Los británicos dicen ‘no’ a Virgin en la salud
Defienden un sistema sanitario público sin empresas privadas
LONDRES—Richard Branson hizo una fortuna estampando su irreverente marca Virgin en todo tipo de industrias, desde la aérea a la discográfica. Pero ahora el multimillonario es blanco de las críticas por tratar de poner el sello de Virgin en un servicio que muchos británicos no quieren que tenga marca: su sistema público de salud.
La división Virgin Care, parte de Virgin Group, de Branson, ha pasado los últimos dos años y medio proporcionando servicios médicos como podología y dermatología al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), que está recurriendo cada vez más a contratistas en el sector privado para ahorrar dinero y mejorar el servicio.
Muchos médicos, pacientes y ciudadanos están en contra de la tercerización, e insisten en que no les gusta la idea de que las empresas del sector privado intenten exprimir ganancias de NHS, que ya está agobiado económicamente.
Virgin, uno de los nombres más grandes y reconocidos de los negocios, se ha convertido en un blanco popular para las críticas.
La empresa señala que sus contratos detallan que para generar una ganancia, primero tiene que lograr que el NHS ahorre cantidades específicas de dinero.
Aun así, en los últimos meses, trabajadores del sector de la salud han organizado numerosas manifestaciones delante de las tiendas Virgin Media y los gimnasios Virgin Active, donde se concentran a protestar luciendo caretas de Richard Branson y pancartas que dicen: "Branson: ¡Saca las manos de nuestro NHS!"
Un vocero de Branson dijo que no estaba disponible para comentar al respecto.
Mayor eficiencia
Jacky Davis, una radióloga de NHS que ayudó a organizar una de las protestas, aseveró que el cuidado médico en particular "no encaja con el mercado comercial".
"Las multinacionales consiguen sus ganancias rebajando las condiciones de trabajo de sus empleados y recortando los ser-vicios", apuntó. "En ambos casos, los pacientes salen perdiendo".
Virgin afirma que algunos aspectos del NHS son tan ineficientes que existen muchas posibilidades de mejorar el servicio y también de lograr ganancias. "Todos sabemos que en algunas ocasiones, el NHS puede proporcionar servicios fantásticos, pero de vez en cuando también pueden ser mejorados", puntualizó Bart Johnson, el presidente ejecutivo de Virgin Care.
Johnson no quiso divulgar cuáles son las metas de ganancias a las que está apuntando Virgin en el sector de salud, pero ase-guró que existe una "correlación completa entre el servicio de alta calidad y los robustos retornos financieros".
Al igual que la mayoría de los países industrializados, Gran Bretaña lucha con un alza en los costos del cuidado de la salud y un creciente déficit fiscal, lo que obliga al NHS a encontrar formas de ahorrar. El gobierno laborista anterior comenzó a tercerizar algunos servicios de salud a compañías privadas a mediados de los 2000, en lo que describió como un intento por recortar costos y mejorar los servicios.
El proceso se ha agilizado bajo el actual gobierno conservador y este año se aprobó una ley para abrir más la puerta al sector privado. El NHS indicó que contratistas del sector privado realizaron 4,3% de las operaciones hospitalarias electivas que se llevaron a cabo en el año fiscal de 2012.
Los esfuerzos de Gran Bretaña por aumentar el papel del sector privado en la salud pública contrastan con Estados Unidos, donde la ley de salud del gobierno de Barack Obama incrementa el papel del Estado en la financiación y regulación del cuidado de salud.
Sin embargo, no todas las reacciones han sido negativas. Surrey Link, una organización sin fines de lucro, asegura que Virgin siempre ha tomado medidas "cada vez que hemos señalado áreas donde se pueden mejorar los servicios". Por ejemplo, la compañía reparó edificios "en los que no se había invertido en mucho tiempo", dijo el grupo en un comunicado.