Los países africanos se vuelven adictos a la deuda
NAIROBI, Kenia—Estrellas de rock ayudaron a persuadir a la comunidad internacional para que condonara más de US$100.000 millones en préstamos a gobiernos africanos hace una década. Ahora, las grandes deudas han vuelto y los países tienen más dificultades para pagarlas.
La famosa iniciativa, impulsada por músicos como Bono, ayudó a 35 países a deshacerse de obligaciones con entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Combinada con el auge de las materias primas, la iniciativa ayudó a generar una ola de inversión y crecimiento que permitió a varias economías africanas desarrollarse, reducir la po-breza e integrarse a la economía global más como nunca.
Sin embargo, las cargas de deuda vuelven a crecer en algunos países, debido a una ola de emisiones de bonos que ha coincidido con un derrumbe de las divisas locales y los precios de los commodities.
Mozambique fue uno de los mayores beneficiarios de la condonación de deuda, que cayó de 86% del Producto Interno Bruto en 2005 a 9% el año siguiente. Desde entonces, el país ha vuelto a elevarla a 61% del PIB.
La deuda de Ghana era de 82% del PIB en 2005, justo antes de que la comunidad internacional le perdonara la mitad. Ahora asciende a 73% del PIB y está en aumento, según el FMI.
El mayor endeudamiento ejerce más presión sobre los presupuestos de los gobiernos africanos. El servicio de la deuda de Ghana, por ejemplo, consumirá casi 40% de los ingresos del gobierno este año, según Fitch Ratings. Esta cifra representa el doble de lo que se considera sostenible bajo la regla general empleada por el FMI y numerosos analistas.
"En algunos casos, como Ghana, el aumento ha sido bastante alarmante", dice John Ashbourne, economista especializado en África de la consultora Capital Economics.
Pocos inversionistas están huyendo, pero exigen retornos más altos para prestarles a muchos de estos países, al tiempo que se mantienen atentos a las señales de mala gestión financiera o políticas que podrían seguir socavando el crecimiento.
Bajo la iniciativa para Países Pobres Muy Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés) y otros programas lanzados por el FMI y el Banco Mundial, prestamistas occidentales acordaron eliminar gran parte de la deuda de varios países africanos en un proceso que también exigió cambios de gobernanza a los solicitantes. Un objetivo importante era llevar a los países al punto en que pudieran financiar sus necesidades de desarrollo acudiendo a los mercados de capital en lugar de prestamistas de última instancia como el FMI.
Funcionó. Los países africanos vendieron unos US$20.000 millones en bonos soberanos entre 2009 y 2015, en gran parte a inversionistas internacionales, y la mayoría logró avances en al menos algunas de las áreas clave relacionadas con la reducción de la pobreza.
Ghana, un importante exportador de petróleo, cacao y oro, ha emitido cuatro eurobonos, con los cuales levantó US$3.750 millones, comenzando con US$750 millones hace ocho años.
No obstante, las tendencias favorables que le abrieron las puertas del mercado en la última década se han revertido. La economía de Ghana está creciendo alrededor de 3%, frente a un promedio de 8,6% en los últimos cinco años, conforme los precios de los commodities han caído. Su moneda, el cedi, acumula un descenso de 16% frente al dólar en lo que va del año.
El país cuenta con el respaldo de un programa de rescate del FMI, que los inversionistas consideran un garante de estabilidad y buenas políticas. Aun así, las presiones han vuelto a dificultar la recaudación de fondos. Cuando Ghana vendió US$1.000 millones en bonos a 15 años en octubre, se vio obligada a pagar una tasa de interés de 10,75%, más de dos puntos porcentuales por encima de lo que había pagado un año antes.
El FMI redujo en octubre sus expectativas de crecimiento en 2015 en África subsahariana en dos puntos porcentuales, a 3,75%, y advirtió que los países tendrán más dificultades para obtener financiamiento. El crecimiento previsto sería el más bajo en seis años para la región.
"El apetito por el riesgo soberano africano claramente no es lo que era debido a estos factores de riesgo globales", señala Mark Baker, director de inversión en el grupo de deuda de mercados emergentes de Standard Life Investments. "Los gobiernos de la región tienen que reconocer que el financiamiento del mercado se ha vuelto mucho más difícil y en la mayoría de los casos más caro".
Standard Life Investments gestiona cerca de US$368.000 millones y mantiene posiciones en deuda emitida por Ghana, Costa de Marfil, Kenia y Zambia. Baker señala que no está vendiendo esas posiciones, pero está siguiendo de cerca las políticas de esos países.
Los inversionistas y analistas se quejaron cuando Ghana destinó los US$1.000 millones de la emisión de eurobonos el año pasado en gran parte a gastos cotidianos como salarios para empleados públicos, en lugar de proyectos que pudieran acelerar el crecimiento y generar empleos.
Países como Kenia y Angola que no formaron parte del programa de condonación de deuda en la década previa también se ven presionados. El mes pasado, legisladores exigieron al ministro de Finanzas de Kenia que proporcionara detalles contables que demostrasen que los US$2.000 millones que levantó en su emisión inicial de eurobonos en 2014 se gastaron en infraestructura productiva, como se había prometido.
Fitch Ratings rebajó en octubre su perspectiva sobre la calificación de crédito del país a negativa, en gran parte debido a que su deuda ascendió a 60% del PIB, un nivel que muchos economistas consideran demasiado alto para una economía del tamaño de la de Kenia.
En Angola, las reservas de divisas internacionales están disminuyendo conforme el productor petrolero de África Occidental intenta frenar una caída de su moneda, el kwanza, que ha perdido cerca de 30% de su valor frente al dólar desde inicios de año. El 2 de noviembre, Angola recaudó US$1.500 millones con un bono denominado en dólares que ofrecía una tasa de interés de 9,5%.
"En un mundo ideal probablemente no querrían estar emitiendo", dice Baker, de Standard Life. "Pero dada la naturaleza de los desafíos que enfrentan, necesitan conseguir financiamiento en dólares".
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