Management 2020: la estrategia para aprovechar la revolución del empleo
¿Robots más humanos? Con la tecnología que avanza cada vez más en distintos ámbitos, desde la cocina hasta la preselección de los currículums de los candidatos a un puesto de trabajo, queda cada vez menos claro cuáles son los empleos que no pueden reemplazarse por máquinas. Al mismo tiempo, los cambios vertiginosos en el mundo del empleo ponen en duda todos los sistemas educativos actuales y surge el concepto de "estudiantes crónicos" como un aspecto clave para no quedar obsoleto.
Así, surge una polarización entre los que dicen "riesgo" contra los que prefieren hablar de "oportunidad", o entre los que creen que reinarán los robots versus aquellos que apuestan por la "empatía humana".
Con todo eso sobre la mesa, durante la sexta (y última) jornada de la quinta edición de Management 2020, organizada por LA NACION en la Redacción, se debatieron las claves de la revolución del empleo. Ante un auditorio lleno, José Del Rio, secretario general de Redacción y moderador del encuentro, intercambió unas palabras con Sergio Kaufman, presidente de Accenture, quien propuso como disparador tres ideas provocadoras. "¿Cuál es el apellido más usado en los países anglosajones como Estados Unidos e Inglaterra? Smith. Quiere decir 'herrero' porque hace 200 o 300 años el trabajo se transmitía de padres a hijos y a nietos. Tanto es así que el apellido más frecuente era una profesión. Hoy, los trabajos no solo cambian de una generación a la próxima, sino que dentro de la vida de una persona, que es productiva durante 70 años, no hace siempre lo mismo", comentó el ejecutivo.
La segunda reflexión fue acerca de la ubicuidad. "No existe más el '¿Dónde trabajás?'", comentó Kaufman, ya que el espacio es cada vez menos relevante. La tercera tendencia para el líder de Accenture es la creciente feminización del empleo, con mujeres más formadas y con menos importancia de la fuerza física, un espacio tradicionalmente reservado para hombres. "Las mujeres se reciben de la universidad, en promedio, un año antes y con un punto más de nota", sintetizó.
Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella y socio fundador de la consultora Elypsis, coincidió en este último punto, pero desde otro ángulo. "El músculo ya lo sustituimos, ahora estamos sustituyendo el cerebro; lo empático es la última trinchera del trabajo humano. Surge la feminización del trabajo porque las mujeres ocupan más estos cargos, hay que ver si es por costumbre y práctica o por algo más predeterminado", comentó. Para Levy Yeyati el futuro del empleo se suele discutir a través de una "lente extranjera", donde la tecnología cobra una mayor relevancia. Pero en la Argentina, dice, el trabajo es "de baja calificación, precario, con mucha rotación y pocos ingresos".
En esa línea, explicó que la política se usa como identificación falsa para hablar de otro ángulo del empleo, con la histórica dificultad de generar calidad y convenios colectivos, que en el resto del mundo pierden prevalencia. "Adaptar ese diálogo a la Argentina exige colocar a los googlers y los freelancers por un lado y a los cuentapropistas y los manteros, que son el 80% de nuestro país, por el otro", resumió.
En tanto, Alejandro Melamed, director general de Humanize Consulting y autor de El futuro del trabajo y el trabajo del futuro, ejemplificó la importancia del avance de la tecnología con Dora. "Dora es un robot que hace entrevistas de selección de personal, puede hacer hasta 15.000 por día, pero la decisión final es humana", comentó, y dijo que como todavía "no sabemos lo que no sabemos" este apoyo entre tecnología y personas es incierto. "Se está discutiendo quién va a pagar las multas por las infracciones que realicen los autos autónomos y si los robots van a tener que pagar impuestos", argumentó entre otras regulaciones que falta definir.
Estas tendencias también obligan a pensar cuestiones como, por ejemplo, qué hacer con el tiempo libre. "El negocio es justamente la negación del ocio", sumó Melamed. El contexto actual también lleva a reflexionar sobre las cosas que hacíamos habitualmente hace 25 años y dejaron de ser parte de la rutina diaria o semanal de la vida de las personas, con una cantidad de ejemplos inagotable.
Alicia Caballero, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA y directora del Banco Nación, se refirió a la importancia afectiva en el desarrollo de los niños. "La estimulación temprana del afecto humano en la capacidad cognitiva de los chicos es un descubrimiento reciente", subrayó. Esto se traduce, explicó, en otros aspectos de la economía como los modelos de microfinanzas. "Son exitosos no solo por su evaluación crediticia, sino por la contención del oficial del préstamo, la interacción humana, que inician un camino virtuoso", destacó.
Alejandro Gil, médico veterinario, presidente y CEO de Sinergium Biotech, contó la experiencia de su organización con respecto a la temática: "Tenemos un equipamiento que envasa 18.000 vacunas por hora; sería imposible hacerlo a mano. Pero en determinados momentos que eso se frena necesitamos el recurso humano, el equipo de mantenimiento para resolver el conflicto". Agregó que, en el ámbito del desarrollo científico, es fundamental pensar negocios globales "preparados para competir fuera de la Argentina, porque no serían sustentables en el mercado local por la inversión que requieren". Habló acerca de la formación universitaria como una "carrera de base", pero insistió en que hay que tener la "cabeza abierta" para el resto del desarrollo profesional. "Hay que hacer lo que a uno le gusta, no hacerle caso al mandato familiar con una estructura rígida. Hay que prepararse para la educación permanente", comentó. Desde su experiencia, transmite el mismo mensaje. "Empecé como veterinario porque lo único que realmente me gustaba era estar con animales en el campo y hoy dirijo una empresa de biotecnología con 360 personas a cargo y un promedio de edad de 31 años", contó.
Al respecto, Ignacio Stegmann, subsecretario del Parque de la Innovación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, agregó: "Hoy, los proyectos que nacen globales son exitosos porque vivimos en un mundo único. Las barreras que se cayeron son las tecnológicas". Además, dijo que es central ver la automatización de tareas como una oportunidad para el país, que tiene el potencial de "insertarnos en este nuevo horizonte y tener un rol importante en el desarrollo de estas tecnologías".
Para los jóvenes que están en un momento decisivo de la carrera sugirió entender dónde está la "potencialidad de cada uno". Más tarde se refirió a las oportunidades disponibles en la ciudad en las áreas de biotecnología, diseño, tecnología de la información, y las crecientes tendencias de inteligencia artificial y blockchain.