Los inversionistas escépticos impulsan el mercado brasileño de bonos contra la inflación
Los inversionistas apuestan a que la atribulada economía de Brasil seguirá empeorando y acumulan bonos que crecen en valor cuando la inflación se dispara.
Se zambullen en un pequeño pero creciente mercado para bonos brasileños asegurados contra el alza de los precios. El rendimiento total de esos bonos ligados a la inflación, cuyo interés y pago al principal cambia con los precios al consumidor, ha llegado a 20,8% en lo que va del año, según Barclays. La deuda soberana convencional brasileña ha pagado 4,5%.
Aunque estos bonos son un gran mercado en Estados Unidos —con unos US$950.000 millones en circulación—, los inversionistas globales recién están descubriendo los beneficios de deuda similar en países como Brasil, que tiene en circulación alrededor de US$270.000 millones de esa deuda denominada en reales.
Los inversionistas de mercados emergentes temen que Brasil podría perder el control de la inflación, al tiempo que lucha por reforzar su economía, que se espera crezca 1,6% este año, por debajo del 2,7% de 2011. El banco central ha recortado las tasas de interés y adoptado otras medidas para revitalizar la mayor economía de Sudamérica, en medio de una débil demanda de exportaciones.
Los precios subieron 5,31% interanual a mediados de septiembre, según datos oficiales. El gobierno prevé que la inflación caiga a 4,9% el próximo año, pero economistas encuestados por el banco central creen que subirá a 5,48%.
Michael Mon, gerente de cartera del equipo de renta fija global y deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein, sostiene que los bonos de Brasil atados a la inflación, que están denominados en reales y abiertos a los inversionistas estadounidenses, son "una buena manera de cubrir algunos de los riesgos en caso de que la inflación empeore".
AllianceBernstein, que gestiona US$407.000 millones en activos, compró bonos brasileños ligados a la inflación en el tercer trimestre.
La alta inflación probablemente cause un debilitamiento del real frente al dólar y otras monedas, lo que a su vez disminuiría el valor de los bonos convencionales. El real ha perdido 8,4% frente a la moneda estadounidense este año. Pero estos bonos compensarían tales pérdidas, dado que el principal aumenta y cae en línea con el índice de inflación del gobierno.
El rendimiento de los bonos vinculados a la inflación que vencen en cinco años se halla ahora en 3,125%, un mínimo de cinco meses, y frente a 5,3% a principios de año. Los precios de los bonos se mueven en dirección opuesta a los rendimientos.
El banco central de Brasil mantiene que puede apuntalar el crecimiento sin que la inflación se desboque. El mes pasado, el presidente del banco central, Alexandre Tombini, dijo que la economía del país sigue en una senda de recuperación gradual y una inflación controlada.
A algunos inversionistas les preocupa exponerse a lo que es relativamente un mercado de bajo volumen. Unos 40.000 millones de reales de bonos ligados a la inflación se negocian cada mes, cerca de 25% del total del volumen de la deuda brasileña denominada en reales, dice Standard Chartered. Esto hace que los inversionistas tengan más dificultad para vender bonos en tiempos de turbulencia en los mercados. Aun así, el retorno los hace atractivos como inversión y seguro si la inflación sube, dice Alexander Kozhemiakin, gerente de portafolio del gestor estadounidense de fondos Standish, que en agosto elevó sus posiciones en los bonos brasileños ligados a la inflación.