Los tronos de la realidad: la ficción se mete entre políticos y empresarios

"¿Se supone que 'mujer' es un insulto? Devolvería el gesto si te confundiera con un hombre", dijo Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones. Orgullosa de su género, es el personaje preferido de Cristina Kirchner. Como Cristina, Daenerys es la viuda del líder del pueblo que luego asume la misma posición. Pero la relación entre ambas es explícita:

"Soy fanática de la serie Game of Thrones. Me encanta. Cuando los de DirecTV vinieron a verme para anunciar nuevas inversiones les pedí si por favor podían traerme la tercera temporada... pero me trajeron los CDs de la segunda. Me aseguraron que ellos tampoco la tienen todavía completa, que ni a ellos se la dan... mmmmm! Uh! Seguro que mañana alguien de la oposición me denuncia por pedir y recibir dádivas", publicó Cristina Kirchner en su página oficial de Facebook. Y cuando la actriz que la interpreta, Emilia Clarke, se enteró de su fanatismo devolvió el favor: "¿En serio? No sabía. Lo tomo como un cumplido. Mujeres al poder, me encanta".

En España, Pablo Iglesias le regaló los DVDs de la serie al rey Felipe VI. El líder de Podemos dijo que entregó el presente para que "le dé las claves sobre la crisis política de España". Se salteó el protocolo para hacer la entrega y el rey le agradeció el gesto "pues no la he visto".

En el mundo empresarial, también hubo espacio para winter is coming. Sólo 18 meses pasaron desde que Instagram se lanzó hasta que Facebook la compró en 2012. En ese momento, Instagram tenía cero dólares de facturación y 13 empleados. Antes, el creador de Twitter, Jack Dorsey, había ofrecido un paquete equvialente a casi 500 millones de dólares en acciones de su compañía al fundador sobre un fogón.

La oferta de Zuckerberg por US$ 1000 millones (300 millones en cash y el resto en acciones) la superó. La negociación se realizó durante el transcurso de un fin de semana con una única pausa: Zuckerberg hizo una fiesta para ver el nuevo capítulo de Game of Thrones.

Domingos a la noche, cita obligada para los fanáticos

Entre la ansiedad por más contenido y el peligro de los spoilers en internet, la serie logró que los fanáticos esperen el estreno de cada capítulo. En tiempos del binge watching, como se conoce a mirar todos los capítulos de una sola vez, mantener la expectativa y entregar de a pequeñas dosis fue un riesgo que dio buenos resultados

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