Los bancos de EE.UU. no quieren grandes depósitos
Los bancos de Estados Unidos están yendo a nuevos extremos para impedir la llegada de una nueva amenaza a su salud financiera: los grandes depósitos en efectivo.
State Street Corp., un banco de Boston que gestiona activos de inversionistas institucionales, ha comenzado a cobrar por primera vez a algunos clientes por guardar grandes depósitos en dólares, dijeron fuentes cercanas. J.P. Morgan Chase & Co., el mayor banco estadounidense por activos, ha reducido este año en más de US$150.000 millones los depósitos indeseables, en parte mediante el cobro de cargos.
Esto resalta la profundización de un conflicto sobre el efectivo. Muchas empresas tienen grandes sumas de dinero a su disposición, pero las oportunidades de inversiones rentables son escasas. Los bancos, sin embargo, tampoco quieren cierto tipo de dinero porque lo consideran costoso de mantener. Luego de haber tratado de obligar a sus clientes a retirarlo, algunas instituciones están cobrando para mantener ese dinero en sus arcas.
El motivo es una combinación de bajas tasas de interés, que han reducido drásticamente sus márgenes de ganancia, y las reglas de capital impuestas tras la crisis financiera.
Los nuevos cargos apuntan a grandes depósitos apodados hot money o capital golondrina, que son considerados riesgosos por los reguladores debido a la probabilidad de fuga durante una crisis. La norma sobre el coeficiente de cobertura de liquidez, completada en septiembre y supervisada por la Reserva Federal y otros reguladores, obliga a los bancos a adquirir activos líquidos de alta calidad, como reservas de los bancos centrales y deuda soberana, para protegerse de posibles pérdidas de depósitos proyectadas a más de 30 días. Los bancos deben mantener reservas de hasta 40% sobre ciertos depósitos corporativos y de hasta 100% sobre algunos depósitos de los fondos de cobertura.
"En algún momento uno llega a preguntarse si habrá una escasez de entidades financieras dispuestas a asumir estos balances", dijo Kelli Moll, responsable de fondos de cobertura de Akin Gump Strauss Hauer & Feld LLP en Nueva York. La gestora agregó que se ha convertido en un tema candente a medida que más fondos de cobertura son rechazados por bancos con los que tienen una relación de larga data.
La ofensiva de los bancos se produce en un mundo inundado de efectivo, un reflejo de la debilidad del crecimiento económico y de las bajas tasas de interés que limitan la inversión. Algunos gestores de activos han aumentado la cantidad de efectivo que mantienen en sus carteras, en parte debido a una mayor atención de la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense sobre la gestión de liquidez en los fondos de inversión.
En el segundo trimestre, los depósitos bancarios en EE.UU. alcanzaron US$10,59 billones, un alza de 38% frente al monto de hace cinco años, según la Corporación Federal de Seguros de Depósitos de ese país. Los préstamos en circulación como porcentaje de los depósitos totales cayeron de 92% a mediados de 2007, antes de la crisis financiera, a 78% en 2010 y a 71% en la actualidad, según los datos.
Jerome Schneider, jefe de las operaciones de corto plazo y financiamiento de Pacific Investment Management Co., que asesora a clientes empresariales e institucionales, dijo que como resultado de las medidas tomadas por los bancos, él y sus clientes han estado considerando bonos del Tesoro de EE.UU., fondos de bonos de muy corta duración y fondos del mercado monetario como alternativas al efectivo.
Cuando se trata de dinero en efectivo, dijo Schneider, "los clientes han sido puestos en alerta".
Las subastas de letras del Tesoro a uno y tres meses arrojaron ventas con rendimiento cero esta semana, lo que refleja una demanda enorme por estos valores.
Pocos bancos revelan cuántos depósitos "no operativos" tienen. Los analistas de Credit SuisseGroup AG estimaron en agosto que los cuatro principales bancos de EE.UU. por activos poseen más o menos US$650.000 millones en depósitos que requieren los más altos niveles de reservas.
Los bancos se están esforzando para generar rentabilidad para los inversionistas. Un entorno de bajas tasas de interés reduce sus ganancias al estrechar el diferencial o spread entre la tasa a la que prestan y su costo de endeudamiento, o financiamiento.
Los cobros por depósitos son particularmente significativos para State Street ya que su principal negocio es custodiar los ac-tivos de sus clientes, incluyendo el efectivo, en lugar de tratar de prestar esos fondos, como otros bancos suelen hacerlo.
State Street dijo a sus clientes que posiblemente cobrará honorarios a las cuentas cuyos saldos no operacionales hayan crecido, dijeron fuentes cercanas. No hay un depósito mínimo para desencadenar el cargo, que varía y se aplica caso por caso a los clientes nuevos y antiguos, agregaron.
"La persistencia del entorno actual de tasas requiere que tomemos medidas compatibles con una gestión financiera prudente con ciertas cuentas que mantienen continuamente importantes y excesivos saldos de efectivo", dijo State Street en un comunicado a The Wall Street Journal.
BNY Mellon y Northern Trust no han comenzado a cobrar para mantener dinero en efectivo de sus clientes, dijeron personas al tanto. Aunque un vocero de Bank of New York dijo que la entidad no ha descartado hacerlo en el futuro. Los cargos de J.P. Morgan no se aplican a los clientes de su negocio de custodia, dijo una fuente cercana.
Northern Trust ha adoptado un enfoque basado en cada transacción para aceptar grandes depósitos, dijo su director de finanzas, S. Biff Bowman durante la conferencia de julio en la que la institución anunció sus ganancias del segundo trimestre. Un portavoz de Northern Trust declinó decir si esos cobros eran una posibilidad en el futuro.
Durante más de un año, State Street y otros han cobrado a algunos de sus clientes por grandes depósitos en euros, reflejando una tasa de interés negativa en los depósitos a un día del Banco Central Europeo.
—Christina Rexrode contribuyó a este artículo.
Juliet Chung y Sarah Krouse