“Nada más alejado de la realidad”: rechazo de la carrera de Economía de la UBA a los comentarios de Javier Milei

Las autoridades de la carrera de Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) realizaron un enfático rechazo a los comentarios del presidente Javier Milei, luego de que ayer en su exposición en el IEFA Latam Forum sostuviera, entre otras cuestiones, que la “educación pública ha hecho muchísimo daño lavando el cerebro de la gente”.

En un comunicado publicado hoy, los referentes de esa carrera, creada en 1958, plantearon que lo expuesto por el primer mandatario “sólo refleja un talante profundamente autoritario y esencialmente sospechoso del juicio crítico de nuestros estudiantes”.

“Nada más alejado de la realidad”, afirma el documento, firmado por Sebastián Katz -exviceministro de Economía en la gestión de Hernán Lacunza-, Jimena Ferraro -exintegrante de Cippec-, director y vicedirectora de la carrera; Javier Curcio, director del Departamento de Economía y asesor de Unicef; y Andrés López, director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) y crítico del cepo cambiario y algunas políticas kirchneristas.

En el texto de dos páginas, los firmantes presentan una defensa de los contenidos y la currícula de la carrera, y acusan a Milei de ser “inexacto” en sus afirmaciones, de volcar “falsedades” y cuestionan “qué es lo que motiva” al Presidente a “atacar en forma injustificada a la educación pública” y, en particular, a la carrera.

A su vez, cuestionan el presunto “congelamiento de las partidas presupuestarias y el consecuente desfinanciamiento de las actividades de investigación y enseñanza universitaria”.

Milei, que estudió Economía en la Universidad de Belgrano y realizó posgrados de Teoría Económica en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y en Economía en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), había apuntado contra la “educación pública” por supuestos sesgos ideológicos en su cursada.

Luego de descalificar las ideas de John Maynard Keynes o Karl Marx, dijo que “si van a la UBA, a la Facultad de Ciencias Económicas y preguntan quién es Ludwig Von Mises le van a decir que es el nueve de Holanda, y para otros es el mejor economista de todos los tiempos junto a Murray Rothbard”. “Eso sí, al barbudo alemán sí lo conocen. Sí, a ese empobrecedor de Marx sí lo conocen”, dijo el Presidente.

Según los autores del documento, Milei “se refirió en términos peyorativos y fundamentalmente falsos” al describir los contenidos de la carrera de Economía de la UBA, “una de las más prestigiosas del país desde su creación en 1958, y en la que se han formado numerosas camadas de destacados economistas de todas las extracciones teóricas y políticas”.

Entre otros, se graduaron de esa carrera Luis Caputo, el actual ministro de Economía, y sus asesores Federico Furiase y Martín Vauthier; Emilio Ocampo, a quien Milei había elegido en la campaña como presidente del Banco Central; y José Luis Espert, quien recientemente se sumó al bloque de La Libertad Avanza.

“Nada más alejado de la realidad”, plantean los autores del documento de rechazo a los dichos de Milei. “Con sólo interiorizarse mínimamente de las cuestiones a las que se refiere con total liviandad, el señor Presidente habría podido apreciar lo inexacto de sus afirmaciones. La currícula y los contenidos, la bibliografía que se utiliza y los métodos de enseñanza de la carrera de Economía de la UBA son muy similares a los que se dictan e imparten en las principales universidades del planeta”, apuntan.

En el documento también sostienen que “en línea con una larga tradición que se remonta a la Reforma Universitaria, en nuestra carrera predomina una amplia libertad de cátedra y de pensamiento” que está “sujeta a rigurosos contenidos mínimos curriculares que destacados docentes respetan en sus cursos, más allá de la eventual diversidad de sus enfoques y aproximaciones teóricas”.

“Por otro lado, esos docentes son elegidos a través de mecanismos de concurso de carácter público y abierto, en base a sus antecedentes y su capacidad didáctica y pedagógica evaluada a través de pruebas de oposición, a las cuales puede asistir toda persona interesada”, añaden.

“Parece claro que la acusación de ‘lavado de cerebro’, una afirmación que desconoce la libertad de cátedra que rige en nuestra carrera y la pluralidad de opiniones y enfoques fundados en un apego riguroso a los métodos de validación empírica de las proposiciones científicas en nuestra disciplina, sólo refleja un talante profundamente autoritario y esencialmente sospechoso del juicio crítico de nuestros estudiantes”, critican con dureza.

En el documento, los autores también explican que, contrariamente a lo planteado por Milei, “los autores de la escuela austríaca (...) son motivo de estudio profundo en los cursos de la materia Historia del Pensamiento Económico que compone el plan obligatorio de la licenciatura, y que existe una asignatura optativa dedicada exclusivamente al tema con una larga tradición en nuestra casa de altos estudios”.

“El hecho de que exista esa asignatura evidencia, en contra de las afirmaciones del señor Presidente, el carácter plural de nuestra carrera, ya que en las principales universidades del mundo el estudio de las ideas de la corriente austríaca tiene, en el mejor de los casos, un lugar marginal en las currículas de las carreras de Economía”, agregan.

Moneda fuerte y baja inflación. El país sudamericano con estabilidad macroeconómica en donde los argentinos tienen “buena reputación”

Claves para invertir. ¿El “bull market” está por convertirse en una burbuja?

Entre 12.000 y 24.000 euros la noche. El hotel de “máximo lujo” que gestiona un argentino en una ubicación histórica de Roma

Conforme a los criterios de

Conocé más

"Son los peores". Paoltroni salió a respaldar a Villarruel y le hizo una advertencia a Milei

Tensión con la vicepresidenta. Javier Milei dijo que Victoria Villarruel está cerca de la “casta” y que no tiene injerencia en el Gobierno

El intento de golpe de Estado. Un exasesor de Milei, apuntado por la justicia brasileña en la denuncia que acusa a Jair Bolsonaro de golpista