Massa pidió paciencia ante los reclamos de empresas norteamericanas por el cepo y las importaciones
El jefe del Palacio de Hacienda se reunió con unos 30 ejecutivos de compañías con inversiones en el país; les dijo que no quiere que se pare ninguna línea de producción por falta de insumos
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WASHINGTON.- Sergio Massa llegó tarde a su reunión con empresas en la Cámara de Comercio de Estados Unidos y se fue una hora después de lo pautado. Hubo muchas preguntas de las empresas y varias fueron específicas a sectores particulares de la economía, pero hubo dos temas que sobresalieron: el reclamo por el cepo y las dificultades para girar utilidades al exterior, y las restricciones a las importaciones. Massa escuchó y les dijo a los empresarios que entendía el problema y “pidió paciencia”, dijo una fuente que estuvo en el encuentro.
Massa estuvo flanqueado en la mesa por el embajador, Jorge Argüello; el vicepresidente para las Américas de la Cámara de Comercio, Neil Herrington, y el embajador norteamericano en la Argentina, Marc Stanley, quien ha participado de casi todos los encuentros del jefe del Palacio de Hacienda. La convocatoria fue un testimonio del interés: hubo alrededor de 30 ejecutivos de multinacionales con inversiones en el país sentados alrededor de las mesas que formaban un rectángulo, una presencia mucho más nutrida que la que tuvo Silvina Batakis, hace dos meses.
Massa presentó su plan para cumplir el acuerdo con el Fondo, repitió algunas de las promesas que había hecho al asumir y les dijo a los ejecutivos que no era mago y no quería generar falsas expectativas. Habló de energía, alimentos y minería, y trató de posicionar a la Argentina como un país que aspira a jugar en la economía global, en particular en esas áreas que han cobrado importancia en la gira a partir de la invasión de Rusia a Ucrania.
Fuentes oficiales indicaron que durante el encuentro se “analizaron la hoja de ruta en materia económica que trazó la Argentina para los próximos años y las medidas anunciadas para estabilizar la macroeconomía”, y hubo coincidencias en “la importancia de generar el marco para que más firmas aumenten su presencia en el país en sectores estratégicos como servicios, agroindustria, minerales, cítricos e hidrocarburos”.
El reclamo por el cepo a las empresas extranjeras que operan en la Argentina para girar sus utilidades a sus casas matrices es añejo, y se había escuchado ya en el encuentro organizado por la filial local de la Cámara de Comercio. Las nuevas restricciones a las importaciones comenzaron a agravarse en medio de la sangría de dólares del Banco Central, que llevó al Gobierno a extremar los diques para evitar una devaluación del tipo de cambio. El secretario de Comercio, Matías Tombolini, trabaja en un plan para evitar que las restricciones impacten en la producción industrial y el empleo.
Massa les dijo a los empresarios reunidos en Washington que no quiere que se pare ninguna línea de producción por falta de insumos.
La reunión en la Cámara de Comercio marcó el cara a cara más importante de Massa con el establishment empresario norteamericano. Hubo ejecutivos de Google, John Deere, Exxon, Citibank, Amazon Web Services, Procter & Gamble, Cargill, Bayer, Dow, Chevron y General Motors, entre otras.
La agenda de Massa incluyó varios encuentros uno a uno con ejecutivos de empresas que tienen inversiones en la Argentina, y el jefe del Palacio de Hacienda viajará a Houston junto con la secretaria de Energía, Flavia Royón, y los presidentes de YPF, Pablo González, y de Enarsa, Agustín Gerez, con quienes mantendrá reuniones con ejecutivos de Chevron, Exxon, Shell y Total.
Fuentes oficiales dijeron que se invitará a las empresas a participar del joint venture que formaron YPF y Petronas para acelerar el desarrollo de gas natural licuado (GNL) y convertir a la Argentina en un jugador en ese mercado global, que ha cobrado especial relevancia luego de la invasión de Rusia a Ucrania.
Los cortes de gas de Rusia a Europa auguran un invierno muy duro en el Viejo Continente. La Casa Blanca sigue con suma preocupación ese futuro inmediato, y le propuso a Massa estudiar la posibilidad de diseñar un “swap” financiero para intentar bajar el precio del gas. El Gobierno recibió la propuesta y comenzará a evaluarla con las empresas. La Argentina no estará en condiciones de exportar gas hasta dentro de varios años, una vez que estén terminados el gasoducto que transportará el gas desde Vaca Muerta y las plantas de licuefacción que permitirán envasarlo y exportarlo.
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