Los dirigentes de la FIFA, con tarjeta amarilla
Una investigación interna está obligando a altos dirigentes de la FIFA a revelar lo que sabían sobre posibles conductas ilícitas dentro de la organización. Si no cooperan, podrían quedar en riesgo de ser expulsados del ente regulador del fútbol mundial y enfrentar un mayor escrutinio de las autoridades estadounidenses que llevan a cabo la pesquisa, indicaron dos fuentes cercanas al proceso.
La investigación, encabezada por el abogado estadounidense William Burck, ex fiscal del Departamento de Justicia de Estados Unidos y socio del bufete Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, de Washington, es parte del acuerdo de la FIFA para colaborar con las autoridades de EE.UU. Es la evaluación más minuciosa y de mayor alcance en la historia del organismo y los abogados planean confiscar documentos y registros electrónicos que datan de hace más de una década y adoptar medidas sin precedentes con el fin de forzar a decenas de dirigentes y ex dirigentes a presentar sus testimonios.
La evidencia, que podría detallar acuerdos por presuntos pagos ilegales vinculados con la elección de los países anfitriones de la Copa del Mundo, será compartida con investigadores federales en EE.UU. Según las fuentes, la FIFA está co-operando con la esperanza de que la organización no sea blanco de la investigación estadounidense. Si la FIFA fuera acusada, eso podría resultar en el congelamiento de sus activos, entre otras implicaciones. Un vocero de la FIFA indicó que el organismo estaba colaborando con las autoridades.
Entre las personas cuyos testimonios buscarán los abogados están dos candidatos a la presidencia de la FIFA: Michel Platini, el presidente de la UEFA, y Chung Mong-joon, empresario surcoreano y ex miembro del comité ejecutivo de la organización. Un portavoz de la federación europea dijo que Platini "no ha sido contactado por nadie con respecto a la investigación y por supuesto cooperará de ser necesario". En una reciente entrevista, Chung dijo que apoyaba una in-vestigación exhaustiva.
Como parte de las acusaciones presentadas en mayo, varios altos dirigentes fueron arrestados en una redada a la madrugada en Zúrich, días antes del inicio del congreso anual de la FIFA. Los arrestos y las acusaciones de corrupción durante un cuarto de siglo sacudieron a la FIFA, con sede en Suiza, y han forzado una transformación radical de la federación internacional. Una semana después de los arrestos, el suizo Joseph "Sepp" Blatter, su presidente durante 17 años, anunció que renunciaría después de una elección para reemplazarlo. La elección ha sido fijada para febrero. (Blatter no fue nombrado en las acusaciones).
De los siete ejecutivos y dirigentes arrestados en Zúrich, sólo uno, el ex vicepresidente de la FIFA Jeffrey Webb, de las Islas Caimán, ha aceptado su extradición. El mes pasado, en un tribunal federal en Brooklyn, se declaró no culpable. El resto está peleando la extradición de Suiza.
El martes, la FIFA designó a François Carrard, ex director general del Comité Olímpico Internacional, al frente de un ente es-pecial que en febrero tendrá que recomendar al comité ejecutivo reformas a la estructura de gobierno de la organización y un sistema de rendición de cuentas, además de la reducción del poder de las federaciones continentales y la divulgación de los salarios de los directivos de la FIFA.
Lo más urgente es la investigación interna, que empezó bajo la orden de su abogado general, Marco Villiger, quien ha asumido la mayor parte de la responsabilidad de dirigir las operaciones cotidianas de la FIFA, según fuentes al tanto. Villiger contrató a Quinn Emanuel y le encargó a Burck que hiciera lo que fuera necesario para salvar a la FIFA como una federación, aunque no necesariamente a las personas que están al frente.
Por ahora, el Departamento de Justicia de EE.UU. considera a la FIFA una víctima de dirigentes que participaron en los presuntos sobornos. Las fuentes dijeron que la FIFA necesita cooperar plenamente para evitar ser blanco de la investigación federal, lo que podría llevar a los patrocinadores y socios de medios de la FIFA a cancelar sus vínculos con la organización. La mayor víctima podría ser la Copa del Mundo.
Si bien el Departamento de Justicia quiere ir detrás de los directivos que habrían usado su poder para beneficio personal, no desea provocar el colapso del evento deportivo más popular del planeta, dijeron dos personas al tanto.
El mandato de Burck es realizar una investigación que les garantice a los socios comerciales de la FIFA que los futuros Mundiales podrán llevarse a cabo, más allá de los delitos que pueda develar. Para eso, Burck ha dejado claro a los miembros del comité ejecutivo de la FIFA que ahora son sujetos de una investigación sin precedentes, indicaron las fuentes. Los abogados del Departamento de Justicia están particularmente interesados en los procesos de candidatura para las Copas del Mundo de 2010, 2018 y 2022, agregaron. El Departamento de Justicia de EE.UU. no quiso realizar comentarios.
Las acusaciones de irregularidades que generaron esas votaciones llevaron a la FIFA a contratar en 2012 al ex fiscal federal estadounidense Michael J. Garcia como investigador independiente, quien renunció en 2014.
Los abogados de la FIFA planean pedir acceso a todas las comunicaciones electrónicas, incluyendo e-mails y mensajes de texto, que existan en los servidores de computadoras de la organización e incluso aquellos de las seis confederaciones de Sudamérica, Asia, Oceanía, Europa, África, y América del Norte y Central y el Caribe.
Los abogados de la FIFA no tienen acceso a las cuentas bancarias personales de los miembros del comité ejecutivo. Sin embargo, personas involucradas en el proceso dijeron que bancos estadounidenses y suizos han cooperado con investigaciones del gobierno sobre presuntos sobornos, incluidos pagos de US$40 millones a dirigentes de fútbol de Sudamérica y EE.UU. de ejecutivos de empresas de marketing deportivo para obtener por los derechos de los torneos más importantes del continente americano.
La investigación ha influido en el proceso de elección presidencial de la FIFA. Si bien los 209 países miembros del congreso no emitirán su voto por el sucesor de Blatter hasta el 26 de febrero, los candidatos deben inscribirse antes del 26 de octubre. Miembros de la FIFA han dicho que a varios potenciales candidatos les preocupa entrar a la contienda mientras esté en marcha la investigación.
La lista por ahora incluye al ex futbolista brasileño Zico; el presidente de la federación de Liberia, Musa Bility y el surcoreano Chung. Platini, presidente de la UEFA, es considerado el favorito, al haber conseguido el respaldo de figuras de peso, según personas al interior de la FIFA. El ex astro francés ha sido miembro del comité ejecutivo desde 2002 y es el único que ha dicho públicamente que en 2010 votó por Qatar. Platini ha manifestado que no se arrepiente de su decisión.
The Wall Street JournalTemas
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