El economista analizó que la administración de La Libertad Avanza debería corregir el tipo de cambio con el mismo énfasis con el que trabaja sobre el equilibrio fiscal y señaló que a largo plazo ningún país pudo sostener un tipo de cambio fijo
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El economista Martín Redrado analizó cuál es el “talón de Aquiles” del plan económico del Gobierno y por qué aun la Argentina es un “país con cepo y sin reservas”. Entrevistado por José Del Rio en Comunidad de Negocios en la pantalla de LN+, el extitular del Banco Central enfatizó que el objetivo de la Casa Rosada debería estar en corregir la política cambiaria y eliminar el cepo.
“Con cepo no tenemos inversiones y sin reservas tenemos dudas sobre la capacidad de pago de los vencimientos de deuda. El camino es cómo recuperar reservas en el corto plazo”, cuestionó Redrado.
En esa línea, el economista identificó que “hay una oportunidad con el blanqueo”. “Han llegado poco más de 12 mil millones de dólares desde el 15 de agosto, que quedaron precautoriamente en los bancos. En los últimos dos días se fueron 300 millones, ya que algunos optaron por blanquear y tomar el efectivo. Quedaron 10 mil millones en los bancos, y dos mil millones están disponibles, parte en encajes y parte en préstamos. La clave sería que se conviertan en dólares productivos y se dirijan a la economía real, quizás a través de préstamos”, explicó.
En específico, Redrado se centró en los préstamos en dólares a raíz de un análisis realizado en la consultora Fundación Capital, de la cual es director. “Hasta el mes de mayo hubo una evolución de los préstamos en dólares. Después de la devaluación y un Banco Central que compraba reservas, la dinámica cambió. Desde mayo, aumentaron los préstamos en pesos y disminuyeron los en dólares, debido a la incertidumbre cambiaria, a que las tasas de interés en pesos son relativamente bajas, a que hay préstamos bancarios a largo plazo y mayor crédito hipotecario. Pero en las últimas semanas se empezó a otorgar más crédito en dólares”.
Redrado destacó que cada vez hay “más empresas que están teniendo mayor confianza a largo plazo”. “En términos de reservas, esto significa que cuando un banco otorga un préstamo en dólares, sobre todo a exportadores de la Argentina, aumentan las reservas netas del Central. El camino es más préstamos al sector privado y una vuelta de tuerca al darle poder cancelatorio al dólar, para que se pueda usar en cualquier transacción: para que un comerciante compre más productos, para que un industrial adquiera más insumos, para que un individuo compre cosas en su vida diaria. La idea es que los dólares se vuelquen en la producción nacional”, enfatizó.
Sin embargo, se mostró crítico sobre la postura de la cartera comandada por el ministro de Economía, Luis Caputo, de no eliminar las restricciones cambiarias, tal y como explicó el domingo a la noche el propio funcionario en otra entrevista con LN+. Allí, señaló que se encuentra el “talón de Aquiles” del plan económico.
Para Redrado aun sigue “desfasada la convergencia” entre el descenso del dólar y el aumento de la inflación, el cual el Gobierno espera que se estabilice en torno al 2% mensual, hasta que el dólar blue alcance al oficial. “Venimos con una inflación que viene bajando, pero está en 4%. En septiembre, cerca del 3% y medio. Pero es difícil para el equipo económico bajar de ese número”, indicó el economista de 62 años.
En ese sentido, advirtió que con motivo de reducir la inflación, pero no quedarse atrás con el aumento en sectores claves, “a partir de octubre empezaron a toquetear las tarifas del sector público para ver si se puede bajar”. “Bajó la nafta un 1%, la boleta del gas un 15%, mientras aumentan otras cosas, como las prepagas y el colegio. Les cuesta bajar al 3%”, esgrimió.
“Hay una diferencia entre la tasa de inflación y de devaluación. ¿Es esta una política a largo plazo? Parece difícil mantener siempre un 2% de devaluación. En algún momento hay que plantear un horizonte de salir del tipo de cambio fijo. Todos los países tienen tipo de cambio flotante. A mucha gente le gusta comparar esta época con los 90. En esa época, todos los países emergentes tenían tipo de cambio fijo, como México con el “Tequila”, que tuvo que devaluar, Brasil en el ‘99, y la Argentina, que lo hizo de manera traumática. Pero hoy todos tienen tipo de cambio flotante. Pensar que la Argentina puede tener un tipo fijo es de muy corto plazo”, remarcó.
Asimismo, opinó sobre cómo se podría quitar la restricción cambiaria: “Para sacar el cepo, se necesita aumentar el nivel de reservas. Lo que se puede hacer es darle una dinámica progresiva, eliminando la cantidad de regulaciones que tiene el mercado de capitales y el cambiario. Se ve mucha determinación en la política fiscal, pero no la misma en la cambiaria. Hay 210 regulaciones en el mercado cambiario. Si se planteara una dinámica de eliminar una por semana, se daría un horizonte claro, que es lo que le falta a la Argentina”.
“Démosle libertad a la gente para usar el dólar en lo que quiera”, lanzó, y sostuvo que debe ir acompañado de un programa de desarrollo que genere dólares genuinos, “dólares de exportación”. Habló se cinco postulados claves: “Una transformación impositiva, modernización laboral, logística, educción del costo crediticio y una política internacional dedicada a más exportaciones e inversiones”.
LA NACIONTemas
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