Los mercados buscan más claridad después de los comicios en EE.UU.
Los mercados miran con ansias las elecciones presidenciales y legislativas del martes en Estados Unidos con la esperanza de que los resultados arrojen por fin un poco de claridad sobre los temas clave de la política fiscal.
Aunque los ganadores del martes tienen una considerable lista de asuntos de largo plazo para abordar en lo que se refiere al gasto público, impuestos y regulaciones, muchos inversionistas tendrán la mirada puesta en lo más apremiante: llegar a un rápido acuerdo para eludir el abismo fiscal, como se denomina el vencimiento a fines de año de recortes de impuestos y gastos por unos US$670.000 millones que podría arrastrar a EE.UU. a una nueva recesión, según los economistas.
"El abismo fiscal pasará al primer plano", dice Michael Jones, director de inversiones de RiverFront Investment Group, en Richmond, Virginia, que administra unos US$3.300 millones.
Muchos inversionistas prevén una contienda reñida en la que el presidente Barack Obama resultará vencedor. También anticipan que los republicanos mantendrán la mayoría en la Cámara de Representantes y los demócratas en el Senado. Se trata de un escenario que pondría en marcha casi de inmediato una batalla para mantener o eliminar los recortes de impuestos y de gastos.
Una victoria de Mitt Romney, en cambio, alejaría este escenario puesto que es más probable que todas las partes involucradas acuerden extender los recortes de impuestos. Un triunfo de Romney, sin embargo, podría introducir nuevas incógnitas como quién sustituirá a Ben Bernanke, cuyo mandato al frente de la Reserva Federal expira en 2014, o qué dirección seguirá la relación comercial con China.
Más allá del desenlace, los inversionistas quieren dejar atrás las elecciones, no sólo desde el punto de vista de las decisiones de inversión, sino también porque se considera que la incertidumbre sobre la política fiscal y regulatoria ha frenado la actividad económica en los últimos meses. "Saber quién será el presidente les permitirá a los inversionistas volver a centrarse en los fundamentos y dejar atrás esta incertidumbre", señala Matthew Rubin, jefe de estrategia de inversión de Neuberger Berman, que administra unos US$203.000 millones.
Las bolsas estadounidenses han registrado saludables ganancias este año. El Promedio Industrial Dow Jones acumula un alza de 7,2% en lo que va de 2012, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 ha subido 12,5%.
Una victoria de Obama podría hacer que los inversionistas se refugien en la seguridad de los bonos del Tesoro y el dólar esta-dounidenses y vendan en forma masiva inversiones de mayor riesgo, como las acciones, conforme se preparan para lo que podría ser una prolongada batalla sobre los impuestos y el gasto.
Aunque potencialmente perjudicial, cualquier lucha prolongada podría no ser tan importante para los mercados como la debacle de las negociaciones entre la Casa Blanca y el poder legislativo sobre el techo de la deuda de mediados de este año, aunque sea acompañada por otra rebaja de la calificación de la deuda del gobierno, predice Benjamin Pace, director de inversión del grupo de gestión de patrimonio privado de Deutsche Bank. "No es como el shock de mediados de este año, cuando nos despertamos [...] y nos dimos cuenta de que ya no éramos más AAA, algo que nunca pensamos que veríamos en nuestras vidas", observa.
Una victoria de Romney, en contraste, "podría conducir a un alza bastante significativa" de las acciones y otras inversiones de riesgo, dice Jones, el gestor de inversiones de RiverFront. Muchos inversionistas, entre ellos Jones, ven a las acciones de defensa como un beneficiario inmediato de una victoria de Romney, en gran parte debido a que el sector probablemente evitaría los recortes automáticos de gastos que entrarían en vigor si no se llega a un acuerdo para evitar el abismo fiscal.
Jones cree que una victoria de Romney también beneficiaría a los bancos, puesto que la ley Dodd Frank de supervisión financiera podría ser derogada. La reelección del presidente Obama probablemente perjudicaría a acciones de las cadenas minoristas de alta gama debido a las expectativas de mayores impuestos sobre los más acaudalados, indica.
El estratega bursátil de J.P. Morgan Thomas Lee también ve una victoria de Romney como algo positivo para las acciones de energía y salud, debido a los esperados cambios regulatorios. Las acciones carboníferas, serían un potencial beneficiario, añade. En tanto, una reelección de Obama favorecería a los títulos de los hospitales y las empresas que reparten grandes di-videndos, dice Lee.