“Menosprecio al capital nacional”: la advertencia por el funcionamiento de la economía de Javier Madanes Quintanilla
El dueño de Aluar y presidente de Fate habló sobre la competitividad de la producción local, el funcionamiento de las pymes y de su percepción sobre Javier Milei; “no he escuchado demasiadas observaciones con respecto a la equidad; a veces siento que hay un cierto menosprecio al capital nacional”, dijo sobre el RIGI
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El incentivo a las grandes inversiones, la competitividad de las empresas, el tipo de cambio, los riesgos geopolíticos en las alianzas comerciales. Estos fueron algunos de los temas principales que abordó Javier Madanes Quintanilla, dueño de Aluar y presidente de Fate, durante su paso por La fábrica podcast.
El empresario comenzó señalando la transformación significativa que ha sufrido la Argentina en las últimas décadas y planteó: “La burguesía argentina o el sector privado argentino era un referente a nivel mundial”.
“La desnacionalización de la economía en las últimas cuatro o cinco décadas ha sido monstruosa, lo cual para mí es un problema, porque yo respeto mucho la inversión extranjera, pero es muy diferente la conversación con un CEO de una compañía multinacional instalada en la Argentina, que con alguien que tiene una trayectoria de larga data en el país y ha vivido todos los procesos de cambio”, dijo Madanes Quintanilla, quien apuntó contra el RIGI y calificó de “acto de suicidio” la decisión del Gobierno de alejarse de China, aun con el swap de monedas vigente.
Con respecto al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), destacó la necesidad de promover inversiones de manera equitativa, una discusión que hoy no se estaría llevando a cabo: “Escucho críticas por el monto, pero no he escuchado demasiadas observaciones con respecto a la equidad. A veces siento que hay un cierto menosprecio al capital nacional. Esto viene desde hace años. Muchas veces se identifica al capital nacional como algo abusivo, codicioso”, sostuvo, a la vez que expresó su preocupación por la falta de competitividad en el país.
“No es competitivo porque hemos creado un monstruo, un Frankenstein. Es difícil que se pueda ser competitivo en un país donde el sector informal hoy está entre el 40% y el 50% de la economía”, sostuvo, y agregó que otro factor perjudicial es el impuesto sobre las exportaciones industriales.
El empresario también criticó la distorsión económica causada por múltiples tipos de cambio y la falta de un mercado cambiario transparente. En este sentido, abogó por una transparencia de mercado y sugirió que unificar el tipo de cambio, aunque doloroso al principio, podría ser una mejor solución que seguir “tapando agujeros”.
En cuanto a las políticas proteccionistas, opinó que un proteccionismo a largo plazo no tiene sentido, pero tampoco es viable liberalizar totalmente las importaciones mientras se mantienen retenciones a las exportaciones, y consideró absurdo resolver los problemas estructurales sin abordar primero las distorsiones que afectan la producción local: “Si yo tengo cada vez un mercado interno más chico, voy a tratar de resolver el problema con un tremendo sobrecosto del producto fabricado localmente, mientras estoy abriendo el mercado a la importación del mismo producto”.
En el ámbito geopolítico, Madanes advirtió sobre los riesgos de alinearse incondicionalmente con determinadas potencias. Como ejemplo, se refirió a la relación con China y sus inversiones en infraestructura, sugiriendo que un distanciamiento podría generar conflictos comerciales y complicaciones financieras significativas. “Es indispensable tener un prestamista de última instancia que nos resuelva nuestros problemas. Estamos cometiendo un acto de suicidio: queremos tomar distancia con China, pero le debemos mucho dinero. Hay inversiones hechas en la Argentina, como las represas hidroeléctricas, y haría falta más de US$10.000 millones para que se terminen. ¿Qué vamos a hacer con eso? Vamos a generar un conflicto comercial de largo plazo”, comentó.
Ante la consulta respecto del funcionamiento de las pymes hoy, el empresario destacó la fuerte caída que está sufriendo el sector, por encima del 50%, a lo que sumó: “El sector pyme se ha protegido comprando insumos muy por encima de lo que necesitaba para procesar los productos. Ahora se encuentra con un mercado recesivo y stock de insumos muy elevado. Entonces, está funcionando en función de la caja, no de un balance económico. Eso es perverso”.
Finalmente, también brindó su opinión sobre la figura de Javier Milei y resaltó, como un lado que respeta del mandatario, “la fortaleza que transmite, la convicción”, aunque, por otro lado, también afirmó que le preocupa que esa misma convicción tenga mucho de dogmatismo. “El entusiasmo: fantástico. Pero no con un costado místico o dogmático. Eso sí me preocupa mucho”, enfatizó.
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