"Me recibí y ahora no sé qué hacer"
Un flamante licenciado enfrenta con inseguridad el comienzo de su carrera profesional
Muchos jóvenes terminan sus estudios universitarios con la ilusión de encontrar rápidamente un trabajo y hacer carrera en una empresa. En este contexto hay profesionales que tienen muy claro a qué tipo de organización apuntan y qué tareas son de su interés, pero también existen otros que viven la transición como una crisis, desorientados ante la incertidumbre de su futuro laboral.
Considerando este tipo de situaciones es importante desmitificar una creencia generalizada: una persona de entre 22 y 25 años debe tener certezas sobre su vocación profesional. Esta falacia suele cargar de presión a una gran cantidad de chicos que tienen un título en mano, pero no saben qué hacer con él.
La primera recomendación que podríamos darle al joven profesional es que se contacte con especialistas experimentados en su carrera, fundamentalmente para que pueda explorar el abanico de posibilidades que ofrece la profesión. Las licenciaturas en Administración de Empresas o Marketing, por citar dos ejemplos, brindan una salida laboral muy amplia. Quizá sólo sea cuestión de encontrar la arista indicada dentro de la carrera elegida.
En caso de que el joven descubra que la profesión no le gusta, puede pensar en algún posgrado para especializarse en otra área, o bien buscar trabajo en empresas que desarrollen actividades que le gusten.
Si la persona no sabe ni por dónde empezar, un test vocacional siempre sirve como guía o nuevo punto de partida. Es importante mencionar que las crisis vocacionales son tan comunes a los 25 años como a los 50. Volver a empezar una nueva carrera también es una opción válida. La clave es hacerlo con convicción.
Por último, también es responsabilidad de las empresas acompañar a los jóvenes que recorren su proceso de maduración personal y de autodesarrollo dentro de las organizaciones. Esto suele ser muy valorado por las nuevas generaciones.
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