Mates con diseños exclusivos

Si cebar un mate es un asunto de estilo propio y sello personal, diseñarlo es cuestión de gusto, dedicación y exigencia en los detalles. De calabaza y plata, de plata pura o con incrustaciones de oro y marfil, los mates tienen un mercado de lujo que sólo los más selectos orfebres logran satisfacer.

"Cada persona es única y merece tener un mate diferente", afirma Juan Carlos Pallarols, reconocido orfebre que elabora el bastón de mando presidencial y trabaja a mano piezas únicas para esta bebida nacional.

Con águilas, ángeles o flores en sus bases, con largos soportes tipo cáliz o con patas cortas decorativas, cada mate se convierte en una obra irrepetible. Se hace a gusto del cliente, con la cantidad de metal precioso que lo pida y con cuantos detalles quiere ver plasmados. De estos factores, del tiempo y el diseño que le imprima el artesano, depende el precio, que puede ir desde los 2000 pesos (en el caso de los de calabaza con plata) hasta los 70.000 o más.

Juan Carlos Pallarols dice que en el mercado se venden los mates que en promedio cuestan 7000 pesos (en su tienda hay de 13.000 y 15.000), pero que el cliente que quiere algo más sofisticado lo pide y lo paga sin restricciones.

Una de sus obras más exclusivas fue un mate de oro y plata con pava de hornillo (tiene un sistema artesanal para mantener caliente el agua) que hizo en homenaje a Salvador Dalí. Lo vendió en 1987 en US$ 1600. Pero calcula que hoy, por la cantidad de oro que tiene y por el detalle de cincelado a mano, costaría unos US$ 60.000.

Un mate de lujo, coincide Mariano Draghi, de la tradicional firma que lleva su apellido, empieza con un diseño en papel y continúa con la fundición, batido de la plata y el cincelado a mano.

Los mates de pie de cáliz, que tienen una altura de unos 22 centímetros y pesan medio kilo, son los de mayor demanda, al igual que los de decoración clásica. Su precio promedia los 10.000 pesos, aunque uno de los más caros que le encargaron, hecho todo de plata y oro con un escudo de la familia, se vendió en 70.000 pesos y le llevó cuatro meses de trabajo.

Más que un accesorio para tomar esta bebida, los mates de lujo son obras en sí mismas que van a integrar colecciones privadas. Así lo entiende Alberto Calatrava, de la firma de orfebrería que lleva su nombre y que elabora mates en forma de animales, con tapitas e incluso con dos bombillas, para novios. "Es una sola pieza y se usa para algún evento especial familiar o para cerrar algún acuerdo comercial", dice. Un mate todo de plata cuesta unos 10.000 pesos, pero algunos especiales, como el que hizo en forma de ñandú, puede llegar a 25.000 pesos.

En este mercado los principales clientes son turistas, coleccionistas, embajadas y empresas que mandan a fabricar un regalo único para sus altos ejecutivos o diplomáticos, o para eventos típicos argentinos. "El mate viene en su caja de madera y con una bombilla diseñada acorde al mate", cuenta Gastón Boulocq, orfebre de Platería de Campo.

Las bombillas también son piezas únicas, cinceladas y con formas especiales. Si se quieren comprar por separado, su precio oscila entre 300 y 2000 pesos

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