Milanesas, coiffeur, y mil historias que se llevará el Tango 01 cuando deje la flota presidencial
El Gobierno inició un proceso para reemplazarlo; la aeronave está quieta en El Palomar con un mantenimiento liviano que incluye, poner en marcha los motores cinco minutos por mes
- 5 minutos de lectura'
A pocos kilómetros de la Casa Rosada no sólo agonizan las instalaciones que conformaron el primer aeropuerto de low cost de América Latina. En las pistas de El Palomar también está conectado a un respirador artificial una de las últimas figuras de aquellos noventa: el Tango 01.
Dentro de ese fuselaje se encierran miles de historias. Desde los viajes menemistas, peluquero presidencial incluido, hasta el ida y vuelta constante a El Calafate en los primeros gobiernos kirchneristas. Quedarán ahí, cuando el Gobierno, que ha decidido reemplazarlo, avance con la compra de otro Boeing.
El Tango 01 Virgen de Luján es, por lejos, el avión sobre el que más se ha hablado desde que Carlos Menem decidió emprender la búsqueda en 1991. Se trata de un B757-200 (variante -23A) cuya matrícula es T-01. Hasta entonces, la flota de Presidencia de la Nación estaba compuesta por dos Fokker F-28 para vuelos de internos y países limítrofes, y un Boeing B707 para vuelos internacionales. En 1992, finalmente, se concretó la compra.
A cambio de 66 millones de dólares, el aparato llegó al país y se convirtió en un ícono de aquellos años. Las fotos de interior empezaron a ser objeto de deseo. Una suite con cama matrimonial, baño con ducha y todas las griferías doradas eran detalles de lujo oriental, todo complementado con tonos en madera lustrada y asientos en color crudo. La imaginación sobre los viajes presidenciales eran motivo de cobertura. Además de un despacho presidencial había 14 asientos de primera clase para funcionarios, todos con masajeadores, y una “platea” con más asientos que se llenaba de periodistas e invitados. Un comedor para seis personas, el escudo nacional estampado por todos lados y hasta un sillón de peluquero donde Tony Cuozzo arreglaba el dispositivo capilar de Carlos Menem.
Aquella iconografía que representaba la nave fue profundamente rechazada en los primeros años de la Alianza. Entonces, Fernando De la Rúa decidió entregar un gesto y lo puso en venta. No hubo caso, no apareció comprador. Todavía estaban frescos los 66 millones de dólares que se habían pagado y no era demasiado fácil de digerir sacarlo al mercado y recaudar no más de 28 millones. Pese a tener 4000 horas de vuelo, en los 2000 no aparecieron compradores.
El gobierno de la Alianza se cayó en diciembre de 2001 y con la convertibilidad de un peso por dólar, estalló. La Argentina dejó de cumplir con los contratos en moneda dura, empezó el default y el Tango empezó a ser uno de los activos apuntados por los acreedores para intentar embargar y cobrar algo de la deuda. Se lo usó menos por temor a tener que dejarlo en algún aeropuerto lejano.
Con los Kirchner en el poder, se convirtió en una pieza preciada para transportar la familia presidencial a Santa Cruz. Aún varios recuerdan cuando Néstor Kirchner hacía subir dos menúes a sus vuelos. Uno, el que se consumía, con comida de lujo; el otro, el que se mostraba a los medios, estaba formado por sandwichs de milanesas como para mostrar a un hombre común. Luego, la tripulación se repartía aquellas milanesas marketineras.
Pero esos años se empezaron apagar. Cristina Kirchner voló mucho en el avión, pero en 2015, con el fin de su presidencia, renunció uno de los pocos pilotos habilitados para volar el Tango.
Finalmente, Mauricio Macri intentó venderlo. Aquel icónico avión ya no estaba en condiciones de seguridad como para vuelos presidenciales y en 2016 lo retiró de la flota. Se armaron dos subastas y se lo ofreció como chatarra. Pero tampoco aparecieron compradores.
Con la llegada al poder de Alberto Fernández, aquel viejo lobo de los aires volvió a latir. El kirchnerismo, siempre relacionado con los aviones privados y los trasladados al Sur, decidió darle una vida más.
El Tango, con 14.113 horas, es el B757 menos volado del planeta. “Por lo tanto se recomienda ponerlo en servicio”, dice uno de los informes que tiene en su despacho el Presidente.
Según ese informe reservado al que accedió LA NACION, el plan de mantenimiento de fábrica contempla un service “liviano” cada 2 años y otro “pesado” cada 10 años. En 2016, Macri dispuso sacarlo de servicio por vencimiento calendario “pesado”, algo así como que se le venció la “VTV”.
Ese documento dice que ponerlo en servicio tiene un costo mínimo de US$15 millones. Se deberían agregar tanques de combustible adicionales, con un costo de US$5 millones. Luego, en los siguientes 10 años los mantenimientos “livianos” serian cada dos años y el precio de cada uno es de alrededor de 4 millones cada uno. “Desde 1994 al 2014 se hicieron 11 licitaciones Internacionales para su service. Los seis talleres contratados fueron todos de primer nivel internacional”, le escribieron los técnicos al Presidente.
Pero hay más impedimentos para ponerlo en servicio. No existen en el país aviones similares en el país y, por lo tanto, no hay taller ni personal técnico en el país capacitado ni habilitado para este trabajo. “Sería muy complejo y costoso armar una estructura para realizar por primera vez un service que se repite cada 10 años”, finaliza el documento.
Aquellos años de gloria son apenas un recuerdo. Hoy, el Virgen de Luján se encuentra bajo un programa de mantenimiento de baja utilización. “Al menos una vez al mes se operan los motores a régimen de ralentí durante cinco minutos como mínimo. El sistema de combustible se testea por contaminación microbiológica y se drena el agua de sumideros y tanques de compensación. La situación particular a la fecha de los motores que equipan la aeronave de referencia es la siguiente: En marzo de 2005, ambos motores han tenido un nivel de intervención L3 en todos sus módulos”, se lee en uno de los documentos.
Ya está en marcha una licitación para reemplazarlo. El Tango se prepara para ser entregado por unos pocos dólares en parte de pago. Le queda un último viaje. Y entonces, las historias de peluqueros y milanesas serán eso, apenas historias.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Giorgia Meloni, el Papa Francisco, un gobernador peronista y un “ídolo” libertario: el podio de quienes le hicieron regalos a Javier Milei
- 2
El Gobierno oficializó la poda a la obra pública y el Tesoro le pidió a la Secretaría que devuelva 1 billón de pesos
- 3
Opinión. Zonas de exclusión: no es el glifosato sino el asfalto el que mata la vida biológica de los suelos
- 4
Premio: un reconocido toro Angus argentino se coronó subcampeón del mundo