Massa regresa al Congreso para explicar el presupuesto: ¿cuáles son las variables clave y los posibles cruces con la oposición?

El ministro de Economía, Sergio Massa, regresa esta tarde al Congreso luego de haber renunciado hace dos meses a la presidencia de la cámara de Diputados para asumir como jefe del Palacio de Hacienda. En esta ocasión, el ministro defenderá el proyecto de presupuesto 2023 y explicará las proyecciones más controvertidas, como la estimación de inflación del 60% o la expectativa de crecimiento de la economía del 2% del PBI.

Massa llegará a las 14 al salón de Pasos Perdidos del Congreso acompañado por todos sus secretarios, y buscará el apoyo de los legisladores oficialistas y opositores para lograr que nuevamente el año próximo la Argentina tenga una presupuesto, después de los desencuentros de diciembre 2021, que dejaron sin la “ley de leyes” al Ejecutivo este año.

Este presupuesto, a diferencia de los anteriores que diseñó el exministro Martín Guzmán, tiene como guía de fondo el programa diseñado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por lo tanto, el déficit (diferencia entre gastos e ingresos) esperado bajará de 2,5% del PBI este año a 1,9% el próximo, tal como fue acordado con el organismo. Para ello, se espera un fuerte ahorro en subsidios a la energía, que caerían del 2,2% del producto a 1,6%, gracias a la segmentación tarifaria y a la sustitución de importaciones de gas por la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner.

Los gastos del Estado, a su vez, se financiarán en gran parte con deuda pública, ya que el programa acordado con el FMI limita la asistencia del Banco Central al Ejecutivo en forma de adelantos transitorios a 0,6% del PBI. “El mix de financiamiento mercado/BCRA volvería a inclinarse a favor del primero en una proporción 80/20, incluso ampliando el 70/30 de este año. El mercado de deuda local aportaría 2,7 puntos del producto, lo cual a priori luce desafiante”, dijeron en la consultora Equilibra.

En la oposición ya indicaron que “los presupuestos macroeconómicos son más realistas que lo que había mandado Martín Guzmán”, tal como dijo el senador Martín Lousteau. Sin embargo, la crítica principal es la proyección de inflación de 60% para el año próximo, cuando el relevamiento de expectativas entre consultoras privadas que publica el Banco Central (BCRA) señala un índice de precios de 84,1%.

Esta práctica de subestimar la inflación suele ser utilizada por los gobiernos para proyectar menores ingresos de los que luego efectivamente tendrán, cuando la suba de precios sea mayor a la esperada. Esto permite luego disponer de esos “recursos extra” de manera discrecional o con mayor flexibilidad que si tuviesen que estar asignados.

La economista Diana Mondino, a su vez, señala que en el presupuesto no explica cómo hará el Gobierno para reducir la inflación de al menos 95% de este año a 60% el próximo. Esta cuestión será una de las primeras preguntas de la oposición a Massa, que deberá responderla sin la ayuda de los funcionarios del Banco Central que no estarán presentes.

La segunda estimación “optimista” que ven los analistas económicos es la proyección de crecimiento de 2% del PBI en 2023. “La proyección de expansión de actividad para el año que viene luce optimista, pues 2022 tendría que cerrar con un arrastre estadístico negativo en torno al 1% para que se dé el crecimiento anual de 4% del PBI estipulado. Al probable arrastre estadístico negativo se suma la incertidumbre por el recambio presidencial y que el sesgo de la política económica seguiría siendo contractivo al menos hasta mediados de año”, explicaron en Equilibra.

El presupuesto que envió Massa, a su vez, tiene una curiosidad, ya que pone en debate algunos “gastos tributarios” que el Estado tiene por dar beneficios impositivos. “Esto son ingresos que se pierde el fisco debido a que ciertos sectores tienen algún beneficio impositivo. De no haber ningún cambio, estos beneficios le ‘costarán’ al estado 2,5% del PBI. Al interior se destacan la exención del impuesto a las Ganancias que tienen los sueldos de magistrados del poder judicial (0,16% del PBI) y el régimen de promoción económica de Tierra del Fuego (0,35%). Otro rubro importante son las alícuotas reducidas del IVA (0,65%)”, dice la consultora Econviews.

El economista Andrés Borenstein también destaca una “perlita” que dejó el presupuesto. “Según está indicado, el impuesto PAIS pasaría de recaudar el 0,4% del PBI este año al 0,28% el año que viene. Con el turismo creciendo y de a poco volviendo a niveles cercanos a los anteriores a la pandemia esto resulta un tanto extraño. ¿Será que está previsto un desdoblamiento que saque la demanda por turismo del dólar oficial? Pero si eso fuera inminente, la recaudación será cero el año que viene. Hay como una indecisión ahí”, indicó.

Massa estará acompañado por los secretarios Gabriel Rubinstein (Programación Económica), José Ignacio de Mendiguren (Industria y Producción), Matías Tombolini (Comercio), Juan José Bahillo (Agricultura, Ganadería y Pesca), Raúl Rigo (Hacienda), Eduardo Setti (Finanzas), por Leonardo Madcur, jefe de Asesores del Ministerio, y por el titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), Guillermo Michel.

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