Moody’s advierte por el “panorama complicado” de la economía argentina en 2023 e insiste en la “unificación cambiaria”
Así lo sostuvo Jaime Reusche, analista de la firma dedicado al país; cuáles son los factores de desestabilización en el corto plazo
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Desequilibrio fiscal. Atraso cambiario. Brecha en alza y múltiples valores del dólar. Incertidumbre política. Concentración de vencimientos de deuda en pesos y moneda extranjera. Esos son algunos de los factores que, según Jaime Reusche, analista de la calificadora Moody’s, se combinan para diagramar un escenario “complicado” para la Argentina en 2023.
El economista, vicepresidente y analista principal del grupo de riesgo soberano de la firma, fue designado como nuevo analista para el país en la compañía, y en una conferencia virtual analizó el contexto económico, político y financiero de corto plazo en el país.
De acuerdo con el analista, los “desequilibrios” acumulados, especialmente en materia cambiaria, con una multiplicidad de tipos de cambio hoy vigentes en el país, presentan “muchos riesgos” aun con la vigencia del programa de facilidades extendidas que el Gobierno firmó con el FMI. Según expresó Reusche, esa diversidad en la cotización del dólar es un problema que “limita los ajustes que se necesitan”.
Por eso, el economista de Moody’s, graduado en Economía y Comercio Internacional en la Florida Atlantic University (Estados Unidos), planteó que el Gobierno debería avanzar en una “unificación” del tipo de cambio. Eso, dijo, “generará más inflación en forma inicial”, aunque ese shock de precios “debería bajar en forma rápida si se mantiene el ajuste” y si “no se asusta” el Gobierno.
En referencia al valor del dólar oficial y la aceleración de la inflación, Reusche advirtió por la apreciación relativa del peso frente a otras monedas, aun pese a la estrategia del Banco Central de acelerar el ritmo del ‘crawling peg’ para equiparar a la inflación. “El tipo de cambio real de la Argentina se ha apreciado respecto del resto de América latina, que devaluó entre 5% y 10%. En la Argentina se apreció 30%”, precisó el analista de Moody’s, al analizar la evolución del tipo de cambio desde fines de 2019.
Al mismo tiempo, pronosticó que el plan del oficialismo será mantener este esquema de devaluación administrada a la par de la suba de precios y descartó que en el corto plazo haya un ajuste discreto del tipo de cambio para mejorar la competitividad externa. “Es improbable que se dé un ajuste del tipo de cambio antes de las elecciones por el costo que implica”, dijo Reusche, en referencia al impacto inflacionario de una decisión de este calibre.
“El panorama es bastante complicado para 2023, con más riesgos de los que está comunicando el FMI para la estabilidad macroeconómica”, planteó Reusche. Y dijo que, si bien el acuerdo con el FMI establece una pauta de déficit primario del 1,9% del PBI (para 2022 la meta se fijó en 2,5% del PBI), “el ajuste fiscal puede ser más débil que lo esperado” por el impulso del Gobierno por impulsar políticas expansivas en un contexto electoral.
El analista de Moody’s también advirtió por el abultado endeudamiento del país y las necesidades de financiamiento del déficit, y encendió luces amarillas por el calendario de vencimientos el año que viene. “Hay un pico en las amortizaciones de deuda doméstica entre julio y agosto del 2023 antes de las primarias”, planteó Reusche. En todo el año, de acuerdo con estimaciones de la consultora Equilibra, el país tendrá vencimientos de instrumentos en moneda local por más de $15,6 billones, cifra que equivale al 9,1% del PBI.
En un contexto donde el Gobierno encuentra dificultades para renovar su deuda existente, según lo ocurrido en las últimas licitaciones, el analista no descartó que hacia 2024 o 2025 el país deba enfrentar una reestructuración de su deuda. “El actual programa del FMI solo permite el rollover y se requerirá más financiamiento neto desde la segunda mitad del 2024 y en 2025. La expectativa es que haya una reestructuración en dólares o default”, concluyó.
Las conclusiones de Reusche, que hasta 2011 trabajó como director de la calificadora Fitch con foco en países de América Latina y también fue analista de Moody’s para los países europeos, son compartidas por otras calificadoras de Wall Street, que en las últimas semanas bajaron la nota de la deuda argentina. A fines de octubre, Fitch determinó que el grado del país cayó de CCC a CCC-, y advirtió por los “profundos desbalances” de la macroeconomía local.
“El acuerdo de facilidades extendidas firmado con el FMI lanzado en marzo aún no demostró ser un ancla sólida para mejoras en las políticas que permitan fortalecer las reservas internacionales y mejorar las perspectivas de una recuperación al acceso al mercado”, explicó la firma en un informe.
Por su parte, el mes pasado la calificadora S&P Global Ratings bajó de CCC a CCC- el grado de la deuda argentina emitida en moneda local. “La calificación ya era muy baja, e incorpora premisas de riesgo de default bastante elevado. La diferenciación que hacemos es que más allá de los problemas macro de la Argentina, hay un tema que es la concentración de vencimientos de deuda en pesos en algunos meses de 2023 antes de las PASO”, dijo a LA NACION Sebastián Briozzo, economista y jefe para la región de la agencia S&P, días atrás.
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