Los vecinos se quejan de la falta de respuestas de las distribuidoras
La técnica espera que el Gobierno de marcha atrás; Todesca dijo que no volverá,Muchos expresaron su enojo en las redes sociales; otros optaron por cortar calles
Ayer, una gran cantidad de vecinos de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano volvieron a sufrir cortes del suministro eléctrico. Con picos de más de 260.000 usuarios sin luz a la vez y altísimas temperaturas, las quejas de los afectados se hicieron sentir con protestas en las calles y en las redes sociales.
LA NACION habló ayer con algunos de los perjudicados: "Mañana [por hoy] operan a mi hijo más chico y no teníamos donde hacer el posoperatorio después de que le den el alta. Es una cirugía menor. Lo grave acá es la incompetencia de la empresa, la desinversión que hay y lo inoperantes que son. Ante los reclamos nadie sale a dar la cara, pero para pedir un aumento de tarifas fueron rápidos", explica Martín Besuzzi. Él, su esposa, sus dos hijos y sus mascotas están sin luz desde el lunes a las 8 de la mañana y tuvieron que abandonar su casa de Caballito e irse a pasar unos días a la casa de su hermano que, por suerte, está de vacaciones.
"¡Papá, papá! ¡Baja tensión!", gritaba Santino señalando el cambio de color de las luces del living en su casa de Villa del Parque. Tiene solamente 4 años pero él y su papá, Diego Calzone, ya son especialistas en el tema. Diego, un contador público de 39 años, contó a LA NACION que tiene problemas con el servicio de Edesur desde hace 4 años y que llegó a estar 20 días sin luz entre diciembre de 2013 y enero de 2014. Como consecuencia de ese largo corte, se le quemaron una heladera y un portón automático.
"Hice los reclamos correspondientes y no tuve respuesta. Fui al ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) y este resolvió que Edesur tenía que pagarme los gastos sufridos más intereses. La empresa no quiso hacerlo. Fuimos a una mediación en la Secretaría de Comercio y tampoco. Sólo me queda ir a juicio", relata Diego.
"En mi trabajo y en el colegio de mis hijos ya se ríen de esta situación. Parece una comedia. Mis hijos me piden que nos mudemos de casa. Es increíble que nadie controle que las empresas cumplan con sus obligaciones", agregó Diego.
Vicenzo Matti, un analista de sistemas de 35 años, ayer no pudo trabajar desde su casa en San Fernando, como suele hacer, por los cortes. "En la página del ENRE ni siquiera aparecía San Fernando entre los lugares afectados. Así que imaginate la precisión que tiene. En el portal de Edenor me decían que era un corte programado y que los técnicos estaban arreglando el problema. Si es un corte programado, no entiendo de qué problema hablaban. Tampoco avisaron nada previamente", narró Vicenzo.
A pesar de la imposibilidad de trabajar de forma remota y del calor insoportable al que se expuso al tener que estar sin aire acondicionado, Vicenzo estaba indignado por otro motivo. "Lo que más me molesta es que aumentaron las tarifas y pretenden que nosotros paguemos las inversiones de las distribuidoras", opinó.
La mayoría de los contactados por LA NACION se quejó de la falta de respuesta de las compañias.
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