Los problemas de un banco portugués propagan el temor en los mercados
Las preocupaciones sobre la salud financiera de uno de los grandes bancos portugueses asustaron a los mercados globa-les, castigando a las acciones en el sur de Europa y arrastrando a las bolsas de Estados Unidos.
Como contrapartida, los inversionistas se volcaron a activos vistos como refugios, como el oro y los bonos soberanos de EE.UU. y de Alemania. El bono germano a 10 años cotizaba el jueves a su nivel más alto desde mayo de 2013.
La agitación desatada por Portugal alteró la calma que había caracterizado a los mercados en los últimos meses y facilitado que tanto gobiernos como empresas colocaran deuda y acciones. Esa demanda de títulos se mostraba saludable hace apenas unas semanas, cuando incluso Portugal pudo vender un bono de largo plazo.
Las turbulencias fueron una reminiscencia de las amplias y abruptas oscilaciones que caracterizaron a la zona euro durante la crisis de la deuda: los grandes índices bursátiles europeos cerraron con pérdidas. En EE.UU., el Promedio Industrial Dow Jones cerró con una caída de 70,54 puntos —0,4%— respecto de la jornada anterior, a 16.915,07 unidades.
Las preocupaciones se centraron en un comienzo en el Banco Espírito Santo (BES), cuyas acciones han estado bajo presión desde que a finales de mayo salieron a la luz irregularidades contables en sus sociedades de cartera. No obstante, los descensos escalaron el jueves cuando los inversionistas se enteraron de que la matriz, Espírito Santo International, había retrasado el pago de intereses en parte de sus valores de deuda a corto plazo.
Las acciones de BES cayeron más de 17% antes de que su cotización fuera suspendida. Los títulos del accionista controlante de BES, Espírito Santo Financial Group SA, que cotizan en Luxemburgo y Lisboa, también fueron suspendidos, y eso creó más temor entre los inversionistas.
"Hay preocupación por el contagio", dice Thomas Roth, operador de bonos soberanos en Mitsubishi UFJ Securities (USA) Inc. "La teoría es que podría conducir a la quiebra de bancos y llevarnos de vuelta a la recesión".
Sin embargo, muchos inversionistas y operadores dijeron que no veían grandes indicios de pánico. Los volúmenes de operaciones crecieron y el Índice de Volatilidad de la Chicago Board of Trade (CBOE, por sus siglas en inglés), normalmente un parámetro del nivel de temores en los mercados, subió 12% pero se mantuvo debajo de los promedios de largo plazo.
Steven Wieting, director global de estrategias de inversiones de Citi Private Bank, señala que la venta de acciones es impulsada por "el miedo al miedo".
Los problemas del prestamista portugués comenzaron en diciembre, cuando The Wall Street Journal informó sobre las preocupaciones de inversionistas por la forma en que Espírito Santo International estaba levantando fondos y valorando ciertos activos.
Ante los potenciales problemas, el banco central de Portugal ordenó una auditoría sobre las cuentas del conglomerado. En mayo, el BES, cuyas acciones cotizan en Lisboa, reveló que la auditoría había descubierto que su matriz presentaba una "condición financiera seria" y había dejado al descubierto "irregularidades contables".
Los críticos de la compleja estructura corporativa de Espírito Santo estaban preocupados desde hace años por las relaciones entre las empresas dentro del conglomerado.
La matriz de BES había apelado en gran medida a la colocación de deuda a través de sus propios bancos, según documentos financieros. Aunque la maniobra era legal, expertos indicaron el año pasado que la práctica exponía a los inversionistas a mayores riesgos y sonaba una alarma sobre la salud financiera del conglomerado.
Debido a nuevas regulaciones, Espírito Santo International indicó en diciembre que reemplazaría la financiación proveniente del banco, principalmente mediante deuda comercial. Esa deuda se vendió a clientes de banca privada y a Portugal Telecom SGPS SA, entre otros. Banco Espírito Santo es un importante accionista en la telefónica.
Portugal Telecom ahora es criticada por la inversión. La empresa está cerrando una fusión con la telefónica brasileña Oi SA, que la semana pasada indicó que no sabía de la inversión y pidió más información. Analistas afirman que los términos del acuerdo podrían revisarse.
Los bancos de la península ibérica sufrieron duros golpes, pero las acciones financieras de Alemania, Francia y el Reino Unido también cayeron más de 2%.
Los títulos de Banco Popular Español perdieron 5%, lo que llevó al grupo español a posponer una emisión de bonos, alegando condiciones adversas en el mercado.
Analistas indicaron que los débiles datos económicos de los últimos meses aceleraron la venta generalizada del jueves. La producción industrial en Francia e Italia se contrajo en mayo, lo que se sumó a la caída de las exportaciones de Alemania reportada esta semana y aumentó la incertidumbre sobre el crecimiento de la zona euro.
La caída de las acciones ayudó a apuntalar el reciente aumento de la demanda de bonos soberanos alemanes, cuyo rendimien-to a 10 años bajó a alrededor de 1,183%, el mínimo en dos años, según Tradeweb. En los mercados de commodities, el oro, también percibido como una inversión segura, subió 1,1% a US$1.339,20 la onza en Nueva York, su nivel más alto desde el 19 de marzo.
—Chiara Albanese y Patricia Kowsmann contribuyeron a este artículo.