Los bancos ya no mandan en el negocio de bonos
No todos los amos del universo viven ahora en Wall Street.
El cambio en la suerte de los operadores de bonos fue evidente el mes pasado para Susan Estes durante una conferencia en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, en el sur de Manhattan.
Estes, ex corredora sénior de bonos de Deutsche Bank AG, estaba entre los más de 200 operadores e inversionistas reunidos para hablar sobre la evolución del mercado de bonos del Tesoro.
La mayoría de los grandes bancos de Wall Street estaban representados, incluyendo J.P. Morgan Chase & Co. y Bank of America Corp., pero eran superados en número por los delegados de los fondos de cobertura, fondos de inversión, especialistas en corretaje electrónico y otros.
Uno de los oradores ese día fue Kenneth Griffin, fundador de Citadel LLC, una gestora de fondos de cobertura de Chicago cuya actividad de formación de mercado ha sobrepasado a los bancos de Wall Street para convertirse en la mayor firma corredora de swaps de tasas de interés por cantidad de transacciones.
En años previos, los grandes bancos, también llamados operadores primarios, habrían dominado este tipo de conferencias, dijo Estes, que está construyendo un mercado electrónico de corretaje de bonos y ahora vive en Carolina del Norte. "Las dinámicas están cambiando, los operadores primarios se van quedando afuera".
Las cifras confirman un cambio radical en el mercado estadounidense de bonos de US$39 billones. Desde 2011, la cantidad de bonos en circulación ha aumentado 11%, según la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros, mientras que los ingresos de los grandes bancos por el corretaje de bonos, divisas y materias primas se han reducido aproximadamente 24%, según un estudio de la firma CLSA.
Los niveles de personal en los bancos también muestran un cambio. El número de operadores de bonos de Wall Street ha disminuido alrededor de 17% entre 2010 a 2014, según la firma de búsqueda de personal Options Group.
El disminuido papel de los bancos en las transacciones de bonos quedó resaltado recientemente con la decisión de Morgan Stanley de recortar hasta 25% de su plantel de corredores de renta fija, lo que podría dejar sin trabajo a unos 400 empleados bien remunerados para principios de 2016.
Esa medida fue el último golpe para los operadores de bonos, que Tom Wolfe inmortalizó como los "amos del universo" en La hoguera de las vanidades, su novela de 1987, y Michael Lewis inadvertidamente celebra en sus memorias de 1989, El póquer del mentiroso, sobre su experiencia en la división de corretaje de Salomon Brothers.
Un ex ejecutivo de corretaje de un banco recordó con cariño la euforia, y el dinero, que corría por las divisiones de renta fija de Wall Street en los años previos a la crisis financiera. Durante más de 20 años, a partir de mediados de los 80, cuando muchos de los altos ejecutivos de Wall Street de hoy comenzaron sus carreras, esa área creaba un nuevo producto financiero tras otro. "Era la segunda mejor opción después de que te pagaran por ser deportista", contó.
Sin dudas, los bancos siguen siendo grandes actores. Los ingresos por corretaje de bonos de J.P. Morgan crecieron 32% entre 2005 y 2014, según CLSA.
No obstante, la crisis financiera de 2008 trajo cambios importantes en las mesas de bonos, conforme los reguladores se cen-traron en los riesgos y en el capital que involucraba el negocio, a menudo volátil. Colm Kelleher, que supervisa el negocio de banca de inversión y corretaje de Morgan Stanley, dijo el mes pasado que los ingresos del segmento de renta fija en el sector bancario en los últimos años han totalizado cerca de US$100.000 millones, cerca de un tercio menos de lo que antes se consideraba normal.
Hoy en día, dijo un ex ejecutivo bancario, el negocio de renta fija de los bancos sigue el camino que tomaron sus colegas en el corretaje de acciones en la última pasada: "Menos capital, menor riesgo y más tecnología y transparencia".
Los bancos están apremiados por hacer más con menos, dijo George Kuznetsov, jefe de investigación y análisis de la firma de datos Coalition Ltd., pese a que no pueden tomar los riesgos que solían. "La moral es baja, y hay presión de los reguladores", señaló.
Los bancos que alguna vez tuvieron 5.000 bonos diferentes en sus inventarios para atender las necesidades de sus clientes tal vez sean capaces de ofrecer ahora sólo 1.000 de los más populares, dijo Stu Taylor, ex director gerente de UBS Group AG, quien dejó el banco en 2012 para cofundar su propia startup de tecnología financiera, Algomi Ltd.
La Fed y otros reguladores observan de cerca lo que la reducción del papel de los bancos significa para los inversionistas y los deudores. En general, la preocupación es que conforme los bancos ponen freno a sus operaciones con bonos , eso pueda complicar el corretaje, aunque a la vez daría paso a bancos más seguros y menos propensos a colapsar en situaciones de mercado adversas.
Sin embargo, corredores que han huido de Wall Street para pasarse a firmas de inversión grandes y pequeñas dijeron que las plataformas electrónicas pueden en muchos casos sustituir a los operadores de bonos de los bancos.
Zachary Chavis, gerente de portafolio de Sage Advisory Services, una firma de gestión de activos de Austin, Texas, negocia cada vez más bonos directamente con sus pares en una plataforma electrónica, saltándose así a los bancos de Wall Street que durante décadas actuaron como intermediarios.
En la reunión de la Fed de Nueva York, Estes dijo que la menor presencia de los bancos reflejaba el cambio del mercado. El nuevo grupo, afirmó, es una "gran representación de hacia dónde se dirige el mercado, no dónde ha estado".
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