El agotamiento puede llevar a un golpe a la confianza de uno, así como a una reducción de la creatividad y la resolución de problemas”.
2. Sentirse poco apreciado
Otro signo sutil de agotamiento es empezar a creer que la empresa no lo valora demasiado. Hay que estar atentos a sensaciones como creer que los compañeros de trabajo están siendo tratados mejor que uno u ofenderse si no se reconocen sus contribuciones.
“No es raro sentir que se está sobrecargado de trabajo, subestimado y que las cosas son injustas”, dice Gambino. “Hay un sentimiento general de insatisfacción. La ira y el resentimiento pueden acumularse, lo que también compromete su deseo de trabajar y dar de sí mismo. En ese punto, uno empieza a sentirse mal por el trabajo y se empieza a tener miedo a ir a la oficina”.
3. Mayor distancia con el trabajo
La mayoría de las personas se esfuerzan por tener un buen desempeño en sus carreras, pero comenzar a perder el impulso puede ser algo problemático. “Estar insensible a lo que está pasando; sin que importa el resultado de las cosas; no estar involucrado en las decisiones que se toman a su alrededor, son otra señal”, dice Gambino.
Otras señales a tener cuenta pueden ser los problemas para concentrarse, ser más propenso a postergar tareas y reducir los estándares de trabajo.
4. Actuar de forma impulsiva
En las etapas posteriores del agotamiento no reconocido, las personas pueden volverse más impulsivas y sentirse menos ancladas en las rutinas y relaciones que normalmente ofrecen un sentido de identidad y apoyo, como la familia, el trabajo y la fe, explica Tom Milam, psiquiatra en ejercicio y director médico de Iris Telehealth, un proveedor de telepsiquiatría.
“Se les puede atraer más fácilmente hacia actividades y patrones de pensamiento que normalmente no considerarían o que no serían característicos de su etapa o estado en la vida”, dice.
Por ejemplo, una persona al borde del agotamiento puede comenzar a conducir con más descuido o cambiar su apariencia con cortes de cabello radicales, maquillaje, tatuajes o cirugía plástica. Es posible que le atraigan las actividades de riesgo, como escalar montañas, hacer paracaidismo o andar en moto. “Una o dos de estas cosas pueden parecer normales o explicables, pero la mentalidad que las acompaña de desesperanza, pérdida, entumecimiento y desapego puede afectar significativamente el juicio y la orientación futura”, dice Milam.
5. Aumenta la impaciencia
Un último signo de agotamiento es la impaciencia. Uno se vuelve menos tolerante y se frustra fácilmente con los demás, dice Udall.
“Los empleados que antes eran ecuánimes y capaces de realizar trabajos complejos pueden frustrarse más fácilmente, lo que significa que su capacidad para resolver problemas y relacionarse con éxito con los demás puede disminuir”, dice.
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