Lunes negro. El derrape del petróleo profundizó la debacle de los mercados por el coronavirus
WASHINGTON.-. La mayor caída desde la Guerra del Golfo Pérsico en el valor del petróleo debido a una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia profundizó la debacle financiera por el avance de la epidemia del coronavirus, y provocó un histórico derrumbe en los mercados financieros que recorrió las bolsas del planeta desde Asia a Europa y, por último, a Wall Street, en el peor día desde la crisis financiera de 2008.
Al inicio del "lunes negro", el mercado pareció caer sin piso: los dos principales índices bursátiles de Wall Street perdieron más del 7% apenas sonó la campana de apertura de la rueda de negocios, y forzaron a la bolsa neoyorquina a suspender las operaciones momentáneamente. Tras reanudarse las transacciones, y al final de un día fatídico, el Dow Jones perdió un 7,83%, y el S&P 500 retrocedió otro 7,64 por ciento.
En Asia, el Nikkei de Japón había dejado una caída de un 5 por ciento. En Europa, el FTSE de Londres retrocedió un 7,7%, también en su peor día desde la crisis financiera global, la bolsa de Milán bajó un 11%, y el Stoxx 600, un índice de referencia de empresa europeas, perdió otro 7,4 por ciento ante el tsunami de ventas de los inversores, que volaron a activos seguros como los bonos o el oro en medio del pánico.
Los futuros del petróleo Brent cayeron un 24,1% y cerraron en US$ 34,36 el barril. Ese derrumbe, que no se veía desde la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, ocurrió luego de que Arabia Saudita y Rusia se montaran en una guerra de precios para capturar una mayor participación en el mercado, tras el fracaso de las negociaciones en la alianza OPEP+, integrada por los países de la Organización de los Países Productores de Petróleo (OPEP) y otras naciones exportadoras, para fijar la oferta global de crudo.
Arabia Saudita quería recortar la producción para sostener el precio ante la caída en la demanda de petróleo generada por la epidemia del coronavirus, que deprimió el crecimiento de la economía global, y elevó los temores a una recesión. Pero Rusia se negó, y la petrolera estatal saudí Aramco respondió con una ampliación de su oferta de crudo y un recorte de sus precios que hundió el valor del crudo.
La guerra de precios agravó la crisis del coronavirus. El precio del petróleo es uno de los valores que llega a todos los rincones de la economía. Además de tocar a empresas petroleras, y a compañías del sector energético, varios países tienen presupuestos atados al precio del petróleo. Los inversores, temerosos ya de una recesión global por la epidemia del coronavirus, dejaron fluir el pánico, y los mercados cayeron en picada.
Antes de la apertura en Estados Unidos, la Reserva Federal de Nueva York, anunció una ampliación en su inyección de liquidez en el sistema por hasta US$ 150.000 millones a través de los préstamos diarios a los bancos, un esfuerzo por intentar eludir inconvenientes en el flujo de efectivo en medio del derrape financiero. Además, el banco también dijo que aumentará la oferta en préstamos a dos semanas, desde al menos US$ 20.000 millones hasta US$ 45.000 millones.
"Bueno" para consumidores
En medio de la debacle, el presidente, Donald Trump , bajo un tsunami de críticas por su reacción tardía a la epidemia, los mensajes contradictorios de la Casa Blanca, y por distorsionar la gravedad de la crisis, tuiteó que el desplome del precio del petróleo era "bueno" para los consumidores, y volvió a minimizar el golpe del coronavirus.
"¡Bueno para el consumidor, los precios de la gasolina están bajando!", dijo el presidente, en medio del latigazo a los mercados.
En otros mensajes, Trump minimizó el avance del nuevo coronavirus al compararlo con la gripe común, y culpó a la prensa por la debacle financiera, junto a Rusia y Arabia Saudita. Estados Unidos ha tenido dificultades para conseguir y distribuir los tests necesarios para verificar si las personas que han estado expuestas al virus han sido contagiadas o no, por lo que aún se desconoce el número real de personas enfermas.
"Nada se cierra, la vida y la economía continúan. En este momento hay 546 casos confirmados de Coronavirus, con 22 muertes. ¡Piensen sobre eso!", escribió el mandatario.
A fines de febrero, al inicio de la crisis, cuando apenas había un puñado de caso en el país, Trump dijo que "en un par de días" ya no habría nadie enfermo. Trump puso a su vicepresidente, Mike Pence, al frente del grupo de trabajo que lidia con la epidemia, y el último fin de semana mantuvo su agenda, e incluso jugó al golf. En Twitter, la etiqueta #TrumpCrash quedó al tope de las tendencias al caer la tarde.
Mayor derrumbe
Los mercados ya habían sufrido una profunda caída en las últimas semanas debido a la epidemia del nuevo coronavirus, que ya provocó una desaceleración en el crecimiento global. La economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, había pedido una "respuesta global coordinada" para afrontar la crisis. Tras el cierre del "lunes negro", el S&P 500 ya ha perdido más del 18,9% desde su pico el 19 de febrero pasado.
El derrumbe de los mercados acentuó el temor de que la economía global se encamina a una recesión. Hasta que la epidemia salió de China, el principal impacto económico del nuevo coronavirus había sido un freno parcial a la producción industrial en el gigante asiático debido a la implementación de estrictas cuarentenas.
Con el avance el virus, analistas, bancos de inversión e inversores cambiaron sus pronósticos y comenzaron a ponderar un golpe mucho mayor a la economía global a medida que los consumidores y las empresas empezaron a reducir sus gastos. La caída en la compra de pasajes empujó a las aerolíneas a su peor crisis desde los atentados del 11-S.
Pese a los esfuerzos de los países por contener la nueva enfermedad, el nuevo virus ya llegó a más de 100 países y contagió a más de 100.000 personas. El índice de mortalidad, sin embargo, se ha mantenido en alrededor del 3 por ciento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el riesgo de una pandemia "se volvió muy real".
"Ahora que el coronavirus se ha extendido a muchos países, la amenaza de una pandemia se volvió muy real. Pero sería la primera pandemia de la historia que podría controlarse", declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante una conferencia de prensa en Ginebra.
Los análisis coincidían en que el impacto del nuevo coronavirus sobre la economía sería pasajero, algo similar a lo que había ocurrido años atrás con la epidemia de SARS. Pero la crisis del coronavirus terminó por engendrar otra: el cruce entre Arabia Saudita y Rusia por la oferta de petróleo. La debacle financiera subsiguiente coincidió con un aniversario: Wall Street cumplió ayer 11 años de mercado "en alza", la mayor racha de la historia. Ese mercado, al final del día, parecía haberse esfumado.
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