Los bancos centrales apuntalan los mercados, al menos por un día
La acción coordinada no aborda directamente la crisis fiscal de Europa. En cambio, busca aliviar el impacto de esos problemas en los mercados globales. Además, allana el camino para que los bancos centrales adopten nuevas medidas si los mercados o la economía global se deterioran. "El propósito de estas acciones es aliviar la presión sobre los mercados financieros y, de esta manera, mitigar los efectos de esas presiones sobre el suministro de crédito a los hogares y las empresas, así como ayudar a estimular la actividad económica", indicó un comunicado emitido el miércoles por seis bancos centrales: la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo y el Banco Nacional Suizo.
La Fed enfatizó que podría recurrir a otras medidas, al decir que cuenta con una "variedad de herramientas" a su disposición para brindar financiación a corto plazo a los mercados estadounidenses y que estaba preparada para usarlas de ser necesario.
Las bolsas globales subieron de forma marcada el miércoles en respuesta a la enérgica actitud por parte de los bancos centrales.El Promedio Industrial Dow Jones trepó 490,05 puntos, o 4,2%, para cerrar en 12.045,68 unidades. El índice Stoxx Europe 600 avanzó 3,6%, mientras el DAX, que agrupa a las acciones de las principales empresas alemanas, aumentó 5% y el CAC-40, el indicador líder de la Bolsa de París, 4,2%. Los precios del oro y el petróleo aumentaron y el dólar se debilitó.
El impacto de la acción coordinada de los bancos centrales parece más psicológico que de fondo. Michael Feroli, economista de J.P. Morgan, afirmó que los corredores de Wall Street interpretaron la iniciativa como una señal de que "la Fed y los bancos centrales están presentes para apoyar" y que "nos cubren la espalda".
La intervención de la Fed fue bastante acotada. Se limitó a reducir en medio punto porcentual el precio de las líneas de crédito en dólares que ofrece a los bancos centrales de otros países. Las entidades luego prestan esos fondos a los bancos que están bajo su jurisdicción.
Por su parte, el banco central chino, en una iniciativa que pareció no estar coordinada con EE.UU. y otras autoridades, redujo el monto de reservas que les exige a los bancos.
Cuando la Fed lanzó las líneas de canje hace tres años, en medio de la crisis financiera, las consideró como una parte esencial en su estrategia para combatir la tormenta que azotaba los mercados. Los bancos en Europa y otros países tienen activos hipotecarios de EE.UU. y otros valores en dólares estadounidenses.
Consiguen dólares en los mercados de préstamos a corto plazo para pagar estos valores. En 2008, cuando el financiamiento en dólares escaseó, los bancos internacionales se vieron obligados a desprenderse de valores hipotecarios estadounidenses y otros activos, lo que a su vez elevó el costo del crédito en EE.UU.
La iniciativa del miércoles fue, al menos en parte, un intento de impedir la repetición de una espiral de este tipo. Los costos de financiamiento en mercados de hipotecas comerciales y otros mercados en EE.UU. han estado subiendo en los últimos meses, una señal de que la venta forzada de activos por parte de los bancos europeos ya puede estar teniendo un impacto. Los inversionistas globales albergan dudas acerca de la salud de los bancos europeos debido a sus carteras de deuda soberana de la zona euro. La Fed dejó en claro que los bancos estadounidenses gozan de mejor salud que los europeos al señalar que "no tienen dificultades en obtener liquidez en los mercados de financiamiento de corto plazo".
Timothy Geithner, secretario del Tesoro estadounidense, elogió la medida coordinada de los bancos centrales e intentó mantener la atención en Europa al decir que "aliviaría la presión sobre el sistema financiero europeo y ayudaría a estimular la recuperación de la economía global".
The Wall Street Journal