Más restricciones: cómo afectarán al precio del dólar las nuevas medidas
En el mediano plazo podría continuar la estabilidad cambiaria, pero si crece el gasto del Estado, se generaría mayor presión sobre los dólares financieros
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El anuncio de medidas más restrictivas para contener al coronavirus podría hacer caer el consumo y adoptar una actitud de ahorro. Este cambio de tendencia, a su vez, derivaría en una mayor demanda del dólar paralelo, que subiría de precio, aunque en el corto plazo los economistas proyectan que continuará la tranquilidad cambiaria.
A mediano plazo, sin embargo, si se empieza a creer que habrá un mayor déficit (la diferencia entre gastos e ingresos del Estado) -porque las restricciones afectarán la actividad, caerá la recaudación y el Estado incrementará sus planes de asistencia-, la mayor emisión monetaria para financiar ese rojo podría presionar de nuevo sobre los dólares paralelos.
“Con una cuarentena estricta, en primer lugar, se puede generar algún aumento transitorio de la demanda de dinero, como vimos el año pasado. Es una demanda precautoria, porque la gente quiere quedarse con un poco más de pesos líquidos, por miedo a no cobrar a tiempo. Esto debería ayudar a que no haya tanta presión sobre los paralelos”, dice Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma.
Pero, por otro lado, menciona que la incertidumbre juega en contra. “Una medida más restrictiva haría que la recaudación caiga y que el Estado tenga que salir a asistir, lo que generará más emisión. Esa combinación de incertidumbre juega en el sentido inverso. Están los dos factores jugando al mismo tiempo: un aumento de la demanda precautoria de pesos por un lado y, del otro, un salto de las expectativas inflacionarias a futuro”, agregó.
El año pasado, recuerda Caamaño, al comienzo de la cuarentena, el dólar estuvo relativamente tranquilo, pero a medida que pasaron las semanas y la emisión monetaria creció, aumentó.
Federico Furiase, economista de EcoGo, coincide con esta visión: “El riesgo del cierre respecto del dólar está por el lado de que se complique la actividad y la recaudación, y que haya que financiar con emisión un déficit fiscal más grande. Eso, más toda la incertidumbre que genera, termina presionando sobre la brecha, que por ahora está tranquila porque está la liquidación de la cosecha del campo”.
Para Lorena Giorgio, economista de Econviews, una nueva cuarentena estricta generaría, en primer lugar, una ampliación del sobrante monetario. “En abril del año pasado, durante la cuarentena más dura, sobraban pesos. Si bien seguramente la magnitud del desequilibrio esta vez no será tan grande, es una amenaza cierta para la tranquilidad cambiaria, y más aún a pocos meses de las elecciones y en un escenario de apreciación real del tipo de cambio oficial y tasas reales negativas”, indicó.
Y advirtió que el problema sería que la rueda deje de girar. “El campo viene liquidando divisas a un muy buen ritmo, y a la vez, el Banco Central destina gran parte de esos dólares que compra en el mercado a recomprar bonos que previamente vendió contra pesos para controlar la brecha. Pero si las presiones sobre los mercados financieros aumentan y la brecha se escapa, no sólo se requerirá de más reservas del Central para intervenir, sino que además puede cerrarse (al menos un poco) el grifo del lado de los exportadores, a la espera de una corrección cambiaria. Y sin estos dólares del agro, a la rueda le falta impulso para seguir girando”, explicó.
Para intervenir en los precios de los dólares paralelos, el poder de fuego adicional que tendrá este año el Banco Central por los mayores valores de las commodities es de US$8500 millones, según los cálculos de Econviews. Sin embargo, vale recordar que el año pasado las reservas netas del Central cayeron 65%.
Jorge Neyro, economista de la consultora ACM, dijo que, por el lado del dólar oficial, el cepo “fue totalmente endurecido el año pasado y no se ve que esta nueva ola de Covid y las ayudas que pueda dar el Gobierno puedan filtrarse por ahí”. Por el lado de los dólares alternativos, Neyro indica que el Banco Central controla las cotizaciones financieras con la venta de bonos y que el dólar blue “está escasamente demandado porque la gente ha sufrido los efectos de la inflación”.
“Los precios ya no son los mismos que antes. Por eso el blue no está tomando tanto vuelo a pesar de todo, aunque en el mediano plazo puede subir un poco acompañando toda esta nueva etapa. El Gobierno ajustó unas tuercas de una manera que hace mucho más manejable en el corto plazo una nueva ola en el aspecto cambiario”, explicó.
El dólar blue cerró ayer a $137 para la compra y $142 para la venta. En tanto, las cotizaciones del contado con liquidación (CCL) y del MEP, aquellos tipos de cambio a los que se accede con la compra y venta de bonos, eran $151,19 y $143,80, respectivamente. El dólar solidario (el oficial más el 35% de reteciones y 30% de impuesto PAIS) cerró a $162,23.
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