Los precios del crudo siguen en caída, pero nadie recorta su producción
Algunos analistas estiman que la producción estadounidense podría subir el año entrante, pese a que Arabia Saudita y la OPEP volvieron a rechazar un recorte de su producción
El impasse entre los principales productores de energía que ha dado lugar a un exceso de suministro de petróleo se dispone a continuar el próximo año con la misma virulencia, y la culpa es compartida por Estados Unidos y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Las empresas estadounidenses que extraen crudo de las formaciones de esquisto han reducido ligeramente sus actividades, pero la mayor extracción del Golfo de México está apuntalando la oferta estadounidense. La producción de petróleo de EE.UU. cayó apenas 0,2% en septiembre y acumula un descenso de 3%, a 9,3 millones de barriles diarios, desde su máximo logrado en abril.
Algunos analistas estiman que la producción estadounidense podría subir el año entrante, pese a que Arabia Saudita y la OPEP volvieron a rechazar, el viernes pasado, un recorte de su producción.
La caída de los precios de la energía se intensificó el lunes y la cotización del petróleo alcanzó sus niveles más bajos desde la crisis financiera mientras los mercados digieren la decisión de la OPEP de no sacar el pie del acelerador y son golpeados por un invierno inusualmente cálido en EE.UU.
La estrategia de la OPEP ha sido privilegiar la obtención de cuota de mercado en lugar de reducir la producción para fortalecer los precios, como lo había hecho en ocasiones anteriores. La producción de la OPEP podría aumentar en 2016 si se levantan las sanciones sobre Irán, lo que le permitiría reanudar las exportaciones de crudo.
"La OPEP no está dispuesta ni puede equilibrar el mercado" puesto que su producción equivale a menos de la mitad del total global, advirtió Bjarne Schieldrop, analista jefe de commodities de SEB Markets, en una nota de investigación. "Cualquier riesgo diminuto de que la OPEP vaya a hacer algo en los próximos seis meses quedó descartado tras la reunión del viernes. Al eliminar ese riesgo, el precio del petróleo seguirá en baja".
El crudo ligero y dulce para entrega en enero llegó a US$37,65 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, una caída de 5,8% frente a la jornada anterior. El Brent, el contrato de referencia global, alcanzó US$40,73 el barril en la ICE Futures Europe, un retroceso de 5,3%. Ambos registraron su cierre más bajo desde febrero de 2009, cuando arreciaba la crisis financiera. En tanto, los contratos de gas natural para entrega en enero cerraron 5,4% a la baja en Nueva York, a US$2,067 por millón de unidades térmicas británicas (BTU).
La renuencia de la OPEP y los productores estadounidenses de energía de esquisto a recortar la producción ante el desplome de los precios ha tomado por sorpresa hasta a los operadores más experimentados. "Se anticipaba que los productores de esquisto en EE.UU., la fuente del explosivo crecimiento del suministro en los últimos años, serían los primeros en ser doble-gados", escribió Andrew Hall, presidente ejecutivo del fondo de cobertura especializado en materias primas Astenbeck Capital Management LLC, en una carta enviada a los inversionistas a la que tuvo acceso The Wall Street Journal. "Pero esto no ha ocurrido, al menos no al ritmo previsto".
Durante el último año, las petroleras estadounidenses se han mantenido a flote gracias a sus coberturas —contratos financieros que les aseguraban precios más altos por su crudo—, además de una inyección de capital de Wall Street durante el primer semestre que las ayudó a seguir bombeando pese al derrumbe de los precios. Las empresas también redujeron costos y desarrollaron mejores técnicas para extraer más crudo y gas natural por pozo.
La oportunidad de generar nuevas mejoras de productividad se está desvaneciendo, el acceso a los mercados de capital se está cerrando y las coberturas de la mayoría de los productores vencen a fin de año, dicen los expertos. Estos factores han llevado a algunos analistas a proyectar un descenso de la producción en 2016 de hasta 10%.
Otros expertos, no obstante, predicen un alza de la producción estadounidense debido, en parte, al crecimiento del suministro del Golfo de México, donde las empresas invirtieron miles de millones de dólares para desarrollar megaproyectos que empiezan a producir ahora. Las compañías que operan en esa región se disponen a bombear alrededor de 10% más de crudo que en 2014.
Las plataformas en aguas profundas de petroleras como Chevron Corp., Royal Dutch Shell PLC y Anadarko Petroleum Corp. han empezado a extraer crudo del lecho marino. En conjunto, se prevé que estos yacimientos produzcan cientos de miles de barriles al día cuando operen a plena capacidad. Un puñado de proyectos empezaría a operar en 2016.
Puesto que la mayor parte del dinero para extraer este petróleo fue invertido antes del derrumbe de los precios y que los oleoductos y el resto de la infraestructura necesaria para transportar el petróleo al mercado ya están en funcionamiento, a las empresas les conviene desde el punto de vista económico seguir adelante con los proyectos pese al exceso de oferta, dicen los ejecutivos del sector.
Anadarko Petroleum contempla que una plataforma en el Golfo de México empiece a producir en el primer semestre del año venidero con la capacidad de extraer hasta 80.000 barriles al día. "Es gratis o a un costo marginal muy reducido", dice Al Walker, presidente ejecutivo de Anadarko. "Para algunos de nosotros, el Golfo de México sigue siendo un lugar muy viable para hacer inversiones".
Shell ha decidido continuar sus inversiones en aguas profundas pese a los precios. Su producción en la región ha crecido cerca de 10% en lo que va del año, a 250.000 barriles diarios, lo que su vicepresidente ejecutivo, Wael Sawan, define como "un salto grande para nosotros". Algunos productores con poca deuda optarán por esperar antes de producir más petróleo, pero otros no pueden permitirse ese lujo. "En EE.UU., necesitan el flujo de caja con desesperación", afirma Gary Ross, director de petróleo global de la consultora PIRA Energy Group.
—Dan Strumpf y Saumya Vaishampayan contribuyeron a este artículo.
The Wall Street Journal