Miguel Pesce hizo una fuerte defensa de las Leliqs: “No son una bomba, son una oportunidad”
El presidente saliente del Banco Central también se refirió a la persistencia de la institución y relativizó el llamado del presidente electo Javier Milei por eliminarlo
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El presidente saliente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, hizo una contundente defensa de las Letras de Liquidez (Leliqs), uno de los instrumentos de regulación monetaria que empleó durante su administración, pero que se expandieron hasta superar los $23 billones, de la mano de la aceleración de la inflación, el persistente déficit fiscal y su financiamiento con emisión de pesos. El economista, que cumplió toda la presidencia de Alberto Fernández en su cargo, dialogó con AM 750 y explicó que su función es que exista ahorro para el futuro crecimiento económico.
“Lo que ha hecho el Banco Central con las Leliqs es evitar que haya una caída fuerte de la tasa de interés y buscar que el ahorro de los argentinos y de las empresas no se desvalorice. En muy pocos meses la tasa de interés con la que se remuneró a las Leliqs y los plazos fijos ha superado la inflación, pero sí ha estado alrededor de esos valores preservando el valor de los argentinos y de las empresas, de tal manera que cuando se inicia el proceso de crecimiento haya ahorro para tener ese crecimiento. No es una bomba, yo creo que es una oportunidad para la Argentina y hay que preservar ese valor, no hay que licuarlo. Hay que preservarlo para convertirlo en financiación y crecimiento”, argumentó.
“Con esta cuestión de la restricción que la Argentina tiene para crecer tiene dificultades para canalizar su ahorro en inversión. Esto es un poco complejo, pero es así. Detrás de las Leliqs están los plazos fijos de la economía y el sistema financiero del mercado de capitales ha tenido dificultades para transformar ese ahorro de los argentinos en crecimiento”, continuó su justificación Pesce.
Cabe destacar que las Leliqs fueron creadas en 2018 por el BCRA como sucesoras de las Lebac (Letras del Banco Central). A diferencia de estas últimas, que podían ser adquiridas por cualquier persona (individuos o empresas, del país o el exterior), las Leliq solo están disponibles para los bancos, regulados por el propio Banco Central, y tienen una duración de 28 días.
Pesce también fue consultado por el futuro del BCRA en el gobierno de Javier Milei, en particular a partir de las declaraciones de su sucesor en la presidencia de la institución, Santiago Bausili, que aseguró que seguiría existiendo mientras él esté en el cargo. En ese contexto, el titular saliente relativizó las promesas de campaña del libertario: “No escuché las declaraciones de Bausili pero es imposible que no haya Banco Central en una economía moderna. Fíjense que en Europa se creó el Banco Central europeo a partir del euro y todos los países europeos conservaron el Banco Central. En Ecuador, donde la economía se dolarizó, sigue existiendo el Banco Central y lo mismo ocurre en El Salvador. Los bancos centrales cumplen roles fundamentales en las economías y no hay casos en las economías modernas donde no los haya. Me parece que en las campañas electorales, y esto es una conjetura mía, para hacer llegar el mensaje de una forma contundente se hacen afirmaciones que luego en el ejercicio del poder pueden tener otro carácter”.
A Pesce también le consultaron acerca de la frase de Luis Caputo, que regresará a la cartera de Economía, acerca de que la herencia que recibirá la nueva administración será “la peor de la historia”, pero se mostró en fuerte desacuerdo: “No coincido, me parece que son declaraciones casuales. Sin lugar a dudas, la peor herencia de la democracia la recibió Raúl Alfonsín y la segunda fue la que tuvo que afrontar el presidente Duhalde. Fueron dos circunstancias extremadamente difíciles, no se pueden comparar a la circunstancia actual de ninguna manera”.
“La perspectiva también es distinta, porque si bien estamos con un problema de balance de pagos, porque se perdieron 20.000 millones de dólares de exportación debido a la sequía, se espera que este año exportemos alrededor de 66.000 millones y el año que viene vamos a estar por arriba de los 90.000. Esto siempre ha sido un problema grave para la economía argentina, igual que la restricción energética, pero el año que viene no van a estar presentes”, agregó.