Los bancos centrales se protegen contra el fin del estímulo de la Fed
JACKSON HOLE, Wyoming—Los banqueros centrales de todo el mundo están reforzando sus estructuras para afrontar más turbulencias financieras a medida que la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para reducir sus políticas de dinero fácil.
Los mercados globales se han tambaleado desde mayo, cuando la Fed comenzó a dar señales de que podría comenzar a disminuir pronto su programa de compra de bonos de US$85.000 millones al mes. Las divisas y acciones en muchas economías en desarrollo han estado cayendo, mientras que las tasas hipotecarias en EE.UU. han subido. La volatilidad es un "importante recordatorio" de que los efectos de la retirada de la Fed "podrían no ser suaves", señaló Charles Bean, el vicegobernador de política monetaria del banco central británico, en un discurso durante la conferencia organizada por el banco central regional de Kansas City.
El título oficial del encuentro, "Dimensiones globales de políticas monetarias no convencionales", se hizo realidad para al menos uno de los participantes previstos. El presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, canceló sus planes de asistir a la conferencia a última hora, debido al declive del real. (Lea más sobre la economía brasileña en esta página). En su lugar, el segundo al mando, Luiz Awazu Pereira da Silva, subió al podio para asegurarle al público que Brasil está en condiciones de lidiar con esta situación. "Nos hemos preparado" para los efectos de las políticas monetarias de crédito fácil empleadas por la Fed y otras economías avanzadas para impulsar un crecimiento más fuerte, dijo. "Creo que ahora también seremos capaces de mitigar los riesgos del desmantelamiento de estas medidas".
En los últimos años, los inversionistas habían inyectado dinero en los mercados emergentes mientras la recuperación en EE.UU. era débil y las tasas de interés del país estaban en mínimos históricos. En cambio, ahora están retirando ese dinero ante la posibilidad de un alza de las tasas de interés y un fortalecimiento de la economía estadounidense.
La incertidumbre sobre cuándo y cómo la Fed comenzará a reducir sus compras de bonos está agravando la volatilidad. Las autoridades de la Fed estudian la posibilidad de tomar la iniciativa en su próxima reunión, programada para el 17 y 18 de septiembre.
Las compras de bonos tienen el objetivo de apuntalar el crecimiento económico de EE.UU. al bajar las tasas de interés a largo plazo, lo que puede impulsar el consumo, las contrataciones y la inversión.
Los datos económicos más recientes muestran ambigüedades, dejando a las autoridades divididas sobre qué hacer. Algunos creen que la economía ha mejorado lo suficiente para comenzar el próximo mes a retirar lentamente las ayudas. Pero como el primer paso podría tener un gran impacto en el mercado, otros creen que es necesario actuar con cautela, lo que significaría esperar un poco más.
Dada la variedad de opiniones dentro de la Fed, el liderazgo de su presidente, Ben Bernanke, que no participó en la conferencia, tendrá mucho peso, pero este no ha dado indicios públicos sobre cómo quiere proceder.
Varios académicos y políticos presentes señalaron que las economías emergentes deberían tomar medidas para protegerse de los efectos de los planes de la Fed. Recomendaron permitir que sus tipos de cambio se ajusten libremente y fortalecer sus sistemas financieros con herramientas regulatorias, como requerir que instituciones financieras fortalezcan sus reservas de capital y restringir el crecimiento excesivo del crédito en ciertos mercados.
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, sostuvo que su país había permitido el ajuste del peso y la acumulación de reservas de efectivo para afrontar grandes entradas de capital, "pero llega un momento en que demasiado es demasiado".
Carstens dijo en una entrevista que México ha salido mejor parada de las recientes turbulencias que otras economías debido a los sólidos fundamentos económicos del país, como una deuda soberana pequeña y un sistema bancario saludable.
Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, también advirtió contra los peligros de apresurar una salida de los programas de estímulo, diciendo que las políticas monetarias no convencionales siguen siendo necesarias en todas las economías desarrolladas donde se están utilizando, aunque Japón y Europa podrían necesitarlas durante más tiempo que EE.UU.
—Michael S. Derby contribuyó a este artículo.