Coronavirus: La Fed baja la tasa y EE.UU. aplica medidas drásticas para frenar el virus
WASHINGTON.- Estados Unidos comenzó a implementar las medidas más drásticas y desesperadas desde la llegada del nuevo coronavirus al país para detener su avance y aplanar la curva de contagios, evitar la mayor cantidad de muertes posible, y proteger a la economía de un daño mayor al que ya infligió la pandemia.
En una inesperada y contundente medida de emergencia, la Reserva Federal (Fed, en la jerga financiera) recortó su tasa de interés de referencia un punto hasta el rango del 0-0,25%, el mismo que fijó a fines de 2008 para frenar la debacle desatada por la crisis financiera global, que hundió al país en la Gran Recesión.
Ohio e Illinois se convirtieron en los dos primeros estados del país en ordenar el cierre de bares y restaurantes para reforzar el "distanciamiento social" recomendado por los expertos para detener el avance de Covid-19. California "urgió" la misma política, sin ordenarla. El gobernador, Gavin Newsom, dijo que los mayores de 65 años deben permanecer en sus casas. Y bajo una fuerte presión, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el cierre de las escuelas en la ciudad, el sistema escolar más grande del país."Soy consciente de que esto afectará a muchos, muchos buenos trabajadores. No puedo decirles cuánto lo siento, pero trabajaremos para mitigar el sufrimiento. Nuestro objetivo es que todos superemos esto. Cada día que nos demoramos, más personas morirán", dijo el gobernador de Ohio, Mike DeWine, al anunciar la veda.
En Washington, D.C., la alcaldesa, Muriel Bowser, solo ordenó por ahora el cierre de boliches, las barras de los bares y la ocupación de más de seis personas por mesa en restaurantes. Pero varios restaurantes fueron más allá y anunciaron su cierre temporal. El chef José Andrés, una celebridad en la escena culinaria de la capital del país, dueño de varios restaurantes, anunció que cerraría todos.
Apple, Nike, la cadena de supermercados Walmart, y locales de ropa como Urban Outfitters fueron algunas de las empresas que también anunciaron el cierre de sus locales o la implementación de horarios restringidos.
La urgencia que mostraban autoridades estatales y locales y compañías para imponer el "distanciamiento social" en el país y disminuir el ritmo de contagios del nuevo coronavirus –una estrategia conocida con el término "aplanar la curva", que ganó popularidad en cuestión de días– estaba anclada en un fuerte temor: que falten camas en hospitales para todos los enfermos, sobre todo, en unidades de terapia intensiva.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, elevó la alarma al pedirle al presidente, Donald Trump, que ordene al Ejército que ayude a los estados a ampliar la capacidad hospitalaria. Cuomo dijo que según una estimación, hasta 21 millones de personas podrían requerir hospitalización.
"Esto aplastaría el sistema médico de la nación", alertó en una columna publicada en el Times. En Nueva York hay solo 53.470 camas de hospital, de las cuales solo 3186 son camas en unidades de cuidados intensivos, graficó. "Nuestro país en su conjunto tiene menos de un millón de camas de hospital con personal, menos proporcionalmente que China, Corea del Sur o Italia ", escribió Cuomo, quien pidió aprovechar la experiencia de los ingenieros del Ejército para "modernizar y equipar las instalaciones existentes, como bases militares o residencias universitarias, para servir como centros médicos temporales".
Pero Trumpp volvió a minimizar la crisis en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, al afirmar que el gobierno tenía un "tremendo control" sobre el avance del virus. Su experto líder en el combate a la pandemia, Anthony Fauci, lo contradijo apena unos minutos después en la misma conferencia de prensa al afirmar: "Lo peor aún está delante de nosotros". "Este es un virus muy contagioso, es increíble, pero es algo sobre lo que tenemos un control tremendo", había dicho Trump.
Además del contundente recorte en su tasa de interés, la Reserva Federal de Estados Unidos también anunció una monumental compra de activos financieros, incluidos bonos del Tesoro, para inyectar US$ 700.000 millones en la economía. Trump celebró el doble anuncio. "Me hace muy feliz, y quiero felicitar a la Reserva Federal", dijo. "Son realmente buenas noticias, es genial para nuestro país", continuó el mandatario, quien ha criticado en reiteradas ocasiones la política monetaria de la Fed y el liderazgo de su presidente, Jerome Powell, de quien incluso llegó a decir que tenía el derecho a despedirlo.
La última vez que la Fed recortó la tasa de interés a ese nivel fue en diciembre de 2008, en medio del derrape de los mercados financieros por la crisis financiera global, que empeoró tras la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers. "El brote de coronavirus ha dañado a las comunidades e interrumpido la actividad económica en muchos países, incluido Estados Unidos. Las condiciones financieras globales han sido significativamente afectadas", indicó el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, según sus siglas en inglés) en un comunicado de prensa con la decisión. Los efectos del coronavirus "pesarán en la actividad económica a corto plazo y plantearán riesgos para el panorama económico", agregó el banco central.
La Fed dijo además que está preparada para utilizar "su gama completa de herramientas", y anunció que aumentará sus compras de bonos del Tesoro en al menos US$ 500.000 millones y sus tenencias de activos respaldados por hipotecas en al menos US$ 200.000 millones. Además de esas decisiones, la Fed, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo (BCE), y el Banco Nacional Suizo anunciaron "una acción coordinada para mejorar la provisión de liquidez a través de los acuerdos vigentes de líneas de swap de liquidez en dólares estadounidenses", según indicó en un comunicado el BCE.
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