México propone abrir el sector eléctrico a la competencia
CIUDAD DE MÉXICO—El plan del gobierno mexicano de reformar el sector energético ha concentrado casi todas las miradas en el sector petrolero, pero también busca renovar otra área con potencial de recibir enormes inversiones: la electricidad.
El sector, dominado por el gobierno, está listo para una actualización, tal como sugieren los precios de la electricidad, que son en promedio 25% más altos que en Estados Unidos.
Estos altos costos no solo suponen una pesada carga para los consumidores y el gobierno, que los subsidia, sino que además eliminan muchos de los beneficios que las empresas extranjeras del sector recopilan por los bajos costos laborales y las ventajas geográficas.
"Desde hace años, las compañías se han estado quejando por los altos costos de la electricidad", indicó Duncan Wood, especialista en energía que encabeza el centro de estudios Wilson Center. Reformar el sector eléctrico, agregó, "tendrá dos consecuencias: primero, hará que México sea más competitivo, y segundo, elevará el estándar de vida".
El lunes, el presidente mexicano Enrique Peña Nieta dio el primer paso para terminar con el monopolio estatal de 75 años en la producción de petróleo y gas del país, al abrir potencialmente algunas de las mayores reservas no explotadas del mundo a empresas privadas. En medio de la oposición de la izquierda nacionalista, la oposición conservadora ha accedido a sumarse al gobierno para aprobar las enmiendas constitucionales.
Menos visible en el anuncio fue la intención del plan de reformar el sector eléctrico y abrir los servicios públicos estatales a la competencia directa.
Ante los crecientes costos de la electricidad, algunas empresas, como Nissan Motor Co., han dejado de recurrir a la electrici-dad generada por el estado y están consiguiendo su propio suministro. Nissan usa turbinas de viento para producir casi la mitad de su energía; el principal productor de cemento de México, Cemex SAB, ahora también genera gran parte de su propia electricidad, en parte con energía renovable.
Pedro Joaquín Coldwell, el sectrariode Energía del país, indicó el lunes que temía que las empresas pudieran trasladar la producción mexicana hacia EE.UU. o Canadá si México no podía ofrecerles mejores precios por la energía.
Peña Nieto se ha posicionado como un reformista, con la promesa de impulsar el crecimiento a través de la desintegración de monopolios, incluidos los gigantes estatales del sector energético Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos, o Pemex. La comisión controla la red eléctrica del país, y genera alrededor de dos tercios de la energía mexicana. El resto es generado por otras compañías que deben venderla a la comisión si no la usan ellas mismas.
Bajo el plan de Peña Nieto, las compañías de energía privadas podrían licitar para tener acceso a la red eléctrica, obligando a la comisión a competir por primera vez contra terceros. Una entidad gubernamental independiente —no la propia comisión— seguiría distribuyendo y vendiendo la electricidad. Pero la competencia por la red alentaría a la comisión a volverse más eficiente y reducir los precios, cree el gobierno.
Además, Peña Nieto planea abrir el sector de gas natural a la inversión privada. La iniciativa, que busca impulsar la producción interna de México, podría abaratar la electricidad porque el país quema gas natural para generar gran parte de ella.
"El mensaje que envió el presidente es que (la comisión) debe ser más flexible", dijo Marco Oviedo, economista jefe de Barclays en México. Oviedo indicó que si las reformas son aprobadas, prevé que los precios de la electricidad podrían comenzar a bajar en 2015.
Un factor que podría entorpecer una rápida caída de los precios de la energía es la precaria condición financiera de la comisión después de comprar en 2009 otra empresa estatal de servicios públicos, Luz y Fuerza.
Aun así, unas cuantas empresas extranjeras ya se han posicionado para sacar provecho si los cambios se materializan. Iberdrola SA, una de las mayores eléctricas de España, ha estado incrementando las inversiones en México desde el año pasado y se encamina a invertir US$120 millones hasta 2014. La empresa indicó que era demasiado pronto para hacer comentarios sobre la propuesta legislativa de Peña Nieto.
Jeremy Martin, analista de energía del centro de estudios Institute of the Americas, dijo que el proyecto del gobierno mexicano podría llegar a alentar a empresas estadounidenses a exportar sus excesos de electricidad a México, algo que ahora está prohibido.
Mucha gente tiene esperanza de que el potencial del proyecto para bajar los costos de la electricidad podría hacer que las empresas mexicanas sean más competitivas y sumar empleos. "El número de plazas laborales que se crearán, esas cosas serán las que el público entenderá", dijo Martin.
—Anthony Harrup contribuyó a este artículo.