Milei en su “Estado puro”: incorporó dos billones de pesos al Tesoro y volvió a bajar el gasto
Aumentó el presupuesto en $2.149.136 millones, disminuyó las erogaciones en $185.121 millones; la modificación de las cuentas públicas no es más que un fuerte acento a la política de mantener el superávit fiscal; hay dos grandes auspiciantes de la poda: los servicios de la deuda pública y la Anses
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En un año, el presidente Javier Milei ha diseñado su Estado a medida. Allí, en ese mundo que en gran parte tiene al alcance de la lapicera, se cocina la más preciada receta libertaria. Es simple, pero ha sido impracticable en la historia fiscal de la Argentina. La pócima tiene dos ingredientes: ingresos y gastos. Y en la explicación hay anotada una instrucción: “Los primeros siempre tienen que ser más que los segundos”.
Mediante una formidable resolución con cinco anexos y centenares de páginas, el Gobierno dispuso el ingreso de $2,14 billones provenientes de una mayor recaudación que la que estaba presupuestada. Hasta ahí, más allá del número con 12 ceros que tiene esa cifra, no hay tanta novedad, ya que, en las últimas décadas, siempre se incorporaba dinero de los impuestos. La originalidad de esta vez es que semejante movimiento no trae consigo la suba del gasto. Es más, se baja. Así las cosas, tras el movimiento billonario, el Presidente podrá decir que el resultado financiero del Presupuesto de la Administración Pública Nacional arrojó una mejora de $2.334.256 millones. ¿Por qué el número del ingreso no coincide con la mejora del resultado? La respuesta es simple: el gasto se redujo en $185.000 millones.
“Esta modificación impacta también en la composición del gasto por finalidad, donde se destaca el incremento de las erogaciones destinadas a la administración gubernamental y la disminución de créditos en deuda pública”, dice un comunicado que publicó la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).
Es necesario mirar los renglones de la resolución para entender qué es lo que se priorizó en el cierre del año. Por un lado, el pago de los sueldos de la administración pública. De hecho, el Ministerio de Seguridad aumentó el presupuesto vigente en $282.517 millones con partidas para gastos en personal y de funcionamiento. La caja de Gendarmería Nacional creció en $33.626 millones; la de la Policía Federal, $27.520 millones; Prefectura, $15.655 millones; el Servicio Penitenciario Federal, $11.323 millones, y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, $6022 millones.
Con el Ministerio de Defensa sucede algo similar. Mejora sus ingresos en $161.117 millones, con afectación para el Estado Mayor General del Ejército ($61.892 millones); el Estado Mayor General de la Armada ($12.088 millones) y el Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, $11.273 millones.
No son las únicas reparticiones que ganan. El Poder Judicial se reforzó en $124.025 millones, con dinero para el Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema, así como también el Ministerio Público, con $37.027 millones.
Ahora bien, ¿quiénes pierden? Hay dos grandes auspiciantes de la poda: los servicios de la deuda pública y, finalmente, la Anses. La primera partida aporta $600.000 millones que estaban reservados y que se repartieron entre otras oficinas del Estado; la segunda, la Anses, bajó su presupuesto en $340.001 millones. “Se redujeron los créditos para Transferencias por $409.230 millones, modificándose los siguientes programas: Prestaciones Previsionales (-$408.114 millones), Atención Ex-Cajas Provinciales (+$53.000 millones), Pensiones No Contributivas (-$40.000 millones), Pensión Universal para el Adulto Mayor (-$24.200 millones), Asignaciones Familiares (+$74.700 millones) y Seguro de Desempleo (+$22.000 millones), entre otros. Además, se aumentan las partidas para Gastos en Personal por $61.150 millones, Servicios No Personales por $11.200 millones y se reducen para Bienes de Uso en $2.821 millones y Bienes de Consumo en $300 millones”, concluye el informe.
“Tomando como unidad de análisis a los programas presupuestarios, los que pueden considerarse como el reflejo de la dimensión productiva del Estado, se puede afirmar que en términos prestacionales se modifica la asignación de 229 programas, 197 de los cuales tienen un incremento total de $1.373.793 millones, y 32 presentan una reducción total de $1.558.913 millones”, resumió ASAP.
De a poco cierran los números del primer año de la gestión Milei. Gran parte de su gestión pasó por rendirle culto a aquella frase que dice que los ingresos siempre deben ser mayores que los gastos. Con varios movimientos de partidas y el aporte de la recaudación en alza, una vez más, le rindió homenaje.
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