Management 2030. La vida laboral adaptada a la cuarentena y los aprendizajes que quedan para el futuro
En un encuentro organizado por LA NACION, referentes del mundo de las empresas y de la innovación analizaron cómo se viven las experiencias de empleo en tiempos de pandemia
El after office al zoom office, del brainstorming en equipo a una creatividad saturada de videollamadas y abrumada por la cuarentena obligatoria. En menos de 72 horas, grandes compañías, pymes y emprendedores tuvieron que reorganizar todo su esquema de trabajo y, muchas de ellas, se vieron obligadas a reinventarse y a empezar de cero. En este contexto, la innovación, más que una excepción, se transformó en una regla que, consciente o inconscientemente, aplicaron todos los líderes del negocio.
La tercera jornada del ciclo de Management 2030, organizado por LA NACION, que se desarrolló el 3 de junio, tuvo como denominador común la innovación. De CEO a emprendedores, pasando por especialistas en la materia e inversores de capital de riesgo, varios referentes del mundo de los negocios y la innovación formaron parte de una jornada en la que se dialogó sobre las principales inquietudes y se intentó definir el "arquetipo" del trabajador del futuro, una modalidad de design thinking creada por Accenture para entender cómo van a ser las personas que ocupen puestos laborales.
En un mensaje de bienvenida a encuentro, Sergio Kaufman, presidente de Accenture Argentina y de la región Sudamérica Hispana de la firma reflexionó: "Hace años que veníamos hablando del trabajo del futuro y los temas que discutíamos hace tres meses y que parecían imposibles, son hoy cotidianos". Además, mencionó datos revelados por la consultora que indican que actualmente lo que prevalece es el miedo. "El 64% de los consumidores teme por su salud; el 81%, por la salud de los otros, y el 88%, por el impacto económico", comentó.
Tras las palabras de Kaufman hubo una mesa de expositores, moderada por José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION. Participaron Tito Loizeau, fundador de la agencia Caramba! y del restaurante El Capitán Deli Theatre; Domingo Speranza, CEO de Newmark Knight Frank Argentina; Edgardo Vázquez, gerente general de Laboratorios Bagó; Bruno Drobeta, director general de Samsung Argentina, y Mariela Mociulsky, fundadora y CEO de Trendsity. Hablaron sobre los desafíos que tuvieron que enfrentar en este período y, juntos, trabajaron en el perfil de "Julia". Se sumaron, de manera remota, Milagros Graziani, ingeniera agrónoma y country manager de la Argentina de la empresa Beeflow; Rebeca Hwang, managing partner de Kalei Ventures y directora senior del Nuevo Centro Global de Family Business y Entrepreneurship de Thunderbird, y Martina Rua, periodista especializada en innovación.
1- Home office versus Working from home
Avances digitales como el teletrabajo, las plataformas de comercio electrónico o los servicios de mensajería y delivery, permitieron que muchas operaciones se mantuvieran vivas y que otras nacieran. Sin embargo, las modalidades adaptadas que conocimos en la cuarentena no se asemejan a las realidades que vivimos antes. "Hoy no estamos haciendo home office, estamos haciendo working from home, algo que en Europa llaman de manera más romántica, smart working, como si todo lo que hiciéramos en casa no fuera inteligente", definió Speranza. Y continuó: "Lo inteligente es ver cómo hacer para que el trabajo pueda convivir con la cotidianeidad del hogar. En muchos casos, hay familias que se encontraron con una sola computadora; por eso, es muy distinto trabajar en casa que el estructurar programas de home office, que es cuando la empresa provee todas las herramientas para trabajar desde casa, como la banda ancha o las sillas ergonómicas. La flexibilidad va a ser uno de los desafíos, y construir un ADN corporativo con la dispersión de este contexto es muy complejo".
Mociulsky, que trabaja en investigación de mercado hace más de 20 años, afirmó que "este es un momento para reinventarse". "Justamente, es un momento para reinventarse incluyendo el propósito en el centro", destacó. Y nombró a la revolución digital como la tendencia que se aceleró a partir de la cuarentena.
En esta línea, Vázquez dijo que desde Laboratorios Bagó están constantemente mirando oportunidades para estar cerca de la gente. "Lo peor que le puede pasar a una persona en este contexto es no encontrar un medicamento; la nuestra es una industria que está llamada a innovar", destacó. Y agregó: "Uno de los objetivos principales debe ser que los colaboradores puedan vincularse con el propósito, que puedan sentirse parte de algo donde uno comparta la misión final de la compañía".
La operación en las plantas continuó y fue readaptada en 72 horas siguiendo protocolos sanitarios y de distanciamiento social. "Fue un desafío enorme, porque sabemos que usar un barbijo 8 horas trabajando hace que te duela la cabeza o que te falte el aire; puede ser incómodo, pero lo hacemos para cuidarlos, todos los días tenemos que seguir reforzando los protocolos, hasta cuando te servís el café hay que mantenerlos", ejemplificó Vázquez.
Drobeta, que está al mando de la operación local de Samsung, dijo que, sin dudas, este contexto marca un "antes y un después". "Para el trabajador del futuro se tienen que adecuar los procesos de trabajo para que sean más eficientes en el distanciamiento", dijo. Y destacó que el argentino suele estar "mucho más armado para este tipo de situaciones".
"Esta es una situación global, pero en el caso local, en las crisis nos hacemos fuertes", dijo el directivo, y destacó que el celular, que ya estaba en la vida de los argentinos fuera de la casa, ahora también es protagonista dentro de casa.
2- Con la misión de innovar desde el propio negocio
El Capitán Deli Theatre es el restaurante que el emprendedor Tito Loizeau inauguró junto a su hijo solo seis meses antes de que comenzara la cuarentena obligatoria. Se trata de un restaurante que se encuentra junto a los cines Showcase Norcenter, en Munro, provincia de Buenos Aires. Tiene 350 metros cuadrados (160 cubiertos) y está ambientado como un teatro de 1930. "La primera reacción fue la no aceptación y llorar", reconoció Loizeau. Luego explicó que su visión respecto al impacto de la pandemia no es la de que habrá cambios radicales. "Creo que van a haber cambios pero que, en el largo plazo, el 90% de las cosas van a volver a ser como eran antes de la pandemia", sostuvo. Y dijo que basta con mirar el regreso a las calles y al trabajo de los europeos.
Loizeau coincidió con Drobeta y destacó la resiliencia de los argentinos. "La Argentina en particular te obliga a ser resiliente y eso hace que los argentinos sean buscados en el mundo en las crisis", definió. Esa resiliencia es la que llevó al emprendedor a no quedarse quieto durante la cuarentena y a ver una nueva oportunidad de negocio, que hizo realidad con Micro Mask, una empresa de barbijos y máscaras faciales.
Otra disertante de la jornada fue Milagros Graziani, ingeniera agrónoma y country manager en el país de la empresa Beeflow, firma que se destaca en el mercado por mejorar los rendimientos de los cultivos de manera sustentable, a través de la mejora del proceso de polinización de las abejas. "Yo creo que el trabajador del futuro va a ser aliado de la tecnología, pero también va a ser esencial la parte humana; esta pandemia nos trajo a todos una nueva forma de trabajar y de intentar estar más comunicados", sostuvo.
Entre otros reconocimientos, Beeflow recibió en 2018 el premio "Samsung Innova", como la empresa más innovadora del país. "Tomamos un elemento que existía en la naturaleza, que es la abeja, porque la importancia de la polinización estaba siendo olvidada por otros actores del agro", sostuvo. Sobre el contexto emprendedor argentino. Graziani destacó que "hay gente con talento que tiene ideas, pero faltan recursos para que ocurran".
Y reflexionó: "Cuántas cosas están por lanzarse que nos van a sorprender a todos? Desde Beeflow vemos que las innovaciones son cada vez más flexibles y cercanas".
3- Los capitales de riesgo en tiempos de pandemia
Para hablar de capital de riesgo para el desarrollo de emprendimientos de base tecnológica, Rebecca Hwang, managing partner de Kalei Ventures es una de las voces referentes. En directo desde California, Estados Unidos, la especialista se sumó a la jornada para compartir su visión sobre al impacto de la pandemia, y para contar cuáles son los proyectos en los que busca invertir actualmente.
"Estoy haciendo inversiones en este momento; es un momento oportuno para encontrar compañías y emprendimientos que, hoy por hoy, están privados de efectivo y necesitan capital para seguir remando la situación de crisis que tenemos", sostuvo. Y contó que desde Kalei Ventures buscan compañías en una etapa temprana, que estén creando soluciones de base tecnológica tanto en la Argentina como en los países de América Latina y que tengan el potencial de convertirse en grandes compañías tecnológicas. "Tenemos cheques de US$250.000 por emprendimiento", ejemplificó, para dar una noción de los niveles de inversión.
Para Hwang, de ahora en más serán dominantes las tecnologías que "permitan actuar de manera remota, trabajar y educar o que, por ejemplo, puedan generar un diagnóstico médico desde casa".
"Somos sociables y tenemos el deseo de interactuar físicamente con las personas; habrá que crear soluciones para ayudar a los que están sufriendo esa escasez de abrazos, y habrá que poner énfasis en la salud mental", opinó. Al momento de hablar de tendencias, la especialista en inversiones de capital de riesgo dijo que en Asia se impone el uso de drones para concretar entregas, realizar desinfección de calles y monitorear, y trackear a quienes están enfermos. "Esto atenta contra la privacidad de las personas, porque los países tienen conocimiento en tiempo real de dónde y cuándo las personas interactúan. Esta situación de crisis y pandemia crea más aceptabilidad de las personas de esta intrusión", advirtió.
4- Una menor distancia social
Los presentes en la mesa respondieron en un momento preguntas de dos CEO de empresas. Una de ellas fue formulada por Alejandro Yapur, presidente de Arcos Dorados, quien dijo que la "nueva normalidad hace que todos debamos readaptarnos a la realidad del trabajo en casa". Y preguntó específicamente por claves para contener a los equipos en esta forma de trabajo.
Mociulsky contó que en estas semanas los equipos están teniendo más reuniones con gerentes generales o directores con quienes, antes de la cuarentena, tenían una mayor distancia física. "Ahora, aunque se está lejos físicamente, hay una menor distancia social", destacó. Speranza coincidió en este punto y dijo que "se está ganando, en el sentido de que las empresas empiezan a ser más horizontales".
El ejecutivo contó que el regreso a las oficinas va a ser complejo si se tienen en cuenta los protocolos necesarios. "Si vamos repasando todas las cosas que vamos tocando desde que salimos de casa hasta que llegamos al escritorio, son un montón", ejemplificó, y aclaró que tendencias como las grandes mesas compartidas van a dejar de existir y, en caso de mantenerse, tendrán que adaptarse a un fuerte protocolo de higiene y distancia. Otro ejemplo mencionado por Speranza para dar noción del contexto es el de las puertas con picaportes, que se van a tener que reemplazar por las puertas que se abren solas, o bien por molinetes y sistemas de acceso que puedan accionarse con el menor grado de contacto posible.
La segunda "pregunta del CEO" fue la de Javier Goñi, de la empresa Ledesma, quien contó que a esta altura de la cuarentena extraña esa "hora y media en Panamericana a la mañana". "Nos duelen los oídos por los auriculares y nos molesta la vista, no tenemos horarios y no hay fines de semana; estamos en casa con nuestras familias pero ese tiempo es de menor calidad. ¿Dónde está el equilibrio y cómo se van a modificar los hábitos y necesidades de las empresas?", planteó.
Para Vázquez, sin dudas el teletrabajo va a generar un cambio en la política de la empresa y en la forma en la que el empleado se relacionaba con ella. Drobeta consideró que algo importante para las compañías será entender cómo es el nuevo trabajo y generar eficiencias, en particular, en las formas de comunicación de manera tal de evitar, por ejemplo, el "síndrome de trabajar en videollamada", haciendo referencia a las conexiones excesivas y sin descanso.
Speranza citó una encuesta realizada por la firma que dirige, de la que participaron 185 empresas ocupantes de oficinas. "Sorprendentemente, los millennials fueron los que más quejas presentaron sobre trabajar en casa y lo mismo pasa en otros países; pero es algo lógico, porque ya tienen 39 o 40 años, muchos son padres con chicos chicos y viven en departamentos más pequeños. Para ellos, la cuarentena empieza a ser un incordio", afirmó.
Para Mociulsky, en este tiempo creció el valor de la transparencia. "En el poder creer lo que la empresa está haciendo, más allá de lo que está diciendo", definió. A esto, sumó como tendencias el bienestar del trabajo remoto y la aceleración de la revolución digital que, según indicó "trae brechas de acceso, porque no todos en la Argentina tienen una computadora en su casa o un smartphone para cada persona. "No todos tienen la posibilidad de seguir con su mismo trabajo de manera remota. En el caso de la educación, hay muchos colegios que no empezaron este año, y hay toda una reconversión que tienen que hacer los docentes para convertirse en teledocentes; eso hace que se profundice la brecha digital".
5- El trabajador del futuro
A modo de cierre, los participantes completaron el perfil del trabajador del futuro a partir del arquetipo planteado por Accenture. Ella es "Julia", una mujer que comienza el día temprano, que va a tener días en los que trabajará desde su casa y días en los que ira a la oficina, algo que se va a poder programar. Además, los invitados concluyeron que, parte del día de "Julia" va a estar dedicado al e-learning para la educación de sus hijos, si los tuviera.
"El trabajador del futuro es alguien que va a tener que encontrar las motivaciones asociadas a lo que le gusta", destacó Drobeta. Para Vázquez, un aspecto importante será la preparación de las personas en habilidades blandas, como la comunicación. Speranza dijo que la clave de "Julia", esta trabajadora del futuro, será la capacidad de lograr que la inteligencia emocional y el conocimiento puedan convivir de manera equilibrada.
En la opinión de Loizeau, "la pandemia demostró que los seres humanos somos totalmente distintos. Hay gente que descubrió que se puede quedar en casa para divertirse y pasarla bien y hay gente que prefiere salir y volver a su vida social; eso es algo que la pandemia puso de manifiesto". Por su parte, Mociulsky hizo hincapié en la importancia de la comunidad: "El trabajador del futuro tendrá mayor responsabilidad individual al servicio de lo comunitario", concluyó.
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