Luz y gas: cuánto deberían aumentar las tarifas para cumplir con la meta de Guzmán
Los cálculos fueron realizados por la consultora Economía & Energía, que también detalló cuáles son los cinco factores que harán aumentar los costos de la energía este año
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El ministro de Economía, Martín Guzmán, reveló que este año proyecta reducir los subsidios a la energía de 2,3% del PBI a 1,7%. De esta forma, el sector energético será el que tendrá el mayor ajuste de transferencias estatales y esto permitirá cumplir con la meta de déficit fiscal de 2,5% del producto acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, para cumplir con este objetivo, las tarifas de electricidad deberían aumentar 79% y las de gas, 81%, mucho más que el 20% que anunció el Gobierno para ambos servicios.
El cálculo fue realizado por la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo, exfuncionario del gobernador Axel Kicillof, cuando era titular de la cartera económica, y toma como supuestos una suba del tipo de cambio de 44,4% y una inflación de 52,6%.
Para la consultora, hay cuatro factores que van a dificultar la reducción de subsidios energéticos este año. Por un lado, está el aumento en el precio internacional del gas natural licuado (GNL). El año pasado, la Argentina importó a un valor promedio de US$8,4 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector). “Si el precio de importación aumenta a US$20, el costo de importación durante 2022 se elevaría en US$1520 millones, sin considerar incrementos en las cantidades importadas”, indica. En la Secretaría de Energía proyectaron un valor del GNL mayor, de casi US$24.
En segundo lugar, está la declinación de la producción de Bolivia, que obliga al país a reemplazar ese gas natural con más importaciones de GNL por un equivalente de US$1325 millones, según la consultora.
Similar a esta situación está la continuación de la crisis hidráulica. “La no recuperación de la generación de energía eléctrica de origen hidráulico determinará la necesidad de un elevado despacho del parque térmico y la persistencia de un escenario con elevados niveles de importación de combustibles líquidos, cuyos precios aumentaron en el mercado internacional”, indica.
La consultora también advierte sobre la mayor tasa de depreciación de la moneda que se espera para este año, lo que implica una necesidad de incrementos tarifarios solo para que los subsidios en dólares no aumenten, ya que la recaudación de las tarifas es en pesos, pero los costos energéticos son en moneda extranjera (por contratos e importaciones).
El quinto factor que presionará sobre los subsidios energéticos es el aumento de la demanda de energía eléctrica y de gas, puesto que se espera que la economía crezca 3,5% del PBI.
Con estos supuestos, el analista estima que, si las tarifas de gas y luz aumentan solo 20% en marzo, los subsidios crecerán de US$11.003 millones de 2021 a US$14.078 millones. Por otro lado, si los servicios suben 81% y 79%, respectivamente, las transferencias al sector finalizarán en US$11.182 millones, pero, como la economía crecerá, significará un gasto de 1,9% del PBI, como presupuestó Guzmán.
Presión sobre las reservas del Banco Central
El dato negativo que Guzmán no podrá evitar este año será la salida de dólares para financiar la mayor cantidad de importaciones, en un contexto en el cual el Gobierno comprometió a acumular US$5000 millones de reservas en el Banco Central. Esto se debe al incremento de precios y de cantidad del GNL.
“El aumento en los precios internacionales y el declino de la oferta de Bolivia determinarán un incremento de las importaciones de gas natural y combustibles líquidos para la generación de energía eléctrica de aproximadamente US$2650 millones durante 2022. De todas formas, este proceso podría ser compensado parcialmente por el aumento de las exportaciones de petróleo, de mantenerse la tendencia expansiva en los niveles de producción y el valor del crudo en el mercado internacional”, dice el último informe de Economía & Energía.
De esta manera, la Argentina volvería a tener déficit en su balanza comercial energética de US$627 millones, luego de que el año pasado lograra un superávit de US$953 millones. En concreto, estima que, entre importaciones de GNL, las compras a Bolivia y la adquisición de combustibles líquidos, se destinará US$5898 millones, un aumento de US$2661 millones, con relación a los US$3237 millones que se llevaron las compras al exterior en 2021.
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