Mientras Lázaro Báez es acusado, la Justicia sigue con los remates de Austral Construcciones
En las últimas dos semanas se subastaron seis inmuebles en Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, y se adjudicó uno solo en US$81.000; se prepara la venta de las estancias que representan 20 veces el territorio porteño
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Más allá de lo que suceda en el juicio de Vialidad con la condena o no a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al empresario Lázaro Báez, entre otros, la suerte de Austral Construcciones hace tiempo que está sellada. Mientras la atención se va con los alegatos, en el fuero comercial se mantiene el paso firme para vender todos los activos de la empresa.
Lejos de las culpas penales, en la quiebra de la empresa se liquidan bienes para, finalmente, pagar a los acreedores que dejó la caída de la compañía estrella del imperio que armó el santacruceño durante el kirchnerismo.
Ayer salieron a la venta cuatro inmuebles. El primero, una parcela en “Estancia Punta Loyola”, ubicada en el departamento de Güer Aike, de la Ciudad de Río Gallegos. Nadie dio la base de US$80.000 según la cotización del dólar contado con liquidación. Luego, un inmueble sito en calle Gobernador Lista 330 de Río Gallegos sí tuvo comprador a cambio de US$81.000. Finalmente, otros dos, con bases de US$48.000 y US$32.000, quedaron vacantes.
El lunes de la semana anterior, por caso, se subastaron otros dos inmuebles donde alguna vez funcionó la empresa. El primero, en la calle Francia 915, 921 y 929 de la ciudad de Comodoro Rivadavia, donde se ubican 329 metros de oficina y 10 cocheras. El otro, un lote en la esquina de las calles Benito Grillo y Pedro Pablo Ortega, un terreno donde alguna vez estuvo el poderoso y activo corralón de Austral Construcciones.
Las oficinas salieron a la venta con una base de US$226.000, mientras que el obrador, a US$478.000. En ninguno de los dos hubo oferentes y la subasta se declaró desierta.
Esa mañana, a poco de iniciar el remate, en todos los bares de la zona que tiene como epicentro la Dirección de Subastas, ubicada en Jean Jaures 545 de la Ciudad de Buenos Aires, había una certeza: nadie iba a ofrecer nada. Como ha sucedido en la mayoría de los remates de las propiedades que fueron de Lázaro Báez, los primeros remates quedan desiertos.
Todo estaba atado, amarrado y definido horas antes de que el martillero abriera formalmente la subasta. Sentarse en cualquier bar de la zona era suficiente para activar las alarmas de los cortesanos y empezar a recibir miradas furibundas. “¿Va al remate? Va a ofrecer?”, se escuchaba en voz ya no tan baja. Allí, en esa zona que queda entre Abasto y Once, nadie disimula nada: los precios y las formas se conversan antes de entrar al recinto donde apenas hay formalidad judicial. Entonces ahí si, con atril, martillero y martillo que golpea, se mantiene la tradición del remate a mano alzada. Solo que el libreto ya está escrito desde antes.
Ese lunes ya se sabía que nadie abriría la boca. De esta manera, confesaban los operadores de bares, saldrá nuevamente a la venta, aunque esta vez, con la base retasada.
Los inmuebles
El primero de los que salió a remate fueron las oficinas de la calle Francia. Se trata de un departamento en el que, según los edictos, podrían funcionar consultorios médicos, estudios profesionales o la sede de una empresa. El total suma 322 metros cuadrados y 89 más distribuidos en 10 cocheras cuya base se fijó en US$226.000
El otro es un predio de alrededor de 5600 metros cuadrados que hizo las veces de obrador de Austral Construcciones cuando la empresa tenía grandes licitaciones en la Patagonia. El inmueble, además de tener una casa para un encargado y espacio para oficinas, tiene tres naves industriales, una de ellas con puente grúa. Por ahora, no hubo interesados en pagar US$478.000 que fue la base de la subasta.
Por estos días, las subastas con bienes que pertenecen a la quiebra de Austral Construcciones son habituales. Claro, son menores respecto de los que varios miran con atención: las estancias de Lázaro Báez. Esa superficie que se aproxima a 20 veces el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aireas (CABA) se empezará a rematar en poco tiempo.
Mientras tanto, por caso, hay ofertas de bazar. Una camioneta fue Chevrolet S10 fue rematada en 70.000 pesos y un juego de 5 cubiertas, en 1000. Pero todo apunta al plato fuerte. El 1° de noviembre, en la misma oficina de subastas, saldrá a la venta la Estancia Campamento, mientras que por estos días se avanza con los pasos procesales necesarios para rematar definitivamente las estancias Cruz Aike y La Porteña, en forma conjunta, además de otra llamada Río Bote.
La primera (18.192 hectáreas) está ubicada sobre los terrenos que serán inundados por el lago que se formará con la construcción de las polémicas centrales Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Según constancias judiciales, de aquella superficie se expropiarán 1339 hectáreas que se ubican en la margen derecha del Río Santa Cruz. Por ahora, aunque está sujeto a revisión, el valor de remate de esta emblemática estancia es de 620 millones de pesos.
La Porteña, la otra estancia que se rematará, tiene una base de $230 millones, aunque podría ser aumentada si el juzgado pide una nueva tasación.
Mientras en el fuero penal federal se distingue o no si Cristina Kirchner, Lázaro Báez, Julio De Vido, José López y Nélson Periotti conformaron o no una asociación ilícita, Austral Construcciones camina a su destino de extinción. Nació con un aporte pequeño como sociedad unos 12 días antes de que asumiera Néstor Kirchner la presidencia y dejó de operar en diciembre de 2015, cuando Cristina Kirchner dejó el poder. Ahora se acumulan miles de fojas con remates de centenares de bienes que estaban a nombre de la empresa. Duró 12 años, acumuló millones y dejó deudas por otro tanto.
De a poco, la constructora estrella se desvanece en los tribunales comerciales mientras en los penales se debate si su dueño y los funcionarios que operaban para él conformaron una asociación criminal para sacar fondos del Estado.