Más “maquinita”: Martín Guzmán le pidió al BCRA otros $120.000 millones tras el traspié en una colocación de deuda
En apenas 13 días, el Ministerio de Economía pidió que le remitan $210.000 millones, o sea, unos $16.154 millones por día para cubrir un aumento del gasto con fines electorales
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El Banco Central (BCRA) volvió a emitir dinero el jueves pasado para asistir al fisco: esta vez le transfirió $120.000 millones más para que, como había previsto LA NACION, el Tesoro Nacional pueda haber frente a los vencimientos de deuda que no logró renovar en la licitación de deuda de la semana pasada.
La entidad monetaria volvió a hacerlo como una remisión de utilidades, pero se basa en ganancias que son meramente contables, ya que derivan únicamente del impacto que la fuerte devaluación que tuvo el peso en los últimos años tiene sobre los papeles en dólares que tiene anotados en su activo. Todo pese a que buena parte de ellos (las Letras Intransferibles emitidas por el Gobierno) no tienen siquiera valor de mercado.
Se trata del sexto giro que la entidad que comanda Miguel Pesce realiza a favor del Gobierno en apenas 29 jornadas hábiles, lo que deja a la vista el ya denunciado paso de la moderación al desenfreno en el gasto público impulsado por la cercanía de las elecciones. La decisión se toma además obviando que la economía ni siquiera terminó de absorber la megaemisión de 2020 (una “borrachera monetaria” que impulsó el ritmo de la inflación del 2% al 4% mensual) y que las muestras de repudio al peso van creciendo semana tras semana.
Según las estadísticas oficiales, entre el 25 de junio y el 5 de agosto, es decir, al cabo de apenas 29 días hábiles, el Ministerio de Economía, a cargo de Martín Guzmán, pidió y obtuvo de la entidad seis transferencias por $430.000 millones. De este total, el Gobierno usó $121.000 millones para comprarle dólares al BCRA. Esas divisas fueron utilizadas -a su vez- para hacer pagos a organismos internacionales, a abonar importaciones energéticas o a la compra de vacunas contra el Covid-19, por lo que no tuvieron impacto monetario.
Pero los restantes $309.000 millones ampliaron la oferta monetaria. Además conviene tener en claro que el Central también emite pesos cuando compra reservas o cuando paga los intereses de la enorme deuda en pesos que acumuló (unos $117.000 promedio en julio).
“El BCRA ya emitió $210.000 millones en 13 días: $16.154 millones por día, $673 millones por hora, $11,2 millones por minuto o $186.969 por segundo para ser exactos”, hizo notar por redes sociales el economista Bruno Panighel, en base a una cuenta que toma en cuenta sólo las tres emisiones registradas entre el 22 de julio y el 5 de agosto.
“Viene emitiendo a razón de $170.000 millones promedio por mes en lo que va del segundo semestre, poco más del doble de lo que emitía en el primer semestre. Un cambio notorio”, afirmó el economista Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria.
El regreso de un trabajo a destajo para la maquinita (aún cuando la recaudación impositiva creció al 67% interanual el último mes, ya que el Gobierno planteó impuestos extraordinarios y no se dejan de crear impuestos o cargos nuevos en tarifas) demuestra el nuevo desborde del gasto público y alimenta -por la vía elegida para financiarlos- un incesante incremento de las expectativas inflacionarias a futuro.
Esto es visible, por caso, en el salto de casi cinco puntos que mostraron las previsiones promedio sobre el aumento que el costo de vida registraría el año que viene, al pasar del 37,2% al 42% en apenas cuatro meses (de febrero a junio), según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el propio BCRA.
Con los últimos giros, las transferencias del BCRA al Tesoro ya alcanzan los $670.000 millones desde que comenzó el año. Y la previsión es que se mantengan en los próximos meses de manera que el acumulado del año cerraría con asistencia cercana a los tres puntos del PBI.
“Sin haber logrado anclar la expectativas, lo que están haciendo es aportar combustible para que la inflación se sostenga en niveles elevados”, advierte el economista Gabriel Caamaño, de Estudio Ledesma.
El giro del pasado jueves se activó luego que el Gobierno captara del mercado local apenas $146.345 millones en una licitación en la que buscaba unos $233.000 millones y en la que necesitaba obtener al menos $224.000 millones para poder hacer frente al vencimiento de un bono que se registraba precisamente ese día.
Lo curioso es que el envío supera en 56% el faltante de $78.000 millones que debía cubrir Economía, lo que vuelve a mostrar que se acumulan compromisos de pago por anuncios realizados aún sin contar con los recursos.