Los mercados esperan El Niño con apuestas al alza de los commodities
NUEVA YORK—El fenómeno meteorológico conocido como El Niño amenaza con volver, un suceso que podría elevar los precios de los alimentos y otros productos de primera necesidad, señalan inversionistas y analistas.
El aumento de las temperaturas en el Océano Pacífico hace que meteorólogos del gobierno estadounidense prevean una probabilidad superior a 65% de que El Niño se manifieste a fin de año. Este fenómeno ocurre cuando los vientos en el Pacífico ecuatorial pierden fuerza o revierten su dirección. Eso hace que la temperatura del agua a lo largo de una gran área se eleve y altere los patrones climáticos alrededor del mundo. En 1997, un Niño histórico hizo estragos con fuertes lluvias en Estados Unidos y Sudamérica y escasez de agua en Australia.
El Niño tiene la reputación de disparar los precios en mercados tan diversos como el níquel, el café y la soya, por lo que los inversionistas, corredores y analistas en commodities temen su impacto. Société Générale SA (SocGen) creó hace poco un índice de materias primas ligado al Niño, a pedido de un cliente que quiere apostar al fenómeno meteorológico.
El Niño se asoma en momentos en que los suministros globales de muchas materias primas ya están ajustados. Los inversionistas están acumulando contratos a futuro que ganarían valor si la oferta global de alimentos se redujera aún más. Gestores de fondos tienen más apuestas a que los precios de los productos agrícolas subirán que a que caerán en 16 importantes mercados, según un análisis de The Wall Street Journal de datos recogidos por la Comisión de Contratos Futuros de Commodities de EE.UU. La última vez que se vio esta tendencia fue en junio de 2011, cuando los precios en muchos mercados de materias primas estaban en sus niveles más altos en décadas.
Si El Niño se manifiesta, "será un verano muy estresante", dice Héctor Galván, estratega sénior de mercados de RJO Futures en Chicago, en referencia al verano estadounidense a mitad de año. "Será echarle más leña al fuego a estos mercados".
El Niño puede afectar los mercados de commodities de maneras sorprendentes. Las lluvias fuertes e impredecibles son su característica insignia. Sin embargo, para los analistas de Société Générale, son los mineros, y no los agricultores, los que más tienen que preocuparse. Desde 1991, los precios del níquel son los que más han subido —13,9%— de los 11 commodities que rastrea el índice del banco durante los años en que este ciclo climático se ha producido.
La razón: El Niño causa clima seco en Indonesia, el principal productor del metal, que se utiliza para fortalecer el acero. El equipo minero en ese país depende mucho de la energía hidroeléctrica; de modo que mientras menos llueva, menos níquel produce Indonesia.
Para Michael Haigh, jefe global de análisis de commodities de SocGen, un inversionista podría hacer mucho dinero si apuesta a que los precios del níquel subirán como consecuencia del Niño. Los precios del metal ya han avanzado este año debido a restricciones de exportación en Indonesia.
El Niño usualmente ocurre alrededor de la Navidad, y de ahí su nombre, pero meteorólogos en Australia dicen que el próximo podría formarse tan pronto como en julio.
El clima extremo impulsaría aún más los precios de materias primas como el café, el azúcar y la soya, y con ello exprimir los bolsillos del consumidor e interrumpir la recuperación económica en los países desarrollados. Un alza en los commodities también desestabilizaría a países pobres que importan la mayor parte de sus alimentos, dicen los analistas.
"Este tipo de presiones climatológicas, combinadas con El Niño, podrían crear una mezcla tóxica", según John Baffes, economista sénior del Banco Mundial. "Si tenemos un año del Niño y los precios se disparan, definitivamente veremos agitación" social, dice.
A principios de año, se esperaba que los precios globales de los alimentos se mantuvieran prácticamente estables, pero con El Niño podrían fácilmente elevarse 15% a nuevos récords en apenas tres meses tras la llegada del fenómeno, dice Baffes, quien es coautor de la proyección trimestral de commodities del Banco Mundial, publicada la semana pasada.
Los agricultores brasileños de café, que sufren una profunda sequía, se beneficiarían de las lluvias que trae El Niño si llegaran hoy. Pero en julio o agosto, las tormentas solo retrasarían la cosecha, y reducirían aún más el suministro de granos de arábica. Los precios de esta variedad se han casi duplicado este año por temores a un menor suministro.
Los amantes del chocolate también tienen motivo para preocuparse. El Niño reduce la producción de cacao en un promedio de 2,4%, según la Organización Internacional del Cacao. Y ya se espera un déficit que ha elevado los precios 8,7% este año.
No todos los efectos del fenómeno son negativos. El Niño usualmente provoca clima lluvioso en California, estado que ha sido golpeado por una sequía. Esto podría beneficiar las cosechas de limones, almendras y aguacates (o palta). Los precios de esos tres commodities, que no cotizan en bolsa, han subido considerablemente este año.
Si El Niño altera la producción en regiones agrícolas clave, impulsará las finanzas de empresas que se especializan en la logística del comercio del sector, dice Desmond Cheung, gerente del brazo de valores agrícolas de BlackRock Inc. Eso incluye a Archer Daniels Midland Co., Bunge Ltd., Cargill Inc. y Louis Dreyfus Commodities BV.
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