Los empresarios griegos encienden alertas por la posible suba de impuestos para pagar la deuda
A pocos días de afrontar un pago crucial, las corporaciones afirman que la propuesta a los acreedores, que quiere elevar la recaudación, empeoraría su situación
TESALÓNICA (Grecia).– Thanos Tziritis, CEO de la mayor compañía de materiales para la construcción griega, está orgulloso del modo en que su empresa sobrevivió a la peor depresión den la historia moderna del país. Luego de que su mercado de construcción local virtualmente desapareció, Tziritis orientó a su compañía, Isomat, hacia un negocio de exportación, obteniendo ganancias saludables, sólo un poco menores a las de 2013. Pero con Grecia casi quebrada, el gobierno ahora busca que esas ganancias –y todo dinero disponible en las compañías y las municipalidades- cubra la brecha financiera del país. En su última propuesta a acreedores, Grecia ahora propone nuevos impuestos corporativos y otras medidas para elevar la recaudación. Un acuerdo ayudaría a obtener nueva ayuda para el país acorralado, pocos días antes de enfrentar un pago crucial de su deuda.
Si bien la propuesta griega obtuvo apoyo inicial de funcionarios europeos, algunos de los detalles provocaron reacciones adversas. Los acreedores quieren mayores recortes de las jubilaciones y cambios adicionales en el sistema del IVA, incluyendo mayores esfuerzos para evitar al evasión. Desde el comienzo funcionarios del FMI, uno de los acreedores del país, han criticado que la propuesta se basa en elevar el impuesto a las corporaciones, y quelos aumentos causarán más daño a la frágil economía del país.
Muchas compañías griegas concuerdan. "Esto va a ser duro para nosotros, realmente va a aumentar nuestros costos operativos", dijo Tziritis al encabezar una recorrida de su planta, en las afueras de esta ciudad portuaria ajetreada en el norte de Grecia. "En vez de que el gobierno haga reducciones en el sector público, espera que el sector privado pague la cuenta. Compañías se irán al extranjero, más gente será despedida y por supuesto no habrá crecimiento en la economía griega."
Sobre los 8000 millones de euros (US$ 9000 millones) que se espera recaudar con el plan hasta 2016, el grueso provendría de medidas que apuntan a sacar dinero de empresas. Esto incluye un impuesto del 12% por única vez para compañías que ganen más de € 500.000, un alza del impuesto corporativo y el IVA y el requerimiento de un aumento de la cantidad que aportan las corporaciones a los planes de jubilación.
La propuesta es resultado de un esfuerzo de última instancia del gobierno de izquierda de Syriza de presentar un plan que resulte atractivo para sus acreedores, al presentar meas fiscales alcanzables. Al mismo tiempo, el gobierno está bajo presión desde su flanco izquierdo para que no acepte ningún recorte de las jubilaciones como modo de obtener el dinero que se necesita desesperadamente.
En particular, el FMI está molesto porque se han ignorado sus demandas de reducción del gasto. "Todas las medidas sobre el gasto han sido reemplazadas por impuestos al capital y el trabajo", dijo un funcionario del fondo que habló en condición de anonimato. "Esto va en contra del crecimiento", agregó.
Un crecimiento menor para Grecia en los años por delante es preocupante para el FMI, al que Grecia debe pagar € 1600 millones el martes. Si la economía se hunde aún más al país le resultará aún más difícil pagar sus deudas onerosas.
Si el fondo no cree que un país le pagará sus deudas, no puede prestarle más dinero. Y una tasa de crecimiento robusta es un factor crucial en el momento en que los economistas de la entidad realizan sus análisis a futuro.
Expertos independientes también afirman que una de las principales fallas del último rescate fue que se basó en aumentos de impuestos, en vez de recortes del gasto políticamente conflictivos como forma de generar ingresos públicos.
"La propuesta griega es simplemente austeridad populista", dijo Theodore Pelagidis, economista de la Universidad del Pireo, que ha estudiado el impacto de programas griegos anteriores sobre la economía en general. "Es realmente preocupante que se apruebe un programa sin ningún recorte del gasto."
Tesalónica y sus alrededores proyectan un espíritu más independiente, empresarial que Atenas, donde la mano del estado es suprema. Con su proximidad a Bulgaria y Turquía, Tesalónica es también un centro exportador del país.
El alcalde, de la ciudad, Yainnis Boutaris es un empresario que supervisa un viñedo familiar. Su enfoque pragmático de la política municipal y su voluntad de enfrentar a los poderosos sindicatos griegos han llegado a simbolizar la actitud de rechazo de muchos jefes corporativos hacia la elite gobernante en Atenas.
"No es justo", dijo Demetri Politopoulos, que dirige una compañía cervecera exitosa la noreste de Tesalónica. "Muchas de las compañías aquí han tenido un desempeño superior y no podrán pagar esto fácilmente. Decididamente tendrá un efecto negativo sobre el empleo."
Isomat está preocupada por tener que soportar esta carga extra, especialmente con la economía en este estado peligroso. Hace dos años, Tziritis, de 36 años, tomó el control de la compañía de manos de su padre, que la fundó hace 35 años. Cuando se hundió el mercado de nuevas construcciones en la caída económica, se orientó hacia áreas nuevas como la restauración de casas y, crucialmente, a la exportación, que ya representa un tercio de las ventas. Pero la transición no ha sido fácil. Pocas compañías griegas exportan productos terminados en grandes volúmenes. Por lo que fue muy difícil interesar a compradores.
Traducción de Gabriel Zadunaisky
The New York Times