Deuda. "Nos piden términos legales a los que no podemos comprometernos", dijo Guzmán
El ministro de Economía, Martín Guzmán, fue terminante hoy acerca de uno de los puntos qué más aleja las posturas del Gobierno y de un grupo de acreedores. Se trata de los términos legales bajo los cuales se emitirán los futuros bonos que se entregarán como canje: mientras que los bonistas quieren las mismas cláusulas de acción colectiva (CAC) que ofreció el país en 2005, Guzmán ofrece las CAC modernas de los títulos de 2016, que emitió el gobierno de Mauricio Macri.
"Estamos negociando con dos o tres grupos de acreedores. Con uno de ellos, el Comité de Acreedores de la Argentina, llegamos a un punto en donde lo que debía ser entendido de cada lado fue entendido. El proceso tiene valor para nosotros, queremos tener una buena relación e integración con el mercado financiero internacional", dijo Guzmán, en una presentación por videoconferencia con el Council of the Americas esta tarde.
"Pero con el Grupo Ad Hoc fue más difícil negociar. Nosotros nos sentábamos en la mesa habiendo hecho nuestra parte, pero la otra parte no lo hacía. Nos mantenemos abiertos a discusiones y creemos que vamos a conseguir un mejor entendimiento, que es lo mejor para todos. Con relación a los términos legales, nos piden algo a lo que la Argentina no puede comprometerse. Si aplicáramos las CAC de 2005, estaríamos deshaciendo un progreso que fue hecho durante los últimos años y no sería a lo que la Argentina adhirió como miembro del G20 y del FMI", agregó.
Las CAC se convirtieron en un dolor de cabeza para el ministro. Lo paradójico de estas cláusulas es que no tienen un impacto directo en el valor económico de la oferta, pero sería muy difícil para Guzmán, un académico que estudió de cerca los procesos de renegociación de deuda soberana, ceder ante este pedido.
La segunda paradoja es que fue justamente la primera oferta que hizo el ministro la que alertó a los acreedores y los alentó a que en las negociaciones posteriores pidieran las viejas CAC, más favorables para los llamados holdouts (bonistas que no entraron en los canjes anteriores y luego reclamaron judicialmente en los tribunales de Nueva York), ya que con comprar una porción de deuda de una serie se puede bloquear toda la oferta. Esto se debe a que Guzmán incluyó en su propuesta inicial un derecho ex-post a recibir las ofertas que le permiten cambiar las condiciones de los contratos. A esta estrategia de reasignación de las series de bonos y de canjes parciales se la conoce como Pac-Man en el mundo académico especializado en reestructuraciones.
En la conferencia con el Council of the Americas, Guzmán también mencionó las dificultades que trajo la crisis de la pandemia a la negociación de la deuda, no solo porque le impide tener conversaciones de forma personal y todo debe hacerse a través de videoconferencias, sino por el impacto que generó en las cuentas fiscales, que complicó los planes de mantener el equilibrio primario este año.
"Por la pandemia, estamos en una situación mucho más delicada que cuando comenzamos la negociación de la deuda. Uno de nuestros objetivos es tener el gasto fiscal bajo control y vamos a tomar medidas para lograrlo, al mismo tiempo que protegemos a los que necesitan protección del Estado en este crítico momento", comentó.
Además indició que una vez que se cierre el tema de la deuda con los acreedores privados, la Argentina avanzará en un nuevo programa con el FMI, "basado en premisas muy distintas a las que hubo cuando se diseñó el Stand-By Arrangement", en referencia al acuerdo con el Fondo que firmó el gobierno de Mauricio Macri en 2018.
"Esas premisas fueron revisadas con la misión del FMI y estamos en un punto de entendimiento. El nuevo programa no se logrará acordar en cuestión de días o semanas, sino que llevará tiempo, y tiene que ser así porque tiene que tener la legitimidad de ser aceptado por toda la sociedad. Esperamos ir por un proceso que es similar al que tenemos con los acreedores privados", dijo el ministro, de camisa blanca y corbata celeste, desde su despacho, con la bandera argentina de fondo.
Cuando la conferencia se abrió a preguntas, el tema Vicentin salió como una preocupación principal. Al respecto, Guzmán explicó que la empresa había "recibidos préstamos que eran insostenibles, incluso de bancos públicos", y que se había visto afectada por la crisis macro del país y la pandemia.
"En los últimos cinco meses, el mercado no encontró una solución para este problema. No hay una situación perfecta, es un problema del mercado que falló. La primera propuesta [que anunció el presidente Alberto Fernández] es una posibilidad de lidiar con eso, pero el Presidente ya expresó que se mantiene abierto a soluciones alternativas", concluyó el ministro.
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