Buenas noticias que darán aire al equipo y un probable cambio de tendencia
Ayer por la tarde todos los argentinos recibimos una grata noticia. Luego de nueve años logramos un ascenso en la clasificación de mercados que hace la entidad MSCI. Es sin lugar a dudas una excelente novedad.
Por un lado, porque la sorpresa fue mayor de la esperada, hubo varios rumores los últimos días sobre que la Argentina seguiría con la categoría de mercado fronterizo y muchos descontaron que así sería.
Sacando ese tema puntual y de especulación, de querer conocer la noticia antes de ser oficialmente publicada por MSCI, existen otros factores muy positivos.
Hace meses que las noticias económicas en la Argentina no son buenas y los pronósticos estuvieron lejos de ser alcanzados. Un tipo de cambio por arriba del esperado, una tasa de inflación que supera los niveles estimados previamente y una gran incertidumbre, que llevó a dudas en la credibilidad y que nos hizo ver cambios en gran parte del equipo que decide los temas económicos del país.
En el medio de los cambios en el equipo y de la turbulencia vivida últimamente, es una segunda buena noticia la confirmación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que hace días se anunciara el cierre de las negociaciones y que, con eso, la Argentina tiene acceso a 50.000 millones de dólares (que deberán ser administrados por el Gobierno con gran responsabilidad).
El cambio en nuestra categoría de mercado significa que va a dar la posibilidad a los grandes inversores internacionales de incluir títulos argentinos (bonos, acciones) dentro de sus portafolios, muchos de los cuales tienen la restricción de invertir dentro de mercados fronterizos por las condiciones que estos imponen al movimiento de capitales.
Se estima que los fondos que pueden llegar a ingresar al país por esa vía pueden rondar los 5000 millones de dólares.
Otra consecuencia es que seguramente también mejorará el nivel de riesgo país. Sin dudas que un país con mejor categoría debería tener como consecuencia menor riesgo y, con eso, una mejora en las condiciones generales del financiamiento en varios aspectos.
Esta buena noticia debería darle un poco de aire al equipo económico, que recién acaba de asumir un cambio de rol y nuevas responsabilidades, tanto en el Banco Central, con Luis Caputo a la cabeza, como en el equipo que se está rearmando con el Ministerio de Hacienda y Finanzas como coordinador.
En conclusión, esperamos estar frente a un cambio de tendencia y que de una vez por todas emprendamos un rumbo diferente, hacia un país más confiable y más creíble.
La Argentina transita "el desafío de crecer con equilibrio", un equilibrio que busca desde hace varias décadas, pero que le cuesta bastante encontrar.
El autor es miembro del consejo directivo del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas
Pablo Miedziak