Los bancos le echan leña a la hoguera de la deuda europea
Europa empezó el año con el pie izquierdo y los estrategas pronostican cielos nublados a medida que los gobiernos se preparan para acudir a los mercados.
El euro cayó 3,4% la semana pasada con respecto al dólar estadounidense y se ubica en su nivel más bajo desde septiembre. Frente a las monedas de economías y posiciones fiscales más robustas, tales como el franco suizo, el daño ha sido aún más grave.
Mientras tanto, los rendimientos de los bonos emitidos por países europeos en problemas alcanzan o bordean nuevos máximos, lo que acentúa la presión sobre sus finanzas.
Un motivo de preocupación son los bancos europeos. Los precios de sus acciones están cayendo y, en algunos casos, el costo de financiamiento está en alza. Debido a que los bancos europeos poseen grandes cantidades de deuda de gobiernos de la Unión Europea, hace tiempo que son considerados susceptibles al contagio de la crisis de deuda.
Luego del rescate de Irlanda, que fue inducido por la necesidad del gobierno de apuntalar a los bancos afectados por el colapso de la burbuja inmobiliaria, la mayoría de los analistas aluden a los problemas con las carteras de créditos como una potencial fuente de problemas.
La circulación de una propuesta de la Unión Europea por la cual los tenedores de la deuda de mejor calidad emitida por bancos compartirían el costo de eventuales rescates de esas instituciones pareció echarle leña al fuego.
El índice Euro Stoxx Bank, que agrupa a los principales bancos europeos, cayó 1% la semana pasada y acumula un retroceso de 3% con respecto al mismo lapso del mes pasado. Esto no parece mucho, pero el KBW Bank Index, que refleja la evolución de las acciones de los bancos estadounidenses, ano¬ta un avance de casi 12% en igual período.
La mayor preocupación sigue siendo la capacidad de los países europeos en aprietos para financiarse y esta semana podría ser un anticipo de lo que vendrá en 2011. Grecia colocará el martes 1.500 millones de euros en deuda de corto plazo (US$1.940 millones). Portugal seguirá su ejemplo el miércoles con la emisión de un bono soberano de 1.250 millones de euros (US$1.610 millones) y se esperan subastas el jueves de deuda española e italiana.
Portugal logró atraer la semana pasada el sólido interés de los inversionistas por una emisión de 500 millones de euros en papeles a seis meses, pero tuvo que ofrecer una tasa aproximadamente 1,6 puntos porcentuales más alta que la de la última venta de septiembre.
La deuda del gobierno portugués a 10 años tiene un rendimiento de 4,07 puntos por encima del bono comparable del gobierno alemán, la principal referencia del mercado, cuya tasa es de 2,86%.Esa diferencia, conocida en la jerga del mercado como spread, representa un alza significativa frente a los 3,45 puntos porcentuales de una semana atrás y de los 2,86 de comienzos de diciembre, de acuerdo con la firma especializada Tradeweb.
Las dudas de los inversionistas también se han trasladado al euro, que ha vuelto a caer después de un respiro en las últimas semanas de 2010. La divisa europea descendió por debajo de los US$1,30, con lo que acumula un declive de casi 9% desde comienzos de noviembre. Pero el euro todavía está bastante por encima de su nivel más bajo al que llegó en junio cuando se situó en US$1,917.
Los inversionistas están nerviosos en parte porque creen que los gobiernos europeos continuarán respondiendo a la crisis en cámara lenta y saben que los gobiernos europeos sentirán una enorme presión para eludir nuevos rescates. Eso es especialmente cierto en el caso de Alemania, donde a partir de febrero se realizará una serie de elecciones en distintos estados.
Otro foco de preocupación son los bancos europeos. "Estamos enfrentando una crisis bancaria en Europa que acarrea el riesgo de que se desborden las finanzas del sector público", dice Carl Weinberg, economista jefe de la consultora estadounidense High Frequency Economics. El equipo de analistas de J.P. Morgan Chase escribió la semana pasada que los bancos europeos parecen estar encontrando mayores dificultades para atraer inversionistas a su deuda no garantizada.
En cambio, los bancos están emitiendo una mayor cantidad de los denominados bonos "cubiertos", que habitualmente son garantizados por un conjunto de hipotecas. El informe hizo notar que dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, todavía tienen que pagar una prima a los inversionistas para comprar este tipo de bonos. "Se está volviendo más difícil y más costoso incluso para los mayores bancos españoles refinanciar su deuda", escribió J.P Morgan.