Negocios con mucho relax
Los spa urbanos son lugares de encuentro entre empresarios y políticos; un abono anual llega hasta US$ 6000
En la ciudad, no es todo estrés y obligaciones. Al entrar en los spa urbanos, se pasa de los ruidos a la tranquilidad, del ritmo cotidiano a la relajación. Baños de calor, yoga, reiki, gimnasios con la última tecnología y masajes de todo tipo son algunas de las actividades que ofrecen estos oasis urbanos. Claro que no todo es relajación; algunos funcionan como punto de encuentro de empresarios, políticos y jueces.
Son una opción para quienes quieran dejar la vorágine de la calle atrás. Algunos hasta se jactan de funcionar como clubes donde se reúnen famosos del espectáculo y de la vida porteña. Las tarifas van desde $ 200 hasta $ 600 por un día completo y los abonos mensuales comienzan desde 700 pesos.
Algunos, como Colmegna o el que funciona desde hace años en el hotel Castelar, están entre los más clásicos, mientras que otros, sobre todo aquellos ubicados en las grandes cadenas de hoteles, se distinguen con propuestas que buscan la renovación espiritual y física.
"En Colmegna no va a encontrar un tipo con dos pepinos en los ojos; acá más que nada son negocios y contactos." Quién lo dice es Luciano Giambartolomei, gerente general del spa, donde un abono anual del sector VIP puede costar hasta 6000 dólares.
Famoso por ser un habitué de jueces, políticos y empresarios que se reúnen a conversar todas las tardes a eso de las siete en el salón VIP, el tradicional spa, ubicado en pleno microcentro, fue fundado en 1892 por un inmigrante italiano. Una vez dentro, es como estar dentro de un gran baño romano. La pileta es un ejemplo de ello: está construida con mármol de Carrara, instalado allí desde hace más de 125 años.
Otra faceta muestra el spa del hotel Faena, en Puerto Madero, donde, según sus organizadores, se les da mayor importancia a las actividades espirituales. Desde yoga, meditaciones, masajes, hasta un paseo en bici por la Costanera. Sin embargo, su gran atracción es el h ammam, una especie de baño turco.
El spa es el más elegido por famosos del espectáculo -muchos de ellos se alojan ahí-, vecinos del barrio y empresarios que suelen visitarlo por las tardes. Entre otros, pasaron por allí los integrantes del grupo musical Coldplay.
Nadar en una pileta climatizada del piso 23 de un gran edificio y desde ahí observar la ciudad de Buenos Aires es la carta más atractiva del spa del hotel Panamericano. Utilizado en su mayoría por empresarios, políticos y huéspedes, posee una gran cantidad de socios.
Por otro lado, también está el spa Ser, ubicado en Palermo, adonde asisten alrededor de 1200 clientes por mes. Se destaca por su gran variedad de estilos de masajes, en especial el californiano. Todos forman parte de un hábito cada vez más porteño.