Medidas para frenar al dólar: cinco puntos para entender los motivos y las consecuencias del anuncio oficial
El Ministerio de Economía pondrá en funcionamiento una nueva medida “creativa” para lograr dos objetivos concretos: conseguir financiamiento para cubrir el déficit del Estado y estabilizar los tipos de cambio financieros
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El Ministerio de Economía, en coordinación con el Banco Central (BCRA), pondrá en funcionamiento una nueva medida creativa para lograr dos objetivos concretos: conseguir financiamiento para cubrir el déficit del Estado y estabilizar los tipos de cambio financieros para impedir que se siga agrandando la brecha cambiaria.
A continuación, cinco puntos para entender las medidas:
1. Malvender recursos públicos
El Ministerio de Economía ya está sufriendo el impacto que la sequía tendrá en los ingresos del fisco, ya que al haber menos exportaciones, se recaudará alrededor de 1% del PBI menos por derechos de exportación y otros impuestos. Al mismo tiempo, a la Secretaría de Finanzas le estaba costando cada vez más colocar deuda en pesos para financiar el déficit del Estado.
Para solucionar este problema, la recomendación de los economistas era que el Palacio de Hacienda reduzca más fuerte el gasto, con aumento de tarifas, recortes en transferencias discrecionales a las provincias o menor inversión en capital. Sin embargo, son todas medidas que difícilmente el Gobierno aplicará en un año electoral.
Ante esta situación, el equipo del ministro Sergio Massa ideó hacer líquida la deuda en dólares de los organismos nacionales, como la que tiene el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, a cargo de mantener en valor las jubilaciones futuras.
¿Cómo funciona esto? El Poder Ejecutivo publicará un decreto en el que obligará a todos los organismos a vender en el mercado secundario los bonos de deuda en dólares bajo ley local que tengan. Con los pesos que obtengan a cambio, podrán ir al Tesoro a comprar los nuevos bonos en pesos que emitirá. De esta manera, el Palacio de Hacienda tendrá los fondos frescos que necesita.
La contracara de esta medida es que el Gobierno está cambiando deuda intrasector público (que está en manos del mismo Estado) por deuda en manos de privados, en un contexto en el cual las cotizaciones de los bonos es muy barata. Dicho de otra manera: el Tesoro obligará a los entes estatales a vender una deuda que el día mañana cobrará el 100% (US$100, por ejemplo) a un 30% de su valor de hoy (a US$30) a cambio de tener otros bonos en pesos. Los privados, por su parte, acceden a comprar deuda a valores muy bajos, para cobrar el 100% mañana.
Por otro lado, el Ministerio de Economía obligará también a los organismos nacionales a vender sus tenencias de deuda emitida bajo legislación internacional (más difícil de defaultear), para cambiarla por nueva deuda emitida bajo legislación local.
2. Controlar los tipos de cambios financieros
Al contar con menos dólares por la sequía y al ver que el Gobierno necesita más financiamiento para cubrir su gasto, los tipos de cambio paralelos, como el MEP y el CCL, comenzaron a despertarse y presionar sobre la brecha cambiaria, que ya está en torno al 100%.
Ante esta situación, el Palacio de Hacienda buscará intervenir los dólares paralelos dándoles oferta para que las cotizaciones dejen de subir. La forma de hacerlo es obligar a que los organismos estatales vendan sus bonos en dólares para hacerse de pesos. Para ello, habrá un cronograma en el cual el Ministerio de Economía decidirá qué día y qué organismo estatal vende cierta cantidad de sus bonos en dólares.
En el corto plazo, con esta estrategia, el Gobierno conseguirá su objetivo, pero la contracara es que las cotizaciones de los bonos seguirán valiendo muy poco y subirá el riesgo país. Esto ocurre porque ahora habrá más deuda soberana en manos de inversores privados, en vez de estar en entes públicos. Los inversores, por lo tanto, verán que al Estado le será más difícil pagarles a todos los privados esa deuda el día de mañana y, en consecuencia, deciden desprenderse de esos títulos hoy.
3. Bajar la emisión monetaria
En el Palacio de Hacienda son optimistas que, al lograr conseguir fondos frescos de la venta de deuda en dólares, van a necesitar menos ayuda de la emisión monetaria del Banco Central (BCRA) para cubrir el déficit. Al mismo tiempo, la Secretaría de Finanzas tendrá también menos presión para conseguir financiamiento neto en cada licitación de deuda.
Por otro lado, al reducir restricciones a las empresas para que puedan dolarizarse, más fondos van a comprar los bonos en dólares a cambio de entregar pesos, que el Tesoro sacará de circulación, si avanza con una reducción del gasto (porque no necesitaría de esos pesos).
En el Gobierno creen que esto reducirá las licitaciones de Leliq y que, consecuentemente, bajará el déficit cuasi fiscal.
4. “Plan Llegar”
En el mismo Palacio de Hacienda bromeaban anoche con que estas medidas son, “como diría [el economista Carlos] Melconian, otra pata más del Plan Llegar”. Ante la falta de financiamiento y las restricciones que impuso el mismo Fondo Monetario Internacional (FMI) para intervenir en los dólares paralelos, el equipo económico ideó una nueva estrategia para financiarse en el corto plazo a tasas altísimas, ya que obliga a los mismos entes del Estado a vender deuda que cotiza a muy bajo precio y, por lo tanto, ofrece rendimiento altísimo.
“Con estas medidas, habrá más deuda en dólares para pagar el día de mañana. Va a ser más difícil de pagar porque habrá más tenedores privados, por eso caen las cotizaciones afuera. La chance de que explote todo en tres meses es menor, pero las chances de que la Argentina esté más complicada en cinco o 10 años es mayor. Para un gobierno normal, estas medidas serían inconcebibles”, dijo un banquero con sede en Nueva York.
5. El rol del FMI y un volantazo
En enero, el Ministerio de Economía había anunciado una recompra de deuda en dólares para aprovechar que estaba “barata”, pese a que vencía dentro de más de 10 años. El objetivo principal era controlar el CCL, aunque se complicaba la situación de corto plazo (porque caían las reservas del Banco Central), pero se mejoraba la de largo plazo (menos deuda en manos de privados).
Menos de dos meses después, el mismo Ministerio de Economía hizo un cambio radical y tomó la decisión contraria. El objetivo sigue siendo el mismo: controlar los tipos de cambios financieros. La duda en el mercado financiero es saber si el FMI esta vez permitirá la intervención.
En el último comunicado, el Fondo prohibió que se interviniera en los tipos de cambios financieros “con reservas”. Esta vez, el Gobierno no usará las reservas del BCRA, pero complicará la situación crediticia futura del país.
“Es imposible que el Fondo esté de acuerdo ahora. El costo de esta medida en el mediano y largo plazo es tan grande que es imposible que el FMI esté de acuerdo. Esto lo hace más insostenible a la deuda. En ese caso, es más improbable que el Fondo esté de acuerdo. Es como si alguien se queda sin trabajo y decide mantener su nivel de gastos, usando la tarjeta de crédito a tasas altísimas”, concluyó el analista económico de Wall Street.
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