Los empresarios preparan su propio plan para la sucesión de Alberto Fernández en 2023
Del vuelo y las 42 reuniones canceladas de Kulfas a la reaparición de Coto, Magnetto, Rocca, Pagani y otros dueños de las principales empresas de la Argentina; crónica de un país en transición
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Matías Kulfas tenía pasaje para volar hoy rumbo a Los Ángeles. El ticket emitido en American Airlines proyectaba una semana con 42 reuniones que anoche a última hora se intentaban desactivar. Su agenda tenía entre el martes y el jueves encuentros con directivos de compañías, luego la cumbre de Presidentes y una tercera escala en Toronto, Canadá. Allí se producirá el encuentro anual de minería más importante a nivel global y era sorprendente el interés de inversores para un sector con eterno potencial en la Argentina. Pero el vuelo internacional quedó sumido en una interna de cabotaje y todas sus reuniones, canceladas.
El presidente Alberto Fernández no dudó en pedirle la renuncia y congraciarse con la vicepresidenta, quien horas antes lo había intimado a “usar la lapicera”. La misma con la que dejó afuera de la Jefatura de Gabinete a Santiago Cafiero, echó a su vocero Juan Pablo Biondi y ahora al tercero de sus leales del Grupo Callao, el think tank desde donde se gestó su llegada al poder. Kulfas fue uno de los primeros en pensar el plan económico argentino para Fernández cuando pocos le atendían el teléfono ni lo veían presidenciable.
La difusión del off the record en el que sugirió que hubo un negociado en la licitación del gasoducto Néstor Kirchner fue un acto de torpeza, pero eso no suele ser causal de despido en la presidencia de Fernández. Kulfas, claro está, ya había planteado en repetidas oportunidades su visión sobre el manejo que el cristinismo está haciendo del área energética. Lo dijo incluso on the record en una entrevista en la AM 750 y basta con releer su libro Los tres kirchnerismos para comprobar su crítica histórica a la política sectorial. La manejó hasta el 2020 e incluso armó el Plan Gas hasta que La Cámpora le ganó la batalla. “El derroche de esta gente no se puede creer, al punto que ni siquiera tienen el plan de segmentación como corresponde, y hoy los grandes empresarios pagan lo mismo que los que menos tienen”, se le escuchó decir hace pocos días.
El lunes Kulfas se reunirá con el Presidente, buscará sus cosas en el ministerio y pasará de página. Su reemplazo fue ayer una cuestión de “consensos” en el Frente de Todos. Por primera vez, desde la Cámpora valoraron una decisión presidencial, mientras en el massismo aseguraban que era inminente la llegada del nuevo ministro. Algunos miraban de reojo la intención de Cristina de que esta jugada no sólo fuera un cambio de nombres sino de fondo con la integración de Producción, Turismo y Agricultura. La decisión final fue Daniel Scioli, hasta ahora embajador en Brasil y un candidato que había sonado en los últimos días para varias posiciones. Del riñón original de Fernández cada vez quedan menos capitanes.
Alberto se reunió por la mañana con el canciller Santiago Cafiero para preparar su participación en la Cumbre de las Américas. Allí le ratificó que hay dos bordes para su gestión inmediata: “No poner en crisis al Frente de Todos y sostener el rumbo económico con el que –aseguran en Balcarce 50– se está creando empleo”. Preparó el terreno para lo que ocurriría después en una catarata de tuits. “Esto se corta acá. El Presidente le había dado la orden a Matías (Kulfas) de no escalar y no lo respetó. Alberto cree que sus funcionarios no pueden hacer esto y actuó en consecuencia”, resumió un albertista de la primera hora.
Sin precedente
Desde el sector empresario, en tanto, se está dando una particularidad sin precedentes en la historia económica reciente. “Hoy me preocupa más reunirme con Hernán Lacunza o Carlos Melconian que con el gabinete actual. Estoy tratando de saber qué viene después porque este año ya está perdido y el que viene también”, reveló uno de los empresarios más importantes de la Argentina. Por lo bajo admiten que las ventas se reactivaron pero auguran que esa es una foto y no la película. “Con niveles de inflación como los que tenemos hoy todo pende de un hilo”, describió el director de una multinacional a la que los resultados positivos lo sorprenden a diario.
A lo que otro directivo de una empresa de consumo masivo agregó: “En un marco económico y social tan delicado necesitamos previsibilidad. Sólo le pido al Gobierno que no profundice la crisis económica por una nueva pelea de palacio. El próximo lío seguramente es Economía”.
El tsunami político que arreciaba a Martín Guzmán ya pasó. Al menos por ahora. “Mirá, Alberto no va a soltar al ministro. Además, cuando se habla de potenciales nombres no hay ningún consenso”. La frase corresponde a uno de los integrantes de la mesa chica del Presidente quien justamente cuestiona hace tiempo al propio Guzmán por su supuesto academicismo y “falta de calle”. La batalla, dice, de los próximos dos meses será por dos temas muy concretos: inflación y el Decreto de Necesidad y Urgencia con el que saldrá el presupuesto nacional.
En esa línea el martes se los verá a Fernández y Guzmán en la cumbre de dueños de empresas más importante de la Argentina. Uno –el Presidente– saludará con un mensaje grabado y el otro estará al cierre de la celebración por los primeros 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Los ocho nombres que estarán arriba del escenario son titulares de compañías a los que es muy poco frecuente escuchar y mucho menos todos juntos. Alfredo Coto (Coto), Alberto Hojman (BGH), Luis Pagani (Arcor), Héctor Magnetto (Grupo Clarín), Federico Braun (La Anónima), Paolo Rocca (Techint), Carlos Miguens (Miguens) y Martín Migoya (Globant). La dinámica será de una hora por panel con la posibilidad de una breve presentación de cinco minutos cada uno. Debajo del escenario estarán 250 empresarios escuchándolos. Todos líderes de compañías.
El nivel de confirmaciones fue casi perfecto. Cuando los empresarios recibían el mail de invitación aceptaron a velocidad récord. “Se ve que hay una necesidad de poner en palabras lo que está ocurriendo pero sobre todo proyectar el largo plazo en un país que vive mirando el corto”, comentó uno de los organizadores.
La apertura tendrá a Jaime Campos, presidente de AEA, y uno de los 43 exclusivos socios de esta entidad cuyos líderes generan 250.000 puestos de trabajo en el país. Un dato distintivo es que ninguno de los dueños de compañías que forman parte puede delegar su presencia ni su participación en las reuniones anuales. El objetivo del encuentro de la entidad que nació el 28 de mayo del 2002 en el museo Fernández Blanco será dejar en claro que el futuro de la Argentina depende del sector privado. Es el que genera los dólares y el que paga los impuestos, dirán ya un poco cansados de tantos vaivenes de una economía en blanco y negro. La decisión de volver a hablar en público se tomó por unanimidad y se le dio la puntada final en el último encuentro de los 22 miembros de la comisión directiva en el Palacio Duhau.
Los 20 años de AEA son tal vez otro espejo de la Argentina. El primer presidente fue el ex Pecom Oscar Vicente, quien luego se retiró al vender el grupo a Petrobras. Así llegó Pagani, número uno de Arcor, quien estuvo siete años hasta 2009, en que Campos asumió la presidencia.
“El caos económico que está armando el Gobierno con este dólar planchado y el subsidio a la importación es enorme, por eso confirmé ni bien me contactaron. Creo que ver que es lo que piensan los verdaderos dueños de la Argentina vale la pena”, admitió un CEO con alto perfil, quien paradójicamente se excusó en el off the record.
Por lo bajo hay por estos días también otro protagonista nuevo en el mapa de las relaciones con las empresas. Miguel Pesce, titular del Banco Central, ya tuvo reuniones individuales con los y las líderes de Arcor, Unilever, Procter & Gamble e YPF. El diálogo suele ser de escucha activa. Les cuenta que el foco del Banco Central está dado por potenciar la producción local especialmente en los rubros de consumo masivo y alimentación.
El tema –según reveló Pesce en sus reuniones– es que, según su entender, a mayor cantidad de producción menor será la presión sobre los precios y que él desde su lugar buscará colaborar de esta forma para combatir la inflación. De ahí que les pide propuestas concretas para despejarles trabas en importación de insumos y bienes de capital. No se habla en esos mano a mano de las cuentas macro ni de los niveles de emisión pero todos destacan la forma y el buen modo.
Donde sí se habla de macro por estos días es en el Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDEA), que el viernes convocó a 40 CEO a su sede central.
En la Argentina nacen 2000 chicos por día. Casi un 60% por debajo de la línea de pobreza. Hace 40 años el PBI per cápita superaba en un 70% al promedio de América Latina, según un relevamiento realizado por el equipo de economistas de esa entidad. Desde entonces, cayó hasta igualarlo. Sin disciplina fiscal, con constantes combates a los síntomas, gasto público récord y una administración ineficiente, el retroceso fue constante. Al punto que el país tuvo en 32 de 38 años resultados fiscales negativos, revelaron en un informe.
En 40 años se confiscaron tres veces los ahorros de los argentinos, se privatizaron y estatizaron las mismas empresas y todo eso fue un gasto para los ciudadanos. También esto explica, en parte, la pasión por el dólar.
Hoy se pagan 166 impuestos distintos y la Argentina tiene la segunda presión tributaria más alta del mundo. “Nosotros queremos empezar a cambiar la realidad. No sólo criticarla y por eso cambiamos mucho nuestra forma de trabajar pero no la esencia”, resumió Daniel Herrero, quien presidirá el Coloquio N°58. En el tercer piso y en lo que simulaba ser los pasillos de Mar del Plata, adonde volverá el encuentro de manera presencial el próximo 12, 13 y 14 de octubre, se gesta otro cambio fundacional. La apuesta de este año no será analizar los problemas más importantes del país sino generar propuestas concretas para resolverlos. Los cinco ejes están orientados en temas de fondo. La inserción de Argentina en el mundo, liderado por Mariano Bosch, co-fundador y CEO de AdecoAgro; Empleo, encabezado por Juan Marotta, presidente HSBC Argentina y CEO LAM South; Educación, a cargo de Verónica Andreani, directora de Grupo Logístico Andreani; Finanzas Públicas, liderado por Santiago Mignone, country senior partner de PwC Argentina; y Seguridad jurídica llevado adelante por Brenda Puig, directora senior de Legales de Mercado Libre. Hay reuniones a puertas cerradas de cada una de las células y un desafío concreto: estar por encima de la grieta.
Al parecer, para los empresarios ya no bastaba con un grupo de WhatsApp como el que se utilizaba en pandemia y por eso el colectivo de 207 miembros de “Nuestra Voz” migró de su versión original. Hoy es más una comunidad de apoyo a proyectos que se emprenden que una catarsis virtual. Sinónimo de nuevos vientos en la política y por qué no en la mirada empresarial.
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