Los empresarios consideran “acertado” tener un plazo de finalización para la doble indemnización
Si bien el sector privado se sorprendió porque la medida continúa seis meses, valoró que haya una fecha de terminación; también celebraron que se haya terminado la prohibición de despidos
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Si bien hubo sorpresa en el sector privado por la decisión del Gobierno de prorrogar la indemnización doble hasta mitad del próximo año (con una reducción escalonada del porcentaje de pago), valoraron que haya una fecha concreta de finalización. Además, celebraron que se haya terminado con la prohibición de despidos, a la que, paradójicamente, consideran dañina para la creación de puestos de trabajo, sobre todo en este contexto de tanta incertidumbre por la pandemia.
La indemnización doble fue una medida que nació antes de que impactara la crisis sanitaria en el país. Fue una iniciativa que el Gobierno incluyó en la ley de Solidaridad, que envió al Congreso apenas asumió el poder en diciembre de 2019. En principio, esta norma iba a durar por 180 días, pero fue prorrogada en tres oportunidades. Según el DNU publicado hoy en Boletín Oficial, la medida seguirá vigente hasta el 30 de junio próximo, pero hasta el 28 de febrero, la segunda indemnización equivaldrá al 75% del total. Luego este porcentaje descenderá hasta el 50%, durante marzo y abril, y hasta el 25%, en mayo y junio. El monto en la segunda indemnización nunca puede superar el tope de $500.000.
La prohibición de despidos, en cambio, nació tras el comienzo de la primera cuarentena estricta aplicada en el país, en marzo de 2020. El presidente Alberto Fernández había dicho en el último Coloquio de IDEA que ambas iniciativas fueron “medidas de excepción” y que no iban a “mantenerse en el tiempo”. En la misma línea se había expresado el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, quien condicionó su vigencia a si “la situación se normaliza”. La expectativa en el sector privado era que ambas medidas terminaran a fin de año.
“La emergencia derivada de la pandemia tuvo desde marzo 2020 distintos grados y evolución, lo cual hacía que cuestionáramos la vigencia y la intensidad de las tres medidas conjugadas: la prohibición de despidos, la prohibición de suspensiones y la duplicación indemnizatoria. A eso le hemos llamado ‘triple cepo’”, dijo Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
El abogado laboralista indicó que, “a medida que se fue normalizando la actividad, se fueron abriendo espacios de producción y fueron cambiando los signos en materia de empleo, en particular el industrial”. Por lo tanto, señaló, “carecía de justificación y de validación mantener las características de la medida”.
“La decisión del Gobierno de dejar vencer el plazo de prohibición y suspensión de despidos y dejar por seis meses más en escala decreciente de montos el agravamiento compensatorio, que se había puesto el tope de $500.000 hace un tiempo, tiene cierta racionabilidad o pertinencia dentro de un esquema de ir liberando las medidas en el menor plazo posible”, agregó Funes de Rioja.
“Es un tema que tiene que terminar”, dijo, por su parte, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción (Camarco). “Habían anunciado su terminación en diciembre, ahora se habla de un sendero de reducción para la indemnización doble. Lo importante es que finalicen las dos medidas. Esto conspira con el empleo en blanco; pareciera defenderlo, pero no, y me parece que, si bien todo el mundo estaba esperando que terminara a fin de año, al menos es auspicioso que haya un sendero y que haya un plazo de terminación. Es importante para la generación de empleo en blanco”, remarcó.
Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), indicó que es “una medida acertada y esperada, por supuesto”. “Hay que entender que ninguna empresa despide personal porque se le ocurre. Cuando eso sucede es porque se agotaron todas las opciones y es la última instancia. También hay que ser conscientes de que medidas de esta naturaleza, que pretenden proteger al trabajador, también conspiran con la contratación de nuevos trabajadores. Al empresario que hoy le va bien no toma empleados porque no sabe qué pasará cuando no le vaya bien, si el Gobierno lo obligará a mantener la plantilla. En ese caso, ¿de dónde saca los recursos?”, dijo.
“Estas regulaciones estrictas y complejas hacen difícil la creación de nuevos empleos. Estamos satisfechos con una medida de esta naturaleza. El empresario no despide porque se le ocurre, sino cuando llega a una instancia que no la puede superar y forma parte de las reglas de juego”, agregó Grinman.
Martín Cabrales, presidente de la empresa familiar que lleva su apellido, dijo que la “noticia es buena y auspiciosa”. “Es un buen indicio sacar la prohibición de despidos e ir graduando poco a poco la doble indemnización. Cualquier tipo de prohibición o de traba genera que el personal haga más horas extras y haya menos empleo formal”, comentó.
“Si bien la idea era que las dos medidas finalicen, este es el comienzo y por lo menos hay un horizonte. Pero también necesitamos medidas que fomenten el empleo formal, que atraigan la inversión; que haya incentivos y no prohibiciones. Independientemente de las medidas que están tomando para generar más consumo, necesitamos que la gente que está en la informalidad o con planes vuelva a la formalidad. Tienen que haber más incentivos a la producción, a la inversión y al empleo”, dijo el empresario, que es miembro también del comité ejecutivo de la UIA.
Cabrales indicó que el país tiene “una red industrial muy grande, con grandes posibilidades de exportación, sobre todo en alimentos”, el sector donde se desempeña. “No solo tenemos que exportar commodities, sino también productos con valor agregado. Nosotros importamos algunos tipos de café [las cápsulas] y exportamos poco; me gustaría exportar más. Eso generará empleo en la industria y en el comercio. Por eso son buenas las iniciativas de ‘primer empleo o empleo joven’”, indicó.
“La pandemia mostró que el trabajador formal estuvo protegido durante este tiempo, mientras que el informal, como el cuentapropista, no. Necesitamos una legislación laboral más inclusiva, que proteja al trabajador y que incentive al industrial o comerciante a tomar gente”, concluyó.
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