Movistar y Personal postergan el aumento
Subirán las tarifas en marzo; Claro ya aumentó y aceptó bajar las de datos
Las empresas de telefonía celular Movistar y Personal decidieron postergar hasta marzo los aumentos del 13 al 15% que tenían previsto aplicar este mes en las tarifas de los planes prepagos, luego de las reuniones que tuvieron con autoridades del Gobierno. La firma Claro, que ya había aplicado aumentos del 12% el 12 de este mes, dijo que los mantendrá, y aceptó aplicar desde hoy un descuento equivalente sólo sobre la tarifa de datos en los planes prepagos.
La medida afectaba a 16 millones de usuarios de Personal y 12 millones de Movistar. En Claro, el descuento impacta en 12 millones de clientes, según datos oficiales.
En la Secretaría de Comercio confirmaron a LA NACION que las dos primeras compañías cedieron a retrasar los incrementos por dos meses más para garantizar la "estabilidad de precios". "La prórroga en el aumento implica que en marzo recién se ejecutarán los incrementos que estaban previstos para enero en cada segmento; no aumentarán los porcentajes", aclararon fuentes del organismo conducido por Miguel Braun.
Personal, del grupo Telecom, llegó a un acuerdo con el Gobierno, pero aclaró que las subas "resultan indispensables frente al contexto de costos crecientes y fuertes inversiones". Fuentes de la empresa indicaron a LA NACION que las actualizaciones fueron programadas el año pasado y que la firma está realizando desde 2015 un desembolso que alcanzará los $ 30.000 millones a fines del año próximo para fortalecer la red de telefonía móvil. Movistar, de Telefónica, también se sumó al pedido de Comercio y comunicó además que mantendrá hasta mayo los términos del Plan Prepago Nacional que rigen hoy.
Claro, en cambio, se negó a retrotraer las subas. La compañía indicó que continuará con los aumentos que empezaron a aplicarse a partir del 12 de este mes, aunque aceptó reducir en un 12% las tarifas de transmisión de datos. Aclaró además que no tiene previsto hacer nuevos ajustes este año.
Una de las mayores preocupaciones del presidente Mauricio Macri es controlar la inflación, que en diciembre, tras la devaluación de hecho que implicó el desarme del cepo cambiario, se disparó un 3,9%, según las mediciones de la Dirección de Estadística porteña, cuyos datos serán tomados como referencia por el Gobierno mientras el Indec no termine de recalcular el IPC.