Mercados, con la lupa en la política local y en las tasas de Estados Unidos
El mercado observa con preocupación los datos de la deuda soberana argentina y el incremento de los niveles de interés en el país presidido por Biden, algo que afecta a todos los países emergentes. En el plano internacional, también hay intranquilidad por las inversiones que rotan hacia sectores de mayor crecimiento.
Por ahora, los bonos no encuentran piso
La deuda soberana en dólares vuelve a reflejar un balance semanal negativo, con rojos de entre 2% y 2,5% en promedio. Los inversores a nivel local no encuentran por el momento catalizadores positivos que puedan revertir las expectativas, y siguen a la espera de señales políticas y económicas que puedan generar un cambio de tendencia. El discurso del presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa poco ayudó en este sentido, y esto se vio reflejado en los precios. Sumado al clima externo, más bien volátil, que también castigó a la deuda emergente en las últimas ruedas. Así, los bonos tocaron nuevos mínimos desde su reestructuración, con rendimientos que ya superan el 18% en promedio. Las paridades, en tanto, se ubican ya en niveles de entre 32% y 34%. En esta coyuntura, el riesgo país aumentó 70 puntos básicos para cerrar en 1590 puntos. El punto más importante tiene que ver con la posibilidad de atrasar más las negociaciones con el FMI, lo que retrasaría, en consecuencia, la posibilidad de contar con un programa económico-monetario más concreto que apunte a corregir los desequilibrios macroeconómicos.
El Banco Central y la compra de dólares
La autoridad monetaria mantiene una intensa actividad dentro del mercado de cambios, con compras que totalizaron los US$533 millones en las primeras cinco ruedas del mes. Se trata de un número muy alto si se compara con los de meses anteriores. En la primera semana de febrero el Banco Central había comprado US$139 millones, mientras que enero arrancó con apenas unos US$16 millones a su favor. A este ritmo, no falta mucho para superar el saldo neto positivo de la totalidad de febrero. En el año, acumula unos US$1325 millones con compras en 33 de los 41 días hábiles. Lo cual, sin dudas, es un buen dato, en especial luego de las expectativas que existían en los últimos meses de 2020. Esta dinámica se da con una mayor liquidación de granos, que se traduce en un aumento de la oferta de divisas. Hasta ahora, el sector agropecuario ingresó más de US$ 400 millones, que se combina con una demanda privada regulada permite al Central hacerse de divisas. Hacia adelante, se espera que la mayor oferta del sector exportador continúe con el salto en los precios del maíz y la soja a niveles récord este año.
Saltan las tasas de la FED y llega un mayor riesgo
Marzo arrancó con una volatilidad no menor, a medida que los riesgos inflacionarios crecen. Y el mercado de deuda responde en consecuencia. El índice VIX llegó a superar los 30 puntos y los mercados accionarios mostraron números mixtos. La tasa a 10 años, en tanto, tocó el 1,6%, dando lugar a un empinamiento de la curva soberana. El spread entre la tasa de 2 y 10 años avanzó a los 140 puntos. Todo esto, con expectativas inflacionarias que se ubican en torno al 2,45%, superando el pico de abril de 2011 y marcando un máximo de los últimos 12 años. Los últimos datos económicos llevan a algunos analistas a describir el entorno actual como inflacionario por todas las razones correctas. Con ingresos que impulsaron el gasto del consumidor, el repunte del sector manufacturero y una mayor creación de empleo a la esperada van creando una imagen sólida en términos de recuperación económica. Los mercados descuentan una reapertura casi total en cualquier momento de este primer semestre, y con un nuevo paquete de estímulos sobre la mesa, se espera una fuerte aceleración de los precios.
Con inclinación a los sectores más sensibles al crecimiento
Con el salto en las tasas de interés, las acciones tecnológicas fueron, lógicamente, las más castigadas. Si analizamos el S&P500 por sector, estas compañías retrocedieron cerca de 2% en la primera semana del mes. Se evidencia, en este marco, una rotación de las carteras hacia papeles de empresas cíclicas. El sector energético y las acciones financieras son los grandes ganadores marcando rendimientos semanales del 9% y 3,5%, respectivamente. Se trata de sectores que fueron muy golpeados por la pandemia y que se espera que sean los más beneficiados por los estímulos fiscales y el avance de las vacunaciones. Con respecto al plano fiscal, si bien están corriendo contra reloj, se espera lograr un expeditivo visto bueno del Senado, aunque ello implique dejar de lado la suba del salario mínimo federal hasta los US$15 por hora. Este contexto favorece a la recuperación de la demanda y al repunte de la actividad, beneficiando a los precios del crudo. Que, a su vez, fueron impulsados por la decisión de la OPEP+ de mantener casi estable la producción de crudo hasta abril. El WTI saltó 7% en la semana y acumula un 36% en el año.