Más cepo. Los dos puntos que más preocupan a los empresarios
Tras los anuncios de ayer, distintos empresarios consultados por LA NACION consideraron que las medidas que limitan aún más el acceso a dólares a la cotización oficial para personas físicas y empresas eran inevitables, si bien están preocupados y a la espera de más definiciones para entender si la compra de maquinaria, por ejemplo, podría ser entendida como una deuda financiera y entrar en las restricciones.
Más allá de esto, señalaron que las medidas no ayudan a que se recupere la actividad y plantearon que se debe pensar en alentar las exportaciones y no en poner parches al problema relacionado con la generación de dólares.
"Lo de ayer fue la continuidad de medidas que se venían tomando y responde a un faltante muy grande de divisas. En los últimos días especulábamos con qué se iba a hacer: si es que se iba a ir a un tipo de cambio unificado o si se iba a dividir en dos y finalmente fue esto último, que es más complicado porque obliga a reestructurar deudas financieras", afirmó Javier Madanes Quintanilla, titular de Aluar y de la fabricante de neumáticos Fate, en referencia a la comunicación "A" 7106 del Banco Central.
En este sentido, dijo que hay que ver qué se interpreta por deudas financieras, porque hay distintos tipos de compromisos. "Hay obligaciones nacionales de jurisdicción local, como la gente del Banco Hipotecario, que negoció una obligación negociable (ON). Esto se extendería a más empresas. Las estimaciones apuntan a que habría un corrimiento de pagos de US$3000 millones que es una caja que el Gobierno no requerirá en los próximos meses. Pero a mí no me queda claro qué se entiende por obligaciones financieras, ya que podría incluir eventualmente el saldo de pago de ciertos tipos de importaciones", explicó.
"Si importé una máquina o un torno y parte lo pagué y parte quedó en un pagaré ¿Es una deuda comercial o financiera? Todo eso habrá que mirarlo en las reglamentaciones porque podría abarcar a un universo más amplio u otro", agregó.
Por su parte, Eduardo Costantini, de Consultatio, alertó por el impacto en la inflación que tendrían las medidas, "Como el costo financiero sube para las empresas y son formadoras de precios, esto obviamente va a tener un efecto inflacionario. El 60% comprado a ese dólar que va a estar aún más arriba y va a producir una pérdida en las empresas. Al sector productivo esta medida lo desfavorece", aseguró.
En tanto, Martín Cabrales, vicepresidente de Cabrales SA, también hizo hincapié en las importaciones. "Yo tengo mis proveedores de insumos en el exterior porque acá no existen. La Argentina es un país que tiene permanentemente insumos importados. Espero que esto no influya mal en el proceso industrial de las empresas, que no ponga más trabas y más condicionamientos a la producción", advirtió.
Parche
Si en algo coinciden todos los consultados es en la preocupación por el sendero de las medidas y la falta de un plan que resuelva el problema de fondo, que es la generación de divisas.
"La limitación a la compra de las personas físicas me parece que era inevitable, pero el problema principal que tiene la Argentina de forma crónica y estructural desde hace décadas es que no genera dólares genuinos con lo cual esto es emparchar el problema. O no genera dólares o hay un exceso de capacidad adquisitiva que va sobre un dólar artificialmente bajo. Como hay mucha más gente que depende de sectores que no exportan que los pocos infelices que exportan, entonces políticamente siempre ha sido más rentable castigar al exportador y subsidiar el consumo y la importación", opinó el presidente de Sociedad Comercial del Plata, Ignacio Noel.
En la misma línea, Cabrales dijo que no son medidas que incentiven la exportación, sino que restringen el mercado por falta de dólares. "Lo ideal sería fomentar las exportaciones para que entren dólares genuinos a la Argentina", apuntó y Costantini sumó que se requiere un "programa global y un cambio de expectativas".
"Por ahora no hay ningún factor catalítico que produzca este cambio de expectativas y que mejore el ambiente de inversión y el consumo. Lamentablemente estamos en un período recesivo y de pocas expectativas", agregó.
Por último, Madanes Quintanilla dijo que las medidas no ayudan a reactivar la economía porque el crédito se va a restringir y el peso sigue perdiendo valor, al punto de que la gente prefiere comprar bienes a tenerlos inmovilizados a una tasa. "Eso en un plazo es inflación. No me tranquiliza mucho el camino que ha habido que escoger. Lo entiendo porque el recurso es ahora absolutamente escaso, pero no creo que sea el último acto de esta obra. Va a haber más episodios. Espero que los orientemos de manera de que en algún momento tengamos fuentes de trabajo, actividad y producción, que es la única manera de salir de este lío", finalizó.
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