Marcos Galperin: “Si no levantamos al país entre todos, vamos a seguir en esta situación que no beneficia a nadie”
En una entrevista exclusiva, el fundador y CEO de Mercado Libre asegura que es necesario consensuar reformas estructurales para lograr que la Argentina deje atrás su economía pendular
Marcos Galperin sigue fiel a su estilo. Lidera el principal sitio de comercio electrónico y el primer unicornio tecnológico de América Latina. Cuenta con más de 9000 empleados en la región y planea incorporar 1676 más este año, llegando a 10.000 el año próximo. Tiene 47 años y es cultor de un muy bajo perfil. Sin embargo, en su entrevista exclusiva con LA NACION, el fundador y CEO de Mercado Libre no ahorra definiciones. Desde la reunión con Alberto Fernández y su postura política hasta el lanzamiento de la primera campaña "antigrieta". Responde también sobre las crisis sistemáticas de la Argentina y analiza cuáles deberían ser los cambios imprescindibles para que el país salga de una vez por todas de su economía pendular.
-¿Cómo se prepara para el nuevo escenario político?
-Igual que siempre. Nosotros operamos hace 20 años en América Latina y en países tan disímiles como Brasil, Chile, la Argentina, Venezuela y México. Incluso dentro de los países que operamos hemos tenido administraciones de distinto signo político, como lo es en la Argentina. Con lo cual, al final del día, buscamos democratizar el comercio, los servicios financieros, y eso beneficia a la gente que estaba excluida, sobre todo en el interior, de adquirir servicios a precios razonables, de ahorrar y tener una renta con su dinero, a pesar de que consuma todo el dinero de su mes con una inflación del 50%; ya que incluso dentro de un mes podés tener una renta antes que termines de gastar todo tu sueldo. Estamos acostumbrados a operar con gobiernos de todo tipo de ideología política y económica en Latinoamérica. La Argentina representa el 19% de nuestros ingresos, y es el lugar de donde somos, donde está nuestra casa matriz y de donde es el 50% de nuestros empleados.
-¿Cómo surgió la campaña institucional "antigrieta" con Florencia Peña y Luis Brandoni?
-"Lo mejor está llegando" es nuestro lema del año en toda América Latina. No es un eslogan que lanzamos ahora, también es una referencia a todo lo que han mejorado los envíos de Mercado Libre. En la Argentina mejoramos tremendamente el porcentaje de paquetes que llegan en menos de 48 horas a destino, e incluso los que llegan en el mismo día.
-Pero el lanzamiento fue previo a la elección y muestra las urnas...
-Sí. Hemos visto que a marcas más reconocidas que nosotros les gusta hacer publicidad en mundiales, pero a nosotros nos pareció más trascendente tratar de unirnos en momentos como este, porque si no levantamos al país entre todos, vamos a seguir en esta situación que no beneficia a nadie. Es una campaña riesgosa, pero es parte de nuestra cultura: probar cosas diferentes. El feedback que hemos tenido es muy positivo, porque la gente está diciendo "basta", más allá del voto. Los problemas son la inflación, la falta de empleo en blanco, la falta de crecimiento.
El feedback que hemos tenido de la campaña Lo mejor está llegando" es muy positivo, porque la gente está diciendo "basta", más allá del voto"
-Tener una empresa valuada en US$31.000 millones, al nivel de HP, ¿era una meta o no?
-Nunca fue una meta la valuación de la empresa. No lo fue, no lo es y no creo que vaya a serlo. Cuando salimos a la bolsa en 2007, valíamos US$700 millones, y nuestros ingresos eran de US$80 millones; si ves ahora, que nuestra valuación está más cerca de los US$30.000 millones, y nuestros ingresos cerca de US$3000 millones. En ventas, empleo generado, ganancias y beneficio a la sociedad en conjunto es una manera mucha mejor de valuar a una empresa que la simple valuación.
-¿Por qué cuesta tanto en la Argentina bajar la inflación?
-Creo que la Argentina tenía un cuadro tarifario absolutamente atrasado, y eso tiene un impacto enorme en el índice inflacionario. Subir miles por ciento en cuatro años arrastra un montón, teniendo en cuenta que venías con inflación atrasada, a diferencia de los 90, cuando no había expectativa de inflación. Con expectativa alta, ajustes de tarifas, y un tipo de cambio flotante que puede ser a largo plazo muy bueno, en el corto te deja muy vulnerable a cualquier crisis en el mundo, y eso acelera a la vez la inflación. A eso se sumó la pelea entre China y EE.UU., la sequía y pese a la reducción fuerte en emisión y déficit fiscal la inflación es alta.
-¿Por qué los argentinos seguimos tan pegados al dólar?
-El precio del dólar no es noticia nunca en los diarios de Chile, Brasil o México. Es por la historia de inflación. Sacando los años de la convertibilidad, hemos tenido inflación durante décadas.
-¿Por qué buscó una reunión con Alberto Fernández?
-Lo contó Hugo Sigman, que es un amigo, en una entrevista que le hizo Jorge Fontevecchia. Yo lo llamé preocupado con los resultados de la elección, tratando de entender qué significaba eso para nosotros. Contacté a Alberto Fernández por medio de Wado De Pedro, y al día siguiente me organizó una reunión.
Sabiendo mi posición política y económica, que me recibiera Fernández es muy positivo
-¿Qué balance hace, porque se han dicho muchas cosas...?
-Yo lo he dicho, que apoyo al partido de Cambiemos, pero es importante tener diálogo con todas las posiciones políticas. Fue muy valioso, y sabiendo mi posición política y económica, que me recibieran es muy positivo. Se mostraron muy interesados por el trabajo que hacemos, el empleo que generamos, el tipo de empleo y en qué partes del país, cuáles son nuestras problemáticas. Nosotros presentamos Mercado Libre y Mercado Pago, y ellos nos contaron su visión para el país. Destacaron que no les interesa ir hacia un modelo venezolano.
-¿Se reunió con el presidente Macri con posterioridad a las PASO?
-No me reuní, pero sí hablé. Él está enfocado en revertir los resultados de las PASO.
-Cuando mira que Brasil avanza en una reforma laboral, y acá todavía esas reformas están lejanas... ¿cree que hay que ir en ese sentido?
-Siempre dije que la Argentina tiene algo así como 6 millones de personas en blanco y 15 millones de personas en la pobreza. No hay forma de sacar ese tercio de la población en pobreza crónica, que viene de décadas, si no generamos empleo formal. Los planes sociales están bárbaros, porque si no, además de pobreza, hay más hambre, pero son un paliativo. No es un tema ideológico, pero para mí, el marco laboral que tenemos no va a generar empleo. Esto no es un tema que hace China, Estados Unidos o Suiza. Veamos qué hacen Perú, Colombia, Chile, Paraguay. Si no, no vamos a generar empleo. No importa cuánto más subamos los impuestos: no va a alcanzar para pagar los planes sociales. Entonces, la Argentina tiene estancado su mercado laboral, y como condición básica necesita preservar las conquistas laborales (aguinaldo, sueldo, vacaciones, entre tantas otras). Nadie habla de bajar el costo laboral, sino de cambiar el marco para competir y adaptarse a las nuevas modalidades de trabajo en el mundo, porque las modalidades anteriores están siendo reemplazadas por robots.
No es un tema ideológico, pero para mí, el marco laboral que tenemos no va a generar empleo.
-La industria del conocimiento aparece como una excepción...
-Por supuesto, quedan excepciones como nuestra industria, que no tiene conflictividad sindical y, en consecuencia, se ha generado mucho empleo. En la Argentina, nosotros generamos este año 1500 empleos netos, de los cuales 800 son de tecnología, y esos empleos están en Córdoba, San Luis, Mendoza, Paraná y en la zona sur de Buenos Aires. Son empleos que no contaminan, que pagan mucho más, y sin conflictividad sindical. Si hace 15 años se programaba para una computadora y ahora se programa para una aplicación celular, no hay que pedirles permiso a cinco delegados para decir que quien antes hacía algo en la compu ahora debe hacerlo para el teléfono. Este es el ejemplo que tenemos que tomar para adelante: la ley de software salió en 2004 con el gobierno de Kirchner; se renovó en 2014 con el gobierno de Cristina, y ahora en 2019, que se vencía, se amplió a todo el sector del conocimiento con Macri. Tres gobiernos distintos hicieron la ley, la renovaron y la ampliaron. Este es un caso de éxito muy fuerte que, por supuesto, no alcanza para revertir la pobreza en la Argentina, pero es algo sustentable, que lleva 15 años.
-¿Cuál es en este caso el rol del Estado?
-La ley de software bajó costos laborales y un poco de impuesto a las ganancias; no paga subsidios, y eso es muy importante. La ley de software no tiene subsidios. Esas son cosas a copiar para el resto de los sectores. Por ahí va y es el camino. ¿Sabés lo que hizo Amazon cuando empezó a competir con nosotros mano a mano? Alquiló tres pisos en el mismo edificio donde estábamos y entrevistó a todos nuestros ingenieros y les ofrecía trabajo para ir a Madrid y Canadá, y nos sacó varios ingenieros. Ese es el mundo en el que empezamos a vivir. Queremos cuidar el talento argentino, y en este sector no hay retenciones ni nada. El ingeniero arma su valija y se va. Entonces, o bien generamos condiciones para que se queden en el país, y que pase lo opuesto -que nosotros traigamos talento- o vamos a perderlo todo en otros países.
Tenemos impuestos de la Europa rica y servicios de la África pobre.
-¿Cuánto lo desvela la presión tributaria?
-La presión tributaria en la Argentina es tremendamente alta si se la compara con la contraprestación de lo que se paga. Debe ser de las peores ecuaciones del mundo: tenemos impuestos de la Europa rica y servicios de la África pobre.
-¿Cómo define su posición política?
-En cualquier país del mundo, sería más de izquierda que de centro, pero acá me ponen en la derecha porque si creés en la democracia y el capitalismo te colocan en la derecha. Pero yo creo en las energías renovables, el calentamiento global, separación de religión de Estado y otras banderas.
-Se habla de un acuerdo político y social de cara al futuro cercano. ¿Qué le produce?
-El tema es cómo se genera ese acuerdo. Tenemos que sacar a la Argentina de la situación en la que estamos entre todos, o vamos a seguir en esa situación de declive.
En cualquier país del mundo, sería más de izquierda que de centro, pero acá me ponen en la derecha porque si creés en la democracia y el capitalismo te colocan en la derecha.
-¿Cómo ve al empresariado argentino, está cambiando?
-Es difícil englobar a todos los empresarios en una única definición. Hay empresarios emprendedores que arriesgan y agregan valor y otros que quieren hacer negocios de manera uno a uno con el Estado, tomando menos riesgos y -yo creo- agregando menos valor.
-¿Por qué la corrupción hoy parece importar poco?
-Al final del día, la gente vota con el bolsillo. Es así en todo el mundo.
Un unicornio de veinte años
Primeros pasos (1999)
- Inicia sus operaciones como un pequeño sitio de subastas y se convierte en una de las firmas pioneras en el e-commerce local.
Socio de peso (2001)
- A dos años de su lanzamiento, cierra un acuerdo con Ebay, que de esta manera se convierte en accionista de la firma.
Boom bursátil (2007)
- Comienza a cotizar en el Nasdaq. En su debut en agosto de 2007 la acción se negoció a US$28, hoy cotiza en torno a US$550.
Hub regional (2019)
- Con una inversión de $1100 millones, inauguraron su nueva oficina en Buenos Aires, que funciona como la casa matriz para la región
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