Los ‘malls’ vacíos, símbolos del exceso
SOROCABA, Brasil—Durante la última década, los desarrolladores de bienes raíces de Brasil casi duplicaron la superficie de centros comerciales con la esperanza de cobrar alquileres altos a minoristas que apuntan a la creciente clase medida.
Pero muchos fueron vapuleados por el bajón económico y ahora algunas áreas del país, como esta ciudad de 600.000 habitantes a unos 90 kilómetros al oeste de São Paulo, están salpicadas de "centros comerciales fantasmas" con altas tasas de desocupación, pocos clientes y ventas anémicas.
Para los urbanizadores e inversionistas, estos centros son un recordatorio de los peligros de quedar atrapado en la exuberancia del crecimiento en los mercados emergentes. La penuria es particularmente severa en las ciudades medianas y pequeñas, donde los inversionistas habían previsto un auge de consumo que nunca se materializó. "Demasiados centros comerciales han abierto y están matándose entre ellos", explica Aquila Wagner, quien trabaja en una tienda de ropa para niños en una porción particularmente vacía de Villàggio Shopping, un centro comercial abierto en Sorocaba hace cinco años.
Desde principios de 2010, se han inaugurado más de 130 centros comerciales en el país, cerca de la mitad fuera de las grandes áreas metropolitanas, según la división brasileña de la inmobiliaria Cushman & Wakefield, de Nueva York. La adición neta de más de 3,7 millones de metros cuadrados de locales ha elevado la superficie ociosa y deprimido los alquileres conforme la economía se debilita, en particular en zonas periféricas, dice André Germanos, director de mercados de capitales de la firma.
Marla Dickerson y Rogerio Jelmayer