Más complicado, Guzmán busca desde hoy avanzar en un acuerdo con el FMI
Inicia hoy su agenda en EE.UU., donde tendrá reuniones con el staff del Fondo, con su directora, Kristalina Georgieva, y con inversores, en el contexto de la asamblea del organismo
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WASHINGTON.– Martín Guzmán pisó Washington por última vez a fines de marzo, cuando viajó para avanzar con las negociaciones hacia un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) con la Argentina. Era otro mundo. Guzmán estaba mucho mejor parado en el Frente de Todos, aún ventilaba la posibilidad de cerrar un nuevo acuerdo con el staff del Fondo antes de mitad de año y el Gobierno confiaba en lograr un triunfo en las elecciones legislativas. En el Gobierno ahora buscan una hazaña electoral, Guzmán resiste en el Ministerio de Economía y el consenso en Estados Unidos es que el acuerdo llegará recién en algún momento del primer trimestre de 2022. Antaño había quienes esperaban –o más bien anhelaban– un programa sólido, que diera vuelta la página a décadas de vaivenes económicos. Las expectativas, ahora, son muchos más modestas, y un eventual default es un escenario que algunos creen plausible.
A ese nuevo contexto argentino en el que debe dar el último paso la negociación con el Fondo se suma una inesperada crisis en Washington: Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo, también vive otra realidad y su futuro podría decidirse hoy mismo, en el primer día de la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial en Washington.
Guzmán llega a esta capital cuestionado en el Frente de Todos por la política económica que desplegó este año, en particular, el ajuste fiscal durante los primeros meses, al cual la vicepresidenta, Cristina Kirchner, le achacó parte de la responsabilidad por la derrota en las primarias.
El jefe del Palacio de Hacienda persiste por ahora en su cargo, una continuidad que tanto en Buenos Aires como en Estados Unidos se ve atada a la negociación con el Fondo, que intentará remar en su visita a la capital norteamericana.
Al Gobierno también lo desvelan el avance de la inflación y el debilitamiento que ha sufrido el poder de compra de millones de argentinos este año, pese a que la economía comenzó a recuperarse de la pandemia del coronavirus. Al tope de la lista de urgencias del gobierno nacional aparece la necesidad de que la gente sienta una mejora en el bolsillo. Ese fue el mandato de la vicepresidenta Cristina Kirchner y es una de las batallas que libra a diario Guzmán, quien debe compaginar las necesidades políticas del oficialismo con las demandas del Fondo y la misión de estabilizar la economía.
A eso se suma la delicada situación de la jefa del Fondo, de buen vínculo con Guzmán. Georgieva quedó en la cuerda floja tras ser acusada por una investigación de la firma de abogados WilmerHale de haber presionado al personal del Banco Mundial para beneficiar a China y mejorar su posición en el ranking Doing Business cuando era directora ejecutiva de ese organismo. El directorio del Fondo ha encarado una revisión de la investigación y ha mantenido varias reuniones, con representantes de WilmerHale y Georgieva, para decidir su futuro. La funcionaria ha negado tajantemente las acusaciones.
Pero el board, controlado por los países que integran el G-7, Rusia y China, aún no logró llegar a una decisión luego de varias reuniones para discutir el escándalo. Para la Argentina, cualquier desenlace puede acarrear un costo: en el Gobierno ven a Georgieva como una aliada.
La división que ha comenzado a trascender entre los socios del Fondo sobre el futuro de Georgieva –Europa la respaldaría, pero Estados Unidos pidió “defender la integridad” de las instituciones internacionales– amenaza a esta altura con eclipsar la reunión anual del organismo y el Banco Mundial, que arranca esta semana, y complicar aún más la negociación de la Argentina.
En ese contexto, Guzmán, junto al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y los respectivos equipos técnicos, se reunirán hoy con Julie Kozack y Luis Cubeddu, los dos funcionarios del staff que llevan la agenda de la Argentina. “Se trabajará en aspectos técnicos de las negociaciones sobre un programa que reemplace al fallido programa Stand By, negociado por el gobierno de Juntos por el Cambio”, dijo anoche el Ministerio de Economía. Asimismo, el martes el ministro se reunirá con Georgieva.
“Las discusiones se centrarán en profundizar los entendimientos técnicos en diferentes áreas relacionadas con el marco macroeconómico de Argentina”, dijo un portavoz del FMI al respecto.
Guzmán también tendrá encuentros con funcionarios del Banco Mundial y luego viajará a Nueva York, donde está previsto que vea a inversores y analistas de bancos y fondos de inversión en el consulado argentino el viernes, antes de regresar a Buenos Aires. Guzmán se encontrará con expectativas mucho más deprimidas que en marzo.
El principal interrogante del paso de Guzmán por aquí es si dejará alguna señal concreta sobre un eventual avance hacia el acuerdo con el Fondo tras la derrota que sufrió el Frente de Todos en las primarias. Analistas en Wall Street creen que ahora el Gobierno, debilitado, intentará buscar un acuerdo “light” que permita postergar los vencimientos de 2022, aunque sin una gran agenda de reformas económicas.
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